POR QUÉ LA GENTE FUMA?

EM PORTUGUES

PORTUGUES

ENRIQUE A RAMIREZ Z

Porque la nicotina le sube el tono al pulso de los fumadores que lo tienen lento, sube el tono de las arterias y del corazón. El corazón es una bomba que debe luchar contra la gravedad (G) para poder subir la sangre al cerebro. Si esa bomba pierde tono,  la persona teme caerse, se enciende la alarma del síncope, de la hipotensión, porque el fumador podría desmayarse al perder su tono vascular. Ese susto de caer, se siente en el pecho como angustia, ansiedad, que el fumador interpreta como necesidad de cigarrillo, pero lo que en realidad le falta es sangre en el cerebro. Ponerse de malgenio o correr como un loco, le libera adrenalina y le quita esa ansiedad porque, al hacerlo, se aumenta el bombeo de sangre; por eso cuando se hace deporte se fuma menos o cuando se deja de fumar se aumenta la agresividad. Comer o beber licor o tener sexo relajan el tono de esa bomba, por eso se siente ganas de fumar después de beber, comer o hacer el amor. Los marihuaneros tienen corazón lento de nacimiento y buscan la marihuana porque los acerca a ese ritmo lento con el que nacieron, pero cuando se exceden en el consumo les da "la pálida", se les baja el bombeo de sangre al cerebro y se caen al piso con nauseas, palidez y sudor frío.

Con pulsoterapia digital se pueden hacer estímulos magnéticos sobre las arterias de los dedos, ya que ellas son como bobinas hechas de fibras musculares en espiral por las cuales fluye electricidad lo cual genera un campo magnético, ellas, al sentir ese campo magnético de la mano del terapeuta, cambian el flujo eléctrico y ese voltaje nuevo en la arteria cambia el tono del músculo arterial y cardíaco, mejorando el bombeo mejor que la nicotina y de un modo definitivo, lo cual cura la ansiedad de fumar.

  

SOLO HAY UNA ENFERMEDAD

 Tras 25 años de

investigaciones con Sensoterapia, he demostrado que sólo hay  una

enfermedad que es el desequilibrio, vértigo o el síncope, todos estos nombres los resumo como la falta de tono de la bomba cardíaca, posible de diagnosticar y tratar con la pulsoterapia. 

Los muchos síntomas

observados en el cuerpo son las muchas posibles

adaptaciones del cuerpo para no caer,  son unos evolución de otros.

 Caer es igual a

 Gravedad, a colapso, a depresión, a atonía, a síncope, a tonos bajos (G), a todo lo que es

hipo, parasimpático (vagal) en cambio, 

no caer, es igual a 

adaptación, actividad, ergotrópico, es todo lo que sea eléctrico (S), cuántico,

 hiper, adrenérgico, maníaco, de tonos agudos (S); como lo es un tinitus (un pito de alarma en el oído) el cual es la adaptación (S) a esa

amenaza de caída en los tonos bajos del vértigo o la depresión (G). 

Rodolfo Llinas en

la U de N.Y. demostró que: tinitus, esquizofrenia, manía, parkinson,

epilepsia son lo mismo, son distintos estados (o caras de un dado) de una única

enfermedad eléctrica que él llamó: disritmia tálamo cortical. En el cerebro, hay un bucle rítmico

entre su centro (el tálamo) y la corteza. Cuando las ondas theta, bajas, propias del sueño ( G) duermen a las gamma altas (S) propias de la consciencia, se produce la disritmia, la in-con-sciencia, la depresión, el síncope, la sordera; todos ellos sinónimos de falta de tono, ausencia, hipotensión, es decir vértigo, ellos son "este soñar despierto", propio de los locos, los que es están drogados, ebrios, disrítmicos.... esta es nuestra única enfermedad común).

