Sindicalista

La Revolución Industrial impone una transformación de los modos de producción y origina el surgimiento de una nueva clase social, el proletariado. Explotados, sin derechos y hacinados en infraviviendas, comienzan a organizarse en asociaciones que darán lugar a los sindicatos de trabajadores. Sus protestas, revueltas y huelgas hacen que consigan la jornada laboral de ocho horas, el derecho al descanso y al ocio.

Gracias a la lucha de estos primeros obreros, que acabó con la vida de muchos de ellos, hoy disfrutamos de unas condiciones laborales que con la actual crisis económica están empezando a sernos arrebatados ante nuestra pasividad. Recordar a estos hombres y mujeres que dignificaron la vida de los trabajadores de todo el mundo puede que nos sirva para creer que no todo está perdido.