HISTORIA DE PAJARES

EN CONSTRUCCIÓN

Descendientes de Solar de Tejada en Pajares:

Para hacernos una idea de lo que era El Solar y su importancia en el Municipio podemos ver El Solar de Tejada.

Y también para ver lo que podría ser Pajares desde el siglo tenemos que recurrir a los archivos del Solar de Tejada, que son los primeros escritos que tenemos para acercarnos a los que vivían entonces. A partir de 2006, San Martín Pérez ha investigado sobre los descendientes de algunos apellidos que provienen de este Solar y que se afincaron en nuestra población:

El Linaje de los Codés. Marqueses del Romeral y de Montesa.

Segunda rama de los Codés de Pajares.

APELLIDOS: Codés y Salvador, Martínez de Viana e Íñiguez, Viana Martínez y Codés, Viana Martínez y Márquez, Arenzana y Sánchez, Arenzana y Calderón, Viana y Codés, Codés y García, García de Ortega, Codés y Herce, Codés y Hernández, Codés y Muro, Codés de la Pinilla y Muro, Codés y Herrero, Pérez y Lomo, Codés y Pérez, Castro y Bernal, Codés y de Castro, García de Olalla y Hernández, Codés y García de Olalla, Río y Rubio, Codés y del Río, Martínez Riscos y Pérez, Codés y Martínez, Codés Riscos Tejada y Martínez, Torre y Hernández Brunete, Codés y Torre, Codés deTejada y Blanco, Codés de Tejada y del Río, Blanco y Rubio, Codés y Codés, Codés Tejada y Codés Tejada, Codés y Arcipreste, Codés Tejada y Blanco, Arcipreste y Herce, Jorro y Martínez Terroba, Codés y Jorro, Codés y Terroba.

Títulos: Señores de Tejada.

Catastro del Marqués de la Ensenada (1749)

En total había 375 ovejas; 1.404 cabras y 37 vacas (aquí no entran el máximo hacendado que aparece en el gráfico, y que posiblemente era propietario trashumante). También es de destacar el gran número de cabras (sin duda para el aprovechamiento de la leche), proporcionalmente al número de cabezas de ganado total que había, y la escasa cantidad de vacas.

8 vecinos poseían entre 25 y 49 ovejas, y 24 vecinos menos de 25.

Lo que nos hace reflexionar sobre las penurias por las que podrían pasar.

Nacimientos entre 1750 y 1800: Efectos de la trashumancia

Sin duda uno de los datos más significativos ha sido el plasmado mes a mes, y año tras año en la parroquia, en la iglesia. El número de nacimientos, por la fecha bautismal dejada, nos hace adentrarnos en aquella sociedad de hace siglos que vivía sobretodo dependiendo de la trashumancia.

Efectos de la trashumancia en los nacimientos

Enormemente significativo es el número de nacimientos que en la segunda mitad del XVIII reflejaba el tiempo en que los varones volvían a llegar al pueblo, como pastores trashumantes que eran, a finales de la primavera y principios del verano. Todos los años se volvían a repetir la mayoría de los nacimientos en los mismos meses del año: Alrededor de 9 meses después de haber llegado al pueblo. Así en Febrero, Marzo, Abril y Mayo, se celebraban el mayor número de bautismos.

Pajares de Cameros en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histótico de España.. de Pascual Madoz

Pajares en 1850 según Madoz

Sobre el Servicio Militar

Las deserciones en el ejército, sobre todo en el siglo XIX y principios del XX, aunque no existan datos de muchas de ellas, hay que relacionarlas con la búsqueda de otros lugares de residencia para fraguarse un mejor porvenir y huir del servicio militar largo, que los llevaba a las guerras tanto en el territorio español como del Norte de África, que tantas bajas proporcionaban. En este contexto hemos de situar a estos dos prófugos: José M. Almondarán Torres (12/09/1858) y Julián Carnicero Hernández (no Hernáez) (2/02/1857) (las fechas son del día de su bautismo).

Boletín O. de la Provincia de Logroño, 24/12/1880

Como sabemos era relativamente frecuente no presentarse para el alistamiento obligatorio en el ejército o desaparecer cuando llegaba el momento de incorporarse. En ocasiones la ida a América o a no se sabe que lugar era motivo para aparecer en el B.O. de la Provincia “en busca y captura”. Esto último pasó con Pedro Torre Herreros (23/01/1870) nacido en Pajares e hijo de Lorenzo Torre y María Herreros.