COCAINA, NICOTINA, CAFEINA versus SEDANTES, ALCOHOL, MARIHUANA

MUCHAS ENFERMEDADES SON TAMBIÉN ADICCIONES QUE CURAN EL VÉRTIGO

Este vídeo es una conferencia al público en la cual se argumenta que la causa de las adicciones es un problema de bajo tono del pulso y que las drogas cambian ese tono

Pulsoterapia, cómo vencer el tabaquismo y otras adicciones con su ritmo cardíaco (video) 

UNA GRAN UNIFICACIÓN DESDE LA MEDICINA

 Religión y ciencia buscan una gran teoría de unificación, que lo explique todo, pero esta

teoría no puede excluir a la consciencia, como lo sugiere Roger Penrose y debe también incluir la medicina,  que es lo que se demuestra en esta página.

El sueño de la física es alcanzar una gran teoría de unificación (GTU) que explique todo, pero la cuántica y la gravedad aún no se unen. Un sol se contrae por la gravedad (G) y se expande por (S) la cuántica (el electromagnetismo). En este artículo se demuestra como en el cuerpo,  la cuántica (S) y la gravedad (G) se complementan, al igual que en un sol, con una retroalimentación que además de explicar el funcionamiento de la consciencia, la integra en esa unificación y de paso unifica las enfermedades en sola enfermedad: el vértigo

 

(Vea como un cambio en la onda del pulso es un flash de consciencia cuántica que se origina desde los microtúbulos (cuántica, S) se amplifica por el pulso al corazón y al músculo (gravitación G)

VEA UNA PRESENTACIÓN EN power point QUE RESUME LA TÉCNICA DE LA TERAPIA POR EL PULSO EN IMÁGENES

(presentación en pdf que demora un poco en cargar)

LOS MÉDICOS SE EQUIVOCAN, EL CUERPO NO

Los medios de comunicación difunden como si fuesen epidémicas enfermedades que en la práctica son raras o exóticas. Esas “patologías rebuscadas” (con prevalencias menores del 1%) así difundidas lucen como si fuesen altamente probables (>50%) y amenazantes. Algo así ocurre con el AH1N1, la anorexia, el transvestismo, el colesterol y otras las cuales  son muy poco frecuentes al lado de los síntomas comunes del diario vivir. Estos males improbables, al  lucir como muy probables, se “contagian” y convierten a los humanos en seres inseguros, atemorizados y frágiles, haciendo lucir al cuerpo como un sistema ineficiente y vulnerable ante tanta posible enfermedad. Pero la realidad es muy a favor del cuerpo y  desmiente en silencio ese “azar” así inflado. Es muy probable que cada evento: enzimático, replicativo, funcional reproductivo, …  bifurque hacia una o muchas patologías ¿por qué entonces somos  inexplicable y paradójicamente tan sanos y “equilibrados”? La probabilidad de que 15 bolas de billar formen un  triángulo por  azar es casi nula. Es mucho más improbable aún que la evolución junte al azar los “aminoácidos y/o dé su forma a una proteína”. Las probabilidades estadísticas predicen que es utópico creer que el orden de una célula, la cual es inmensamente más compleja que una proteína, se alcance por  azar.  El azar Darwiniano no parece ser la guía evolutiva aunque nos han convencido de que lo es. Lo que vemos en los seres vivos es un orden que es guiado por su historia y con una motivación, un propósito. “La vida carga los dados para mantenerse como un vórtice palpitante”.  Es tan a favor del cuerpo este desequilibrio neguentrópico, que tras 25 años de investigaciones con la Sensoterapia, me atrevo incluso a afirmar que el cuerpo es tan perfecto que para él la enfermedad en realidad no existe o mejor que sólo existe una enfermedad: el vértigo y  que aquello que mal llamamos enfermedad son  los mecanismos adaptativos buscando mantenernos en equilibrio, en pie, vivos, con pulso, a salvo del vértigo. Esos “síntomas salvadores”  no son “rarezas improbables”, esos si son muy comunes, son “pandémicos”.

