POR QUÉ ESTUDIAR GRIEGO MODERNO
Introducción
El griego moderno es actualmente la lengua oficial en Grecia y Chipre y, además, se habla en diversos puntos del Mediterráneo levantino desde Italia hasta Egipto (cf. Horrocks y Tonnet). Es lengua comunitaria y la documentación de la Unión Europea se encuentra traducida a ella (Clogg). El griego fue la lengua de cultura del Mediterráneo Oriental desde las conquistas de Alejandro Magno y el Helenismo hasta la caída del Imperio Bizantino, y siguió siendo extensamente empleada tras la conquista otomana. El griego moderno actual es la continuación de más de tres milenios documentados de lengua.
El griego moderno y la traducción técnica
En la actualidad muchas empresas españolas se están estableciendo en Grecia o están realizando trabajos en ese país -fundamentalmente de obra pública- y necesitan la traducción al español y al griego de abundante documentación técnica y legal. Dichas empresas se dedican a los sectores de la alimentación, las telecomunicaciones, la banca, la construcción y las energías renovables, todos ellos sectores en los que España ocupa un puesto importante. Así, por ejemplo, la construcción de numerosos tramos de la autopista Ionia Odós que recorre Grecia occidental de norte a sur desde Ioánnina a Patras y la ampliación del metro de Atenas han sido realizadas por empresas españolas.
Literatura neohelénica
Aparte del interés práctico comercial del aprendizaje de dicha lengua existe una ingente literatura neohelénica por conocer y traducir al español que va más allá de Kavafis y Seferis (premio Nobel de literatura): Andreas Karkavitsas, Stratis Myrivilis, Elias Venezis, Petros Márkaris, etc., son sólo algunos de los nombres de una interesante literatura a la que por ahora casi solo se puede acceder sabiendo griego moderno (cf. Beaton y Politis).
El estudio del griego moderno
El aprendizaje del griego moderno es relativamente fácil para los hispanohablantes. Todas las gramáticas de esta lengua (cf. Mackridge) comienzan comentando que su alfabeto fonético es prácticamente idéntico al del español, de modo que un estudiante español de dicha lengua alcanza normalmente un nivel muy próximo al de un nativo. Al final del primer año de estudios el alumno tiene el conocimiento suficiente para poder ir a Grecia o Chipre y comunicarse con suficiente soltura. El planteamiento de las asignaturas es fundamentalmente práctico y los profesores que la imparten tienen preparado material específico para facilitar el aprendizaje. Al final del primer curso el alumno dispondrá de un conocimiento de unos 1500 lemas de frecuencia. Dicho vocabulario cubre aproximadamente un 75% de cualquier texto (cf. Nation). Las clases estarán impartidas por profesores nativos y profesores españoles que trabajan como traductores jurados e intérpretes del Ministerio de Asuntos Exteriores de España.