Junta de Condominio La Rosaleda

En tal sentido la Junta de Condominio quedo conformada de la siguiente manera:

Antes que todo reciban un Respetuoso y Cordial Saludo de parte de todos los integrantes de la Junta de Condominio La Rosaleda para el periodo Sep. 2015 – Sept. 2016.

La presente es para hacer de su conocimiento que en Asamblea General de copropietarios realizada el jueves 03SEP15, se efectuó la Elección de la Nueva Junta de Condominio, quedando pendiente la “aprobación” del informe de gestión de la junta de condominio saliente.

Así mismo hacemos llegar nuestros sinceros sentimientos de agradecimiento y reconocimiento a todos aquellos co-propietarios que nos acompañaron en la realización de tan relevante actividad, en cumplimiento de nuestras obligaciones relacionadas al principio de corresponsabilidad de todos los integrantes de la comunidad, establecida en la Normativa Legal Vigente, en la garantía de la administración y buen funcionamiento de los espacios comunes de nuestra Urbanización invitando y exhortando al resto de los copropietarios a continuar trabajando en pro de nuestra comunidad, con los mas nobles principios de participación, cooperación y contribución, como un aporte de la comunidad para dar continuidad a la gestión que con gran esfuerzo se ha venido realizando y para poder mantener un alto nivel de bienestar y seguridad de las personas que cohabitamos en nuestra Urbanización haciendo de nuestro lema una realidad.

¡Construyendo la comunidad que queremos!

Gracias por su Atención.

Saludos cordiales,

Junta de Condominio La Rosaleda

Estimados Vecinos:

La Urbanizacion La Rosaleda es un conjunto residencial fundado en diciembre de 2000, construida mediante proyecto de LA OCV JOSE FELIX RIVAS, esta constituida por 166 casas en un inicio de 54 mts2 y una extension de terreno de entre 170mts2 y 200 mts2, el urbanismo se conforma de 5 calles que son: calle Los Rosales, calle Los Girasoles, calle Las Azucenas, calle Los Tulipanes y calle Las Margaritas, en nuestros linderos nos encontramos entre de la Autopista Regional del Centro y la Via Principal de Santa Ines.

Prologo

Para los vecinos que colaboran en el mantenimiento de nuestros espacios comunes y nuestros valores sociales, la apatía y el individualismo que presenta nuestra sociedad actual y en consecuencia nuestra comunidad es un tema de preocupación

El deterioro de nuestros valores sociales y la falta de intención por impactar positivamente nuestro entorno, hacen que el ambiente donde vivimos pueda dirigirse hacia la anarquía y el descuido.

Entendemos que muchas veces, la falta de información oportuna y de mecanismos que ayuden a integrar a los vecinos y a construir un modelo de convivencia eficaz, constituye un elemento esencial para que las interpretaciones y las especulaciones distorsionen la realidad y en consecuencia, modelen nuestro comportamiento reforzando el individualismo.

En este sentido, y como primer paso para informar y escuchar a nuestra comunidad, hemos tomado la iniciativa de mantener este espacio con el único propósito de informar y crear un espacio para la reflexión colectiva, que nos ayude no sólo a tener mejor calidad de vida, sino a moldear nuestro comportamiento para que cada quien disfrute de sus derechos sin menoscabar los del vecino.

En consecuencia, abrimos este intento por contribuir al establecimiento de la comunidad que todos merecemos.

Vivir en comunidad

Vivir en comunidad requiere de muchos elementos; entre los cuales está el respeto por las normas, la participación y la consideración por el vecino.

En un principio, pareciera que conjugar estos elementos es una tarea fácil y que no requiere de mayores esfuerzos. Nada más alejado de la realidad.

En nuestra comunidad, lamentablemente, el respeto a las normas depende proporcionalmente a la disponibilidad de los miembros de esta comunidad en vigilar su cumplimiento y alertar las desviaciones observadas.

Por su parte, la participación es una palabra que se aleja cada vez más de nuestro vocabulario. Para muchos, participar es solamente dirigirse a la Junta de Condominio cuando existe algún evento de disconformidad. Participar, significa tomar parte en algo, pero también tener parte en una sociedad.

Nuestra comunidad requiere esfuerzos importantes y perentorios en los que la participación juega un papel principal. Culturalmente, estamos acostumbrados a que pequeños grupos de personas dicten las pautas que enmarcan nuestro comportamiento, no sólo porque no nos interese participar en ello, sino también porque creemos que su incumplimiento no tiene consecuencias.

Al siquiera sospechar que nadie vigilará el cumplimiento de las normas y la práctica de los principios y valores, la acción individual siempre se desarrolla al margen de los establecido para el bienestar social. Y es lógico, el bienestar de todos exige esfuerzos individuales y cierto grado de restricción.

Por ejemplo, si alguien en su casa – sumergido en la felicidad absoluta – quiere escuchar música; seguramente no pensará en el vecino que no durmió o que tiene dolor de cabeza. Así que cuando suba el volumen de la música y ajuste los bajos de su equipo de sonido, lo hará porque cree que la libertad de escuchar la música en los niveles que le plazca en su apartamento, no debe considerar su efecto en el entorno.

Nada más marginal y alejado de las buenas prácticas que como vecinos debemos aplicar a diario. El derecho de disfrutar nuestra casa a plenitud, comienza con saber que acciones van en detrimento del bienestar del vecino. La cultura del macho machón, o del malandro de barrio se pudieron justificar en el pasado, pero hoy en día requiere la atención por parte de los vecinos.

Si alguien quiere comprarse un equipo de sonido, debe considerar adecuar los espacios donde estará ubicado para que su disfrute no moleste al vecino. Ya que él (el vecino) seguramente puede comprarse uno más “potente” y al poco tiempo lo que vamos a tener es una guerra de minitecas.

La consideración por los demás no se norma, ya que se supone que el sentido común ayuda a regular las acciones que pudiesen afectar al prójimo. El problema del sentido común es que uno no ve la realidad como es, sino como somos. Y si alguien es desconsiderado por naturaleza, el significado de consideración no será el mismo.

Es por ello que crear un conjunto de normas, principios y valores no sólo nos permitirá disfrutar de mejor calidad de vida, sino que contribuirá a que las distintas culturas individuales logren acoplarse en el marco del comportamiento social de la comunidad.

Es importante que TODOS los que residimos aquí internalicemos la importancia de construir civismo a los efectos de contribuir con una calidad de vida que represente nuestro gentilicio.