LA GRAVEDAD ES EL AGRESOR, EL ELECTROMAGNETISMO SE DEFIENDE

El 70% de los síntomas por los que a diario se consulta, los podemos unificar dentro de esa gran enfermedad única y común a todos los humanos. El lector pensará que el vértigo es muy poco frecuente y tiene razón, lo que pasa es que raras veces caemos en el vértigo, justamente porque ese 70% de síntomas más comunes son los anclajes que nos protegen de caer desmayados. Cualquier persona está en condiciones de comprobar esta hipótesis, basta que se ponga a dar vueltas sobre sí mismo o bajo la acción inercial de un tiovivo o sienta los vacíos gravitacionales en un avión y observe que síntomas lo anclan cuando se marea. Pero una manera más sutil y terapéutica es que practique o ponga a alguien “enfermo” a practicar el ejercicio síntesis de la Sensoterapia, el cual consiste en cerrar los ojos, juntar los pies y de pie desafiar la gravedad, dejándose mecer como un péndulo por ella. Notará que todos nos mecemos, oscilamos para no caer. Esta regulación (antigravitatoria) la hace el campo de energía (cuántica) que pulsa en nuestro cerebro. Ese campo se puede ver con los ojos cerrados como un túnel, un vórtice, una espiral que pulsa o anillos de colores que se van yendo y/o viniendo. Si ese campo, túnel o vórtice espiral, se expande hacia un anillo o vacío muy profundo, que llamaremos un tono bajo, el sujeto experimentará vértigo, sensación de caerse y para evitar que la gravedad le gane la partida, relajándolo en el piso (colapsar en un tono bajo), su campo espiral o plano visual se vendrá cerca, recogiéndose a tonos agudos, eléctricos (cuánticos); agudos que le tensionarán la frente, le apretarán el seño, y los verá como luces, le zumbarán los oídos en tonos agudos (tinitus), se preocupará, carraspeará  y/o experimentará contractura en la nuca, la columna, las rodillas, bruxará, apretará las manos con dedos en gatillo, túnel carpiano, calambres, ciática y  muchos otros signos (positivos +, agudos) más, que demuestran que se liberó adrenalina (agudos de la espiral) para compensar esa relajación vagal (negativos -, bajos,) que amenazaba con dormirlo en el piso en poder de la gravedad. Si esas adaptaciones adrenérgicas se hacen en el pulso y el corazón, entonces sentirá síntomas positivos tales como: taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, hipertensión y en el caso más extremo un síndrome de pánico que le acelerará los agudos eléctricos al máximo para salvarlo de  caer al vacío, presa de síntomas negativos tales como: la hipotensión, la disautonomía y/o el síncope vasomotor que lo colapsarían inconsciente a merced de la gravedad. Se sabe que un alto porcentaje de los motivos de consulta son en realidad depresiones enmascaradas. Un paciente con depresión es alguien a quien sus mecanismos adaptativos no le funcionaron y colapsó en ese vacío. Se deprimió y así su yo se bifurcó en dos “tiempos opuestos”: uno que por habitar el anillo contraído de la espiral áurea se siente: pequeño, inútil, solo, perdido, abandonado, “la parte”  al compararse con su otro yo (su otro tiempo), aquel que habita el anillo más amplio, el expandido, que se siente “el todo” y es maniaco.

