Por esto, propongo que por unos días en 2ºA de ESO, se busque, junto a los alumnos, una disposición diferente de las mesas de las aulas. El trabajo se haría desde tutoría, y sería a modo experimental. Tras una semana de prueba se pasaría una encuesta tanto a profesores como a alumnos para ver si merece la pena mantener los cambios o si por lo contrario ha empeorado el clima de trabajo y por ende, el rendimiento académico de los alumnos.