“Soy un círculo mirado de un horizonte cenital que se quiere absorber, queriendo apoyarme en tus manos, pero resbalo. Me empiezo a agitar, a quebrar, romper y desmoronar. Suspiro a tu yugo, suspiro a tu clemencia, queriendo hacer de este gas una simple salida, pero ya no me dejas salir, no me dejas vomitarte. Su hilo me está enfermando, me tramite por vías intravenosas, rompiendo mis queridas venas y me ves como si irradiara algo que no puedes tocar. Haces poco a poco a pagar mi luz, que irónica es tú mirada de lástima ¿he de cerrar los ojos para no ver más el mundo que me rodea? ; y me quedo escuchando aquel coro de ánimas de aquella mortandad de la que no puedo escapar. Prefiero haber muerto a verlos queriéndose olvidar de mí. Una canción me lleva a cerrar la boca y no cantar más como esperando y anhelando con todo, pueda cambiar y la tranquilidad pueda llegar ¡no te río, no te lloro sólo me quedo mirándolos y expirando, como se llevan mi razón y está alegría que algún día existió”
Antipoesía.
Fotos