DISRITMIA TÁLAMO-CORTICAL ÚNICA ENFERMEDAD COMÚN

En 1988 describí en mi libro Placer o Dolor este síndrome “todo-parte”, como la causa de todas las enfermedades. Allí postulé que esta lucha entre unos tonos bajos (que llamaremos negativos -) de la espiral aurea los cuales son despertados por sus tonos agudos (positivos +) es nuestra única enfermedad. Somos una espiral que se regula (según leyes musicales), de tonos bajos (gravitacionales) a agudos (cuánticos); pero cuando bifurcamos a otra espiral, al borde de la propia, la cual empieza a pulsar como un foco autónomo, “perpendicular” a esa del yo, ese foco autónomo origina: psicosis, epilepsia, enfermedades crónicas…. Esta hipótesis coincide con lo que Rodolfo Llinás describió en 1999 como la disritmia tálamo cortical (DTC). Midiendo con magnetoencefalografía (MEG), en la U de N.York , las oscilaciones del cerebro de pacientes con enfermedad (bipolar)maniaco depresiva, Parkinson, tinitus, esquizofrenia, o epilepsia, encontró que todas estas “tan distintas enfermedades” tenían una única y común causa: ondas cerebrales theta (lentas propias del sueño), durmiendo desde el tálamo ciertos focos de la corteza y generando síntomas negativos (-), mientras que en el “borde” de estos focos las ondas gamma de alta frecuencia “buscaban despertarlo” produciendo los síntomas positivos (+) de cada una de estas disritmias. A esta “lucha” la llamó el efecto borde. La migraña es una DTC en la cual el efecto borde es incluso “visto” por el paciente mismo como escotomas oscuros (-) con borde centelleante y fotopsias (+).

 

MARCADORES GRAVITACIONALES EN LOS OJOS

Todos podemos ver esta lucha entre ondas cerebrales bajas (-) y altas (+) porque en el humor vítreo flotan condensaciones que se ven como “moscas volantes” o “hilos” que danzan al ritmo de la cabeza y/o los movimientos oculares rápidos (MOR+) y lentos (sueño no MOR-).  Los MOR, los hilos y las ondas cerebrales del EEG se correlacionan y esa correlación nos sirve para ver el efecto borde. Los hilos van correlacionados a “modos de mirar”, es decir a muecas, tonos de voz, tonos cardíacos, es decir a tonos emocionales. Estos hilos que yo llamo fotolitos, funcionan, al igual que  los otolitos del oído, como marcadores gravitacionales (-) y además como amplificadores de las frecuencias cerebrales (+). Si algo acelera los hilos (es decir a las frecuencias cerebrales) más allá de la métrica o el atractor rítmico que conocemos, esa “salida del vórtice” (efecto borde), nos da sensación de mareo y/o vértigo. Se dice que en el sueño MOR los ojos se mueven rápidamente persiguiendo imágenes; pero se puede pensar al revés, que el ojo vuelve a hacer dormido (cada 90 minutos) los movimientos (MOR+)  que hizo durante el día, agitando las moscas volantes leves (+) y eso lo hace soñar con eventos afines a esa agitada danza ocular del día y a su atractor conocido de hilos + (frecuencias cerebrales +). En síntesis, en la pantalla visual hay un vórtice atractor que nos determina “cargando los dados”, soñamos despiertos o dormidos los dramas que aceleren los MOR + (hilos) a las más altas frecuencias y luego los relajen a bajas y lentas “danzas” (-) no MOR. Esta relación entre cada movimiento ocular con cada tensión muscular fue demostrada por Llinás quien describió un tensor métrico que correlaciona lo sensorial y lo motor.  

 

