El Reloj Floral del Parque 9 de Julio combina arte y precisión. Fue un hito del paisajismo de su época y sigue siendo símbolo de belleza perdurable.
Su mecanismo original, cuidadosamente mantenido, continúa funcionando hasta hoy. Los números romanos, formados con ligustros prolijamente podados, y las agujas metálicas cubiertas de musgo se integran con la esfera central, siempre decorada con flores de estación.
Instalado entre las décadas de 1930 y 1940, es una verdadera obra de arte viva que marca el tiempo en el corazón del parque. Representa la tecnología de su tiempo, además de ser un atractivo turístico y parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad.