03 - Qué podemos aprender del jazz

Aquí está el guión que envié a Ramón. Evidentemente, luego nos fuimos por las ramas.

Tengo la sesión en audio, pero no está completa. Sólo a partir, más o menos, del punto 2.

También hice un pequeño resumen en mi blog:

http://luistarrafeta.com/2015/02/12/ejercicio-3-de-la-pintura-al-teatro-a-traves-del-jazz-i/

El ejercicio que había planeado, nos lo llevamos a la sesión 4.

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1) Según definiciones, las características diferenciadoras del jazz son:

  • Una cualidad rítmica especial conocida como swing;

  • El papel de la improvisación;

  • Un sonido y un fraseo que reflejan la personalidad de los músicos ejecutantes.

¿Nos puedes explicar brevemente cada una de ellas y en qué se diferencian de otras formas más "clásicas" de hacer música?

2) Supongo que, de cara a aplicarnos alguna lectura nosotros, la principal diferencia es lo "estático" del resultado frente al dinamismo de la improvisación. Al final, nosotros no solemos poder llegar más que a un texto. (En poesía hay recitales, pero en narrativa lo más cercano podrían ser los "cuentacuentos" o "storytellers"). Sin embargo, sí es posible que podamos aprender de esa forma de trabajar para conseguir resultados más espontáneos.

¿Cómo es el ensayo de un músico de jazz? ¿Cómo es el método? ¿En qué tipos de actividades se gastan las horas? Cuéntanos un poco como es eso de interiorizar para poder improvisar.

¿Cuál es el resultado de ese trabajo cuando llega el concierto, en qué se nota? ¿Se consiguen efectos "inesperados" y sorprendentes a los que no se llegarían en los ensayos? Moverse libremente acostumbrado a unas cadenas?

3) En el artículo "La música de las palabras", que habla de Cortázar y su relación con el jazz, se dice esto:

El jazz tuvo una gran influencia en mí porque sentí que contenía un elemento que no contiene la música que se toca a partir de una partitura [...], la increíble libertad de la improvisación permanente. Ese fluir de la invención interminable tan hermoso me pareció una especie de lección [...], de ejemplo para la escritura: darle la libertad, la invención, no quedarse en lo estereotipado, no repetir partituras, simplemente ir buscando nuevas cosas, a riesgo de equivocarse. (Julio Cortázar)

Si no lo has hecho ya, puedes explicarnos el tema del interplay. Y, con esos dos conceptos en la cabeza, ahora igual hablo yo sobre Claudio Tolcachir y la forma en que se trabajó el texto de "La omisión de la familia Coleman" o Larry David en "Curv your enthousiasm".

Aquí se ven muestras del resultado (ya "cristalizado"):

https://www.youtube.com/watch?v=l_1aJOs-RGI

4) Probablemente, el autor en castellano que más se ha esforzado en aprender del jazz en introducirlo en su escritura fue Cortázar*.

Él mismo dice:

"Si vos releés mis primeros cuentos -Bestiario, por ejemplo, encontrarás que el último párrafo de todos los relatos, el que los define, donde en general está la sorpresa final de lo fantástico, el desenlace (ya sea brutal o patético), está armado sobre un esquema rítmico inflexible. La ubicación de las comas, el encuentro de un sustantivo con un adjetivo, un tiempo de verbo, la caída de una frase hacia el punto final, se dan como, mutatis mutandi, se daría una partitura musical. "

Así que me he ido a Bestiario y he pillado un par de últimos párrafos.

¿Puedes decirnos qué cojones está haciendo aquí para que suenes así? ¿Reconoces algún estándar de jazz? ¿Qué sería el fraseo? (Yo creo que leyéndolo en voz alta, tal vez grabando y volviendo a escuchar, podrías reconocer algo. Pero si quieres te cuento las sílabas a ver qué nos encontramos... ;) )