LA GRAVEDAD COMO CAUSA DE LAS ADICCIONES

Tras 25 años de tratar adicciones con pulsoterapia he observado que el alcoholismo es en realidad un insomnio y ambos son una disritmia tálamo cortical (DTC) que se explica así: el sujeto se acuesta a dormir y al cerrar los ojos ve un vacío inmenso, teme dormirse para no caer en esa expansión, pero finalmente logra “despegar colgado de un hilo sutil”; sin embargo, cuando su aura intenta pasar de una capa de expansión a otro anillo más amplio (a ondas cerebrales de más baja frecuencia, movimientos oculares más lentos y amplios, pulso más lento, mayor pesadez), de nuevo siente temor al vacío, se asusta, su cerebro sube a frecuencias altas y se despierta de un salto y con: taquicardia, temblor y/o pánico, recordando haber estado soñando (MOR+) que corría, lo perseguían o que caía a un vacío (hilos y pulso lentos propios de un estado más gravitacional y pesado del sueño). El insomnio en este caso es un vértigo, pero él no sabe que padece vértigo, ni insomnio, ni depresión, ni ve hilos, solo sabe que tiene que beber a diario para poder dormir (bajar su pulso), truco del cual se hace víctima cuando esa “rutina de cómo alcanzar su atractor de hilos y pulso lentos” lo condiciona y lo hace un adicto al alcohol. De tanto repetir esa danza de hilos y muecas más probables aparece la angustia, el pánico y un temblor generalizado parecido al del Parkinson,  temblor que es un síntoma positivo (agudos) que busca despertar un cerebro dormido artificialmente por el consumo crónico del alcohol (bajos -). En el Parkinson un foco de ondas theta (lentas -) duerme el cerebro dando la rigidez del musculo (-) y para compensar ese “sueño” las ondas gamma (altas +) del borde lo despiertan haciéndolo temblar (+). Esos “ahora alcohólicos”, cuando niños se despertaban con la pesadilla de caer al vacío (-), entonces padecían de rinitis (+), mocos nasales o reflujo (RGE) como una defensa que les impedía dormirse profundo hasta ese punto en el que se sentían caer. Probablemente fueron hiperactivos (+), ya no sólo tenían pesadillas de correr y correr (agudos), sino que se pasaron la vida corriendo y/o se hicieron deportistas de alto rendimiento (+), buscando no dejar caer su corazón en esa: hipotensión postural, pulso lento o síncope vagal (bajos); síntomas negativos (-) que estaban ahí al frente de sus narices como un vacío que amenazaba con tragárselos (-) si ellos paraban de excitarse (+), de pelear con los mocos o de “masturbarse” con: un balón, una bicicleta, una guitarra, plata, etc…. Luego cuando por asistir a la universidad se vieron obligados a parar su entrenamiento, encontraron en: la nicotina, la cocaína, la hipertensión, el hipertiroidismo o la hiperglicemia, el estímulo (+) que los excitaba, los ponía a ver hilos brillantes y rápidos (MOR+) e impedía que su corazón se relajara tanto que los dejara acercar al trance vasomotor vagal (-) de hilos lentos y quietos.

