El arte de la guerra

 Es un arte difícil asediar tus labios,

en el fulgor de la batalla,

es ya un arte olvidado,

tomar puesto de avanzada y conquistar tu cintura,

despojarte de tu ropa y hacerte prisionera,

en el campo de concentración de mis brazos,

hasta que te rindas sonriente y dejes de pelar por tonterías,

hasta que depongas tus armas y entiendas,

que es mejor estrategia una sonrisa,

que es mejor usar la armas insidiosas de tus piernas,

que la mejor ofensiva es cautivar y convencerme,

de que tienes razón con un beso y una caricia,

hacer que me rinda a tus encantos

feliz en tu regazo, rendición completa e incondicional...