TRABAJO Y PROPÓSITOS.
El compaginar el trabajo y mis propósitos me resulta a veces difícil el hacerlos conjuntamente.
El deseo de servir a Dios está allí, pero como humano que soy tengo que batallar conmigo mismo para llegar a poder tener todo el tiempo necesario para llegar a alcanzar mis metas.
He probado diferentes sistemas: una fue utilizando la agenda electrónica y creando un evento que se repite un montón de veces como recordatorio de lo que tengo que hacer. He sido incapaz de seguir las pautas que me propuse en los días determinados y tuve que borrarlo todo y llegué a la conclusión de que este sistema no sería el apropiado, con el frustre que lleva consigo.
No todos somos iguales, a algunos este sistema le sería fácil de seguir. Otro sistema ha sido el de hacer un trabajo y a continuación otro y la conclusión fue que no hacía bien del todo ni uno ni el otro ya que me quedaba a medias y me daba la sensación de que me faltaba algo, de que tenía que hacerlo todo deprisa sin pulir las cosas como convienen. El trabajo cotidiano básico para levantar a mi familia me reprimía de lo demás porque me absorbía mis horas; soy polifacético, una ventaja según como se mire y una desventaja por el otro, pero por ello no debo desanimarme.
En mi rincón de reflexión he llegado a la conclusión de que mi Dios me conoce a la perfección en todas mis debilidades y como cristiano que soy estoy en medio de la lucha diaria para fortalecerme y llegar a la meta de mis propósitos en el tiempo adecuado. Dios está más alto que yo y desde donde está El puede ver toda mi trayectoria, mi rumbo, cosa que yo tan solo veo lo que tengo delante de mí porque Él mira nuestro corazón y nuestros pensamientos y nuestras intenciones.
Conclusión: No debo preocuparme mas de lo necesario y confiar plenamente en Cristo, lo comentado anteriormente es una carga y como tal se ha de depositar en las manos de Jesús para poder liberarme del peso. Él sabe que somos de barro y muy frágiles, Él es tan maravilloso y nos ama tanto que nos comprende enseguida, antes de que le pidamos cualquier cosa. Cuando mas oremos y mas lo escuchemos leyendo Su Palabra las demás cosas vendrán por añadidura, te resulta familiar esta frase?
Ricardo Andreu