UN TRANCE ESPIRITUAL DE INGRAVIDEZ PODRÍA SANARNOS

Ese trance vagal, lejos de ser un problema o un estado a temer es justamente eso, un trance, tan agradable y atractivo que los adictos a la marihuana lo buscan al fumarla. Buscando bajos (-), los alcohólicos, los consumidores de sedantes, hongos, borrachero, “duermen despierto” a su cerebro con esas sustancias y buscando agudos (+) que los despierten (efecto borde) se masturban con un cigarrillo, usan cocaína, toman café, trabajan compulsivamente, producen, agreden, se excitan. Los virus como el AH1N1 son utilizados por el cuerpo, sabiamente y no al azar, para despertar agudos febriles y escalofriantes (+) que lo excitan y lo sacan de su pulso lento (-). Esa pelea con sus mocos hace tensionar el pecho (+), la garganta y respirar profundo (+). Los hilos son “mocos” en los ojos, muchos pelean contra ellos pero esos “mocos” como “los del asma, el colesterol o la grasa abdominal”, son anclajes salvadores antes que patología. En el sexo, que también es una “pelea” para eyacular mocos, la erección es un estado parasimpático, vagotónico, relajante, sedante (-), el orgasmo en cambio es una crisis simpática, adrenérgica, acelerada, hipertónica (+). La sexualidad vista así parece ser entonces la vía diseñada por la naturaleza para curar la DTC. Con el sexo se logra alinear la espiral de frecuencias y sentir ese atractor desde sus tonos más bajos parasimpático (-) a los más altos (simpático +) pero también puede causar vértigo cuando una piel (al igual que la cocaína, el éxtasis, los alucinógenos, un trauma, una violación, una infidelidad, etc…) hala el sistema a una vibración (un hilo, una mueca) más allá del registro conocido y se necesita uno o varios  síntomas de los del catálogo del 70% para devolver al sistema, con una mueca de sonrisa, a este punto de equilibrio más alto. Los seres vivos no evolucionamos al azar, crecemos guiados por hilos que nos restituyen a esos nuevos puntos de equilibrio más altos así descubiertos por ese campo cuántico que integra las neuronas. Se dice que caminar es una caída evitada a tiempo, vamos más lejos y digamos que vivir es un vértigo evitado a tiempo. El vértigo, la disautonomía, el síncope vagal, la hipotensión “la pálida”, es el estado que acompaña los momentos de inconsciencia, los traumas, los golpes, los trances cercanos a la muerte, donde se experimenta ese “mareo”  (-). Mareo que se precede de un sudor frío y nauseas que nos conducen a el vómito (+) o el llanto. Con las muecas de llanto y vómito vemos unos hilos (+) de los que quedamos colgados cuando ellos salvan al sistema de ese riesgo de perder la conciencia (-). Gravitamos en el borde de ese famoso túnel  que se ve cuando la muerte está cerca, pero que no es más que la conciencia de estar envuelto en un campo de energía, campo electromagnético que es el que le da el tono al corazón y la chispa al cerebro y que al estar próximo a desconectarse (-) se hace más notorio (+). Caer al vacío (gravitar) con la actitud del paracaidista, transformando el pánico en excitación (eléctrica) es una alquimia digna de ser copiada. Los deportes extremos son adrenalina (+) para un corazón que sin ese tónico caería en síncope vagal (-). Vivir es un riesgo que vale la pena disfrutar, pero disfrutar no solo de la vida sino también del riesgo (+) de perderla (-) que es lo que la mantiene viva (+), con conciencia.

 

CONSCIENCIA BASADA EN LA GRAVITACIÓN CUÁNTICA

Un sol es una espiral que se contrae por la gravedad y explota por la cuántica del electromagnetismo, somos como los soles, ese mecanismo que los hace pulsar a ellos y a las galaxias nos da la vida y da la consciencia a nuestros cerebros. Esta estrecha relación que he demostrado entre gravedad (bajos -) y electricidad cuántica (agudos, +) apoya desde la medicina la conclusión de que “la conciencia es un colapso de la función de onda cuántica inducido por la gravitación” teoría propuesta por Roger Penrose, la mayor autoridad en teoría de la relatividad después de Einstein. Para R. Llinas esa conciencia ocurre en el vórtice tálamo cortical (TC) y su anomalía causa la DTC. “la enfermedad es producida por ese mismo mecanismo que genera la conciencia”. La vida es una estructura disipativa para la cual la enfermedad no existe, es más bien la lucha de esta espiral que se estructura  por no disiparse ya que vive al “borde del vértigo”, tratando de mantenerse pulsante cantando una música que barre de agudos a bajos y nuevamente a agudos. Luego los síntomas no son más que notas probables dentro de esa sinfonía. “La disfunción (ese 70%) hace parte de la función”.

LA EVOLUCIÓN DARWINISTA ES UNA CREENCIA NO CUÁNTICA.

Un 6 en los dados no es la evolución del 5, ni el 1 es menos evolucionado que el 2. Son cuatro de los estados posibles del cubo. Del mismo modo, los seres vivos o las especies, no tienen que ser “unas evolución de otras” como lo dedujo Darwin, al margen de la cuántica; podrían ser los muchos estados probables de un único vórtice fractal de “conciencia cuántico-gravitacional” que se manifiesta pulsando desde una amiba hasta un humano con grados cada vez más altos de complejidad y de orden, lejos del azar y de la entropía. En consecuencia: “Somos una amiba hecha de amibas que coevolucionan porque cooperan y se correlacionan en una simbiosis altruista, somos un ecosistema de ecosistemas, somos un triángulo de bolas de billar que ni se estructura (+) ni se disipa (-) al azar”.

