LOS RELIEVES TERRESTRES
SU FORMACIÓN
La superficie terrestre no es lisa: adopta diversas formas, como montañas, valles, llanuras, etc. que constituyen el relieve. Éste es el resultado de un proceso de millones de años en el que han intervenido dos factores:
Fuerzas internas de nuestro Planeta (movimientos de las placas de la corteza terrestre, terremotos, volcanes, etc.), que provocan el surgimiento del relieve. Por ejemplo, muchas montañas han aparecido como consecuencia del choque de placas.
Agentes externos (viento, lluvia, nieve, hielo, cambios de temperatura, acción del agua, etc.) que provocan la erosión, es decir, el desgaste y modelado del relieve.
Las fuerzas internas y los agentes externos actúan constantemente, por lo que el relieve del planeta Tierra está sujeto a cambios constantes.
El relieve continental
Las principales formas del relieve de los continentes son:
Montañas: son elevaciones del terreno en forma cónica. Pueden aparecer aisladas o agrupadas.
Una sierra es un conjunto de montañas de menor altura, de poca extensión y de cumbres redondeadas.
Una cordillera es un conjunto de montañas de gran altura, de mucha extensión y de cumbres puntiagudas.
Llanuras: son extensiones amplias de tierra llana situadas a poca altitud sobre el nivel del mar.
Mesetas: son extensiones amplias de tierra llana situadas a una cierta altitud sobre el nivel del mar. Suelen presentar escalones.
Valles: son superficies de terreno hundidas, de forma alargada entre cordones de montañas; por su fondo suele correr un río.
El relieve costero
En las costas, la erosión realizada por el mar da lugar a formas de relieve propias, entre las que destacan:
Playa: zona de costa baja y suave donde el mar deposita arenas y gravas.
Acantilado: zona de costa elevada y rocosa que forma paredes escarpadas.
Golfo: entrada del mar en la tierra de forma redondeada. Si es de pequeñas dimensiones, se denomina bahía.
Cabo: parte de la costa que se adentra en el mar.
Península: porción de tierra rodeada de agua por todas partes, menos por una (itsmo) que une la península a un continente.
Isla: porción de tierra rodeada de agua por todas partes.
Archipiélago: conjunto de islas cercanas unas de otras.
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El relieve oceánico
En las tierras sumergidas también existen diferentes formas de relieve:
Plataforma continental: prolongación de los continentes bajo el mar hasta aproximadamente los 200 metros de profundidad.
Talud continental: pendiente que separa la plataforma continental de la llanura abisal.
Llanura abisal: zona llana en el fondo de los océanos, que oscila entre los 3.000 y los 6.000 metros de profundidad.
Fosa oceánica: zonas hundidas, estrechas y alargadas, que alcanzan una profundidad de unos 11.000 metros.
Dorsal oceánica: extensa cordillera submarina; puede emerger y dar lugar a islas.
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