Estatuas

Fecha de publicación: 10-ago-2011 18:49:28

TURISMO DE ESTATUAS

En los últimos años la ciudad de Oviedo, y muchas otras, se han ido llenando de cada vez un mayor número de estatuas en sus calles. Al principio la cosa tenía su gracia pero en algunos lugares está empezando a resultar hasta molesto, me refiero al entorno del Teatro Campoamor en la Ciudad de Oviedo, donde se pueden contar hasta 3 en menos de 50 metros. Lo peor de todo es que alguna de estas estatuas han sido colocadas para recordar actividades económicas y culturales que con el "progreso" han quedado obsoletas y han sido "borradas" del mapa. Ejemplo de esto puede ser la estatua al pescador en la antigua plaza del pescado, ahora chiringuito del Sr. Gabino utilizado para agasajar a sus amigotes y demás votantes. Otro triste ejemplo es la de las verduleras en la plaza del Fontán, actividad prohibida en su día por el Sr. Alcalde.

¿Por qué hablo de "turismo de estatuas"?... de un tiempo a esta parte vengo observando el aumento de personas que acuden a la ciudad ávidos de fotografiarse con las cada vez más numerosas estatuas. Es curioso ver como la gente hace cola para retratarse junto a la impertérrita Regenta en la Plaza de la Catedral o junto a la siempre maltrecha estatua del Sr. Woody Allen. Estos turistas del palo, vamos a sacar las uñas ya, se sienten felices recorriendo la ciudad en busca de semejantes trastos, hacen fotografías, se suben encima, juegan a adivinar qué pueden ser o dejar de ser etc... Es triste pensar que toda esa gente quizá no se de cuenta de lo que verdaderamente significan: oficios premeditadamente hechos desaparecer, o simple y llanamente amiguismos interesados. Las estatuas no son más que representaciones más o menos toscas de lo que debería estar, o simplemente pajas mentales de iluminados con muchos y poderosos amigos capaces de erigir sus engendros en cualquier lugar sin el menor criterio.

Si aun no entendéis lo que quiero decir os invito a imaginar lo divertido que sería encontrarnos en el campillín la estatua de un rumano vendiendo ropa o un conjunto de arboles de bronce representando lo que otrora hubiera sido un "campo de San Francisco". Personalmente cada vez que veo una de estas estatuas no puedo más que pensar en lo que realmente representa. ¡Por favor no más estatuas!