Era septiembre de