En el B. O. de Guadalajara apareció este anuncio en 1890.

La emigración

La historia de un pueblo es la de los que han permanecido, pero también de los que se han ido por no poder continuar al no haber medios de vida, o al encontrar un porvenir mas próspero fuera de la población que les vio nacer.

Desde siglos anteriores algunos del pueblo, aunque en menor número que en Lumbreras, se habían ido a América, uno de los últimos fue D. Pedro Muro y familia, que partió hacia el año 1955.

Sin embargo, entre 1880 y 1930 fueron muchos los que “cruzaron el charco” y se fueron principalmente a Argentina y a Chile. Mirando sus apellidos, reconoceremos, no solamente a algunos convecinos sino a familiares que nos dejaron, la mayoría para no volver: Emigración a América desde Pajares.

Entre los muchos que no se presentaron para hacer el Servicio Militar está Pedro Hernández Torre (30/04/1888) hijo de Tiburcio y Laureana, pero en este caso se conocía su destino. Mirando entre los emigrantes lo vemos en las listas de los que se fueron a Argentina entre 1880 y 1930.

Apareció como prófugo en 1910.

Otros durante el primer tercio del siglo XX emigraron a diferentes partes de España. Así por ejemplo, Crispín Gallego Romero (14/07/1914), hijo de Dositeo y Ángela, que se fue a Santa Margarita y Los Monjos (Barcelona). Sin embargo la Guerra Civil se le cruzó en el camino como a otros muchos. Veamos la siguiente nota:

Listado de asesinados, fusilados.. (navioanarquico.org)

Seguro que otro ejemplo de emigración familiar fué el de la familia Juez Gómez, de esta población. Su hijo Luis Vicente Juez Gómez, nacido en Pajares fue campeón del mundo de vuelo sin motor. Podemos ver su biografía deportiva en la web Hijos Ilustres del Municipio de Lumbreras.

Los últimos emigrantes a América desde Pajares

En el otoño de 1956 embarcaron dos famílias: El matrimonio formado por Mª Isabel Hernández-Campo García y Eusebio Sánchez-Lollano (Villoslada) juntamente con sus hijos Alfonso y Mª Consolación y la otra de Pedro Muro e Irene Cillero y algunos de sus hijos.

Mª Isabel Hernández-Campo (Fot Mª Pilar Sánchez)

Foto de boda de los novios Eusebio (Villoslada) y Mª Isabel (Pajares). (Fot. Mª Pilar Sánchez)

Después de 1960, con el progreso de la industrialización en Logroño, Vitoria, Bilbao.., y con la previsión de la construcción del pantano, numerosas familias con hijos en la edad de comenzar a trabajar, iniciaron una emigración a Logroño, principalmente, que continuó hasta la realización de la obra. Las jovencitas también dejaban el pueblo y marchaban a trabajar a fábricas, o “a servir” y a disfrutar de la ciudad.. Muchos de los que se fueron, como decían, “no miraban atrás”. Les iba tan bien en la capital que si no dejaban familia cercana no volvían. La escasa producción agrícola, el frío durante el invierno y la “exclavitud” del ganado al que hay que atender en todo momento hacían que la salida no fuera traumática. Las casas no habitadas se fueron cayendo y las que continuaron en pié fue porque algún vecino las seguía utilizando para el ganado. Un árbol, al Este, a la entrada del pueblo, era el distintivo invariable que nos adentraba en su calle principal.

Los niños venían durante el verano.

El castaño, a la entrada del pueblo, era el testigo privilegiado de todo lo sucedido durante el siglo XX.

Los últimos años hasta la salida de los habitantes, que quedaban en el Pueblo, hacia San Andrés y Lumbreras, fueron difíciles por la molestia de las obras.

Pajares en el recuerdo

Descendientes de Pajares residentes en Chile (Eusebio y Mª Isabel) con antiguos convecinos, en fotos que ya no se pudieron hacer en Pajares:

Eusebio Sánchez (con los brazos cruzados), con antiguos convecinos de Pajares y San Andrés (Fot. Mª Pilar Sánchez)

Mª Isabel Hernández con Josefa Las Heras, haciéndole una visita en Torrecilla. (Fot. Mª Pilar Sánchez)

El matrimonio chileno y su hija Mª Pilar con Isabel Muro en Lumbreras. (Fot. Mª Pilar Sánchez)

Juan Manuel Palomar y Antonia Carnicero reciben al matrimonio en Logroño. (Fot. Mª Pilar Sánchez)

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