DATOS BIOGRÁFICOS
Allá, por el año 1963, quiso la buena fortuna que naciera en Valsaín, en un entorno tan humilde como querido. Mis padres, Ángel y Araceli; mis dos hermanos, Francisco y Ángel, y servidor, componíamos una familia que no me caben dudas de considerarla feliz. Añoro esa etapa llena de valores, de amor, de respeto hacia mi pueblo y su entorno natural. Y bien digo que no hay éxito mayor que el de aquellos que me inculcaron esa forma de pensar. Lástima que un aciago día de 1979 La Parca se llevara a todo un “chavalote” con una impresionante proyección como fue mi hermano Ángel, y no contenta regresó tres años después en busca de mi padre. Es obvio que tales circunstancias marcaron mi vida; pero ya no es tiempo de tristezas, sino de sentir orgullo.
Fui un buen estudiante, aunque colgué los libros con diecinueve años para cumplir mis obligaciones militares. En esos años alocados de juventud, abandoné los sacrificados estudios y me enrolé en el mundo laboral, que me proporcionaba una economía solvente y una vida más lúdica.
He deambulado por diversos trabajos, algunos en el entorno del pinar. En 1993 aprobé una oposición como peón de carreteras en el Ministerio de Fomento, y en el 2008 me trasladé al Archivo General Militar de Segovia, donde actualmente trabajo.
En el terreno más sentimental, puedo contar que en 1999 contraje nupcias con mi mujer, Maite Isabel. Una relación estable, cuyo punto álgido llegó en el año 2007 con el nacimiento de mi querido hijo Fran. Me complace mi vida y admiro a mi familia, tanto de sangre como política, honrosos compañeros de alegrías y penas.
Busco entre mis recuerdos el origen de mi afición literaria y creo encontrar en la infancia atisbos adormecidos de ella. Sea como fuere, en los inicios de este siglo despertó para gratificarme con un cuento. Y seguirían otros, hasta que en el año 2003 se me ocurrió presentarme al concurso local de “Los Cuentos de La Granja” y conseguí ganar con el relato “Sueños surrealistas en la ausencia”. Mucho debo a ese concurso, que me llevó a una etapa prolífica y a mis primeros escarceos en el mundo de la novela…; hasta culminar en 2012 con “La balada de Natacha”, una experiencia cargada de emociones y muy difícil de olvidar. Ello no es óbice, sino aliciente, para dar continuidad a la creatividad de alguien que se siente a gusto cuando viaja por los campos fructíferos de la imaginación.
José Manuel Martín Trilla
No puedo por menos que dejar constancia de la semblanza que realizara mi mujer, Maite Isabel, sobre mí, y que figura en mi primera novela “La balada de Natacha”. No es pretensión vanidosa ni busco egocentrismo alguno. Más bien es otra visión biográfica realizada por alguien que merece mis máximos respetos.
JOSÉ MANUEL MARTÍN TRILLA
(Valsaín – Segovia, 1963)
Su biografía se centra en un escenario privilegiado por la Naturaleza, sus inquietudes se dirigen al mismo bucólico lugar, el enclave es el centro de su vida y de su creación literaria.
De origen familiar humilde, nace y vive en la localidad segoviana de Valsaín, en el corazón de la Sierra de Guadarrama. A pesar de contar con un expediente académico prometedor, se aparta de los estudios para comenzar a trabajar en el pinar a los 18 años, deambulando en distintas labores, siempre en su entorno cercano, hasta desembocar en su actual trabajo en el Archivo Militar ubicado en el señorial Alcázar de Segovia.
La creatividad y naturaleza polifacética han encaminado a nuestro autor a destinar parte de una vida dedicada a su familia y a su pueblo, de los que se siente muy orgulloso, a plasmar la faceta de escritor y, como no podía ser menos, ha mezclado la realidad que toda su comunidad le ha transmitido con la ficción fruto de su privilegiada imaginación. Su “Balada de Natacha” expresa el sentir, el saber, la historia, el esfuerzo, los valores, el carácter y casi hasta el aroma de las gentes de Valsaín.
Esta es la primera novela que ha “osado” publicar, con la ilusión de transmitir a los lectores un retazo del sentimiento que profesa hacia su pueblo y pretende así rendir un merecido homenaje a todos sus paisanos.
Maite Isabel (año 2012)