La escaramuza

También llamado la quimera. Los jugadores se dividen en dos bandos, y cada uno defiende un extremo del campo; en el centro se pone un peoncillo viejo, un canicón o bolita de madera, que sirve de blanco a los dos bandos. Dada la señal, comienzan todos a darle puyazos, procurando llevarle al extremo del campo enemigo, y el bando que lo consiga gana un tanto. Se pone de nuevo en medio, y no pueden atacarlo los enemigos hasta que alguno del bando que ganó el tanto anterior le haya tocado con su trompo por poco que sea, y así continúa el juego hasta que uno de los bandos gane el número de veces convenido.

También se puede jugar a la escaramuza poniendo tantos peones como jugadores hay de cada bando, y en este caso puede jugarse de dos maneras:

1.- atacando todos a todos los peones puestos, y se cuenta un tanto, ya sea por cada peón que entre en el campo enemigo, ya por el que haya metido más en cada juego.

2.- cada jugador tiene un adversario y atacan ambos un peón determinado, y los tantos se cuentan como en el caso anterior.