 

 

 

Pero ¿si no nos guía el azar porqué las partículas que nos forman si parecen funcionar con probabilidades?. La física cuántica reza que “una bola en una ruleta de 100 números, mientras no colapse la función de onda, es decir mientras no se haga una observación, existe superpuesta en las 100 probabilidades a la vez”, Al “colapsar” en una posición de la 100 probables,  ese número se hace real (100%) y los demás 99 números o probabilidades se hacen 0%, desaparecen. ¿Desaparecen? o será más bien que todas las probabilidades se hacen reales pero se expresan en otros mundos? , piensa H. Everett. ¿O porque no pensar que esas otras 99 probabilidades son reales y caen en este mismo mundo? Nuestro mundo sería esa totipotencialidad probabilística y  “Dios sería como una computadora cuántica, un vórtice en espiral, que explora todos sus posibles estados de configuración a la vez?. De Darwin, que ignoró la cuántica, heredamos que el azar y la falta de propósito guían la evolución de un modo egoísta y bajo la ley de la supervivencia del más fuerte. En esta visión cuántico-gravitacional, “Todos somos uno en un no tiempo”, un alcoholismo no es la evolución de un insomnio, o una depresión, o un TOC, todos son distintos estados probables de la misma Disritmia TC del vórtice Tálamo Cortical. Tú eres el 1% con AH1N1 para que los demás (el otro 99) seamos “las otras enfermedades”. “Todas las enfermedades son una porque todos somos uno”.

 

RESUMEN

Todos sabíamos que un imán al "desplazarse"  cerca a una bobina induce corriente eléctrica; pero lo que no habíamos caido en cuenta es que ese "desplazarse" es transladarse por el espaciotiempo, lo cual lo convierte en un evento relativistico que induce la electricidad porque el imán quieto no hace nada. De esta "caida en cuenta" sacamos una ley: la gravedad induce lo electromagnético. En el cuerpo una rasquiña induce movimiento y ese movimiento (o caricia) induce más rasquiña (o sensación). Al movimiento lo llamamos G de Gimnasia y de Gravedad y a la rasquiña la llamamos S  de sensación. La sensoterapia lo ha expresado asi: un tono bajo G induce un tono agudo S y viceversa. Esta ley de los opuestos es la base del sentir, del sexo, de la salud y la enfermedad, de la consciencia y la trascendencia mismas. Esta ley se estudia a fondo con la sensoterapia y la pulsoterapia. Con esta ley unificamos Gravedad (G) y cuántica (S) desde la consciencia. Esta es una ambiciosa teoría que pretende explicarlo todo. (Lea toda esta página primero sin seguir los links ni ver los videos, despues haga lo que sienta).    

En el universo, el orden, la vida, la salud, se coo-construyen con piezas

electromagnéticas S (moléculas) que se equilibran venciendo a la

Gravedad G que intenta colapsarlas (enfermarlas).  Este puede ser un

modelo de salud y enfermedad muy simple, aplicable a todo el universo,

en el cual, el vértigo (la caida, el desequilibrio, el colapso ante la

gravedad G) sería la principal enfermedad.

 

¿El 6 en un dado es la evolución del 5? o 6 y 5 son dos de

los estados posibles de ese sistema? 

Los evolucionistas creen en una visión del espaciotiempo secuencial, creen en un tiempo absoluto que fue generando los cambios; pero

en un universo no local, atemporal como lo conciben la cuántica y la

relatividad, toda la variedad que vemos no dependería tanto de un

proceso evolutivo sino más bien de que cada especie o ser dentro de

una especie es una de las manifestaciones o variaciones probables de

un sistema (dado). 

