¿POR QUÉ DUAL?

Se trata de un modelo educativo innovador, basado en la formación de aprendices que combina la formación teórica en los centros de estudio, con la formación práctica directamente en la empresa. La principal diferencia con la formación profesional convencional, es que se trata de una formación en régimen de alternancia entre el centro y la empresa, con un número de horas o días de estancia en esta y en el centro educativo de duración variable.

El sistema de formación profesional dual cuenta con una larga tradición en países como Alemania, Austria, Dinamarca, los Países Bajos y Suiza, en la que entre el 40% y el 70% de los jóvenes optan por esta vía.

En general, el centro educativo impartirá los conocimientos teóricos mínimos e imprescindibles y la empresa completará el resto de contenidos, especialmente aquellos vinculados a la formación práctica. Ambas partes se coordinarán para acordar los contenidos teniendo en cuenta el marco específico del título profesional y la normativa específica de cada comunidad autónoma.

Todos los agentes que participan en la FP Dual ganan y nadie pierde:

- LAS EMPRESAS: Al convertirse en una empresa formadora, la compañía establece una estrecha relación con los centros educativos, lo que puede dar origen a numerosos acuerdos y posibilidades de colaboración. Además, la flexibilidad del sistema dual, permite a las empresas añadir temario complementándolo a sus necesidades productivas. Todas estas actividades se pueden englobar dentro de su estrategia de responsabilidad social corporativa.

- LOS ALUMNOS: Las ventajas para el alumno son claves, ya que por un lado se le facilita la entrada directa al mercado laboral con una profesión enfocada a las necesidades de las empresas y una formación de calidad, y por otro lado, recibe una remuneración económica por su trabajo. El prestigio de estos estudios en países extranjeros mejora la proyección laboral de los jóvenes más allá de nuestras fronteras.

- EL CENTRO EDUCATIVO: Los puentes que tiende este sistema de formación entre el centro de estudios y las compañías, provocan que los centros aumenten sus conocimientos del mundo laboral, y por tanto es más rica la formación que pueden ofrecer tanto a sus alumnos como a sus docentes.

LA SOCIEDAD: Los beneficios sociales de instaurar un sistema de formación de aprendices de calidad son incalculables, comenzando por la disminución del desempleo de las capas más jóvenes de la población, pasando por la reducción de las tasas de abandono escolar, ya que se ofrecen más oportunidades de futuro a los jóvenes; así como por la formación de un tejido empresarial involucrado en el desarrollo y el crecimiento social sostenible.