"He querido en vano sacar los pelos que estropean la alfombra, alisar el borde de la tela roída, encerrarlos de nuevo en el armario. El día sube, tal vez Sara se levante pronto. Es casi extraño que no me importe verlos brincar en busca de juguetes. No tuve tanta culpa, usted verá cuando llegue que muchos de los destrozos están bien reparados con el cemento que compré en una casa inglesa, yo hice lo que pude para evitarle un enojo... En cuanto a mí, del diez al once hay como un hueco insuperable. Usted ve: diez estaba bien, con un armario, trébol y esperanza, cuántas cosas pueden construirse. No ya con once, porque decir once es seguramente doce, Andrée, doce que serán trece. Entonces está el amanecer y una fría soledad en la que caben la alegría, los recuerdos, usted y acaso tantos más. Está este balcón sobre Suipacha lleno de alba, los primeros sonidos de la ciudad. No creo que les sea difícil juntar once conejitos salpicados sobre los adoquines, tal vez ni se fijen en ellos, atareados con el otro cuerpo que conviene llevarse pronto, antes de que pasen los primeros colegiales."

Final de "Carta a una señorita en París", Bestiario.

"No le contesté, el alivio pesaba más que la lástima. Estaba de este lado, el pobre estaba de este lado y no alcanzaba ya a creer lo que habíamos sabido juntos. Lo vi levantarse y caminar por la pista con paso de borracho, buscando a la mujer que se parecía a Celina. Yo me estuve quieto, filmándome un rubio sin apuro, mirándolo ir y venir sabiendo que perdía su tiempo, que volvería agobiado y sediento sin haber encontrado las puertas del cielo entre ese humo y esa gente."

Final de "Las puertas del cielo", Bestiario.

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*Material adicional (por si te sirve).

1) He encontrado un texto, "Poética del cuento de Julio Cortázar" en el que él mismo dice muchas cosas intreresantes como:

Nadie ha podido explicar qué cosa es el swing. La explicación más aproximada es que si vos tenés un tiempo de cuatro por cuatro, el músico de jazz adehmta o atrasa instintivamente esos tiempos, que según el metrónomo deberían ser iguales. Y entonces, una melodía trivial, cantada tal como fue compuesta, con sus tiempos bien marcados, es atrapada de inmediato por el músico de jazz con una modificación del ritmo, con la introducción de ese swing que crea una tensión. El buen auditor de jazz escucha ese jazz e inmediatamente está en estado de tensión. El músico lo atrapa por el lado del swing, del ritmo, de ese ritmo especial. Y mutatis mutandi [sic], eso es lo que o siempre he tratado de hacer en mis cuentos. He tratado de que la frase no solamente diga lo que quiere decir, sino que lo diga de una manera que potencie ese decir, que lo introduce [sic] por otras vertientes, no ya en la mente sino en la sensibilidad. Una doble acción ['00]: el mensaje entra en la inteligencia, pero con swing, el ritmo que hay en la cons trucción (y ésa es la parte musical) entra en el lector por una vía más subliminal, de la que él no se da cuenta. (LFP, p. 169-170).

El cuento tiene que llegar fatalmente a su fin como llega a su fin una gran improvisación de jazz o una gran sinfonía de Mozart. Si no se detiene ahí se va todo al diablo. [...] cambio [de ritmo] que puede ser, en la mayoría de los casos una aceleración. Es una aceleración, es una precipitación del desenlace, que es casi siempre la explicación fatal del cuento. El punto máximo del drama. (LFP, p. 170; el agregado es mío).

(...) he sentido hasta qué punto la eficacia y el sentido del cuento dependían de esos valores que dan su carácter específico al poema y también al jazz: la tensión, el ritmo, la pulsación interna, lo imprevisto dentro de parámetros previstos, esa libertad fatal que no admite alteración sin pérdida irrestañable. Los cuentos de esta especie se incorporan como cicatrices indelebles a todo lector que los merezca: son criaturas vivientes, organismos completos, ciclos cerrados, y respiran. Ellos respiran, no el narrador, a semejanza de los poemas perdurables [...]. La comunicación [entre el poeta-cuentista y el lector] se opera desde el poema o el cuento, no por medio de ellos.

2) Otros textos de Cortázar completos:

https://drive.google.com/folderview?id=0B4gaDeoWyya5SE45SHppakQ1Y1U&usp=sharing