 Nunca vemos a un electron saltar (G) de un estado (S) al otro (S), ellos "hacen pucheros", los vemos en estado o en otro pero nunca vemos su cambio, tampoco podemos ver su trayectoria.  En el nivel cuántico el espacio y aún el tiempo son discretos, discontinuos, no tienen secuencialidad. Según la relatividad, un observador puede decir que A ocurrió primero que B, pero otro puede decir lo contrario, ¿porque hablamos entonces de evolución, de trayectoria en lo macro?.

Todos los seres podríamos ser las

muchas posibles manifestaciones de un Dios no local, atemporal, que

al operar como un computador cuántico, explora todos los estados posibles.

 

 

El telescopio kepler http://kepler.nasa.gov/ ha ponderado “las sombras” que hacen aquellos planetas cuyas órbitas, al pasar frente a una estrella, "eclipsan esa estrella" para el Kepler. Según esas mediciones, la Nasa  calcula que 50 mil millones de planetas podrían habitar la vía láctea  y de ellos 500  estarían en la zona habitable.

Los cuadros del area de la galaxia estudiada Posibles planetas en la órbita donde se ve sombra 

Los cometas tienen agua congelada, si hay agua afuera, es  muy probable que  la vida también se dé por fuera del planeta.  Hoy en día ya nadie apuesta al geocentrismo, pero aún ingenuamente seguimos creyendo ser los únicos en el universo, ignorando estos datos que nos dan una altisima probabilidad de que haya vida afuera. Si lo que llamamos evolución se dió acá, nada impide que también se haya dado en cualquiera de los 500 millones de planetas viables en la  via lactea. Esa evolución no sería entonces un fenómeno exclusivo de la tierra porque en todo el universo estas dos fuerzas interactúan: el electromagnetismo (S) organizando (vida) y la gravedad (G) buscando colapsar las estructuras que se eleven sobre sí mismas (vértigo).  

Así ocurre la recombinación y complejificación que llamamos evolución: Una partícula y otra se unen: 1+1 =2, esa nueva partícula 2 se une a su par semejante 2+2=4 y así sucesivamente 4+4=8….16, 32, 64….Esta es la ley de la octava; pero esa secuencia no crece al azar, crece y se rige por leyes matemáticas, cuánticas y musicales muy estrictas (ver video: LA EVOLUCIÓN NO ES LA AZAR, al final de esta página). Esas partículas tienen carga y se combinan con sus pares según leyes que funcionan aquí y en cualquier planeta. Cuando son muchas las partículas se hace importante la fuerza de la gravedad que o bien las ayuda a cohesionarse o bien las hace colapsar. Así nace una galaxia, una estrella , un planeta, un vórtice en un arroyo,  pero también un ser vivo. Gravedad (G) y electromagnetismo (S) seleccionan, o mejor filtran, las combinaciones probales más exitosas. Si eso pasó así acá puede pasar lo mismo en cualquier planeta con condiciones parecidas. Lo que falta por decir es que la evolución no es del todo al azar sino que se guia por unos patrones musicales y matemáticos que son  universales y no locales. Además, cómo lo demuestra la cuántica, lo que ocurre en Sirio o Andrómeda no está desconectado de lo que pasa en China o en la sierra nevada de Santa Marta. 

La sensoterapia demuestra que lo que llamamos enfermedades son en realidad los anclajes a     los que el cuerpo se agarra para no caer al piso víctima de la gravedad,  in-con-siente                  

o sin tono vascular, 

En síntesis la vida es ritmo y la enfermedad es disritmia.

Como el mendigo que vive de su yaga, dependemos de la enfermedad, vivimos por ella y hasta para ella. Encontrar mejores anclajes ante el vértigo, la hipotensión, el síncope, es la forma de sanarse definitivamente y adaptarse mejor a la gravedad como probablemente ya lo hacen todos los seres en nuestra galaxia y en las otras 100.000.000.000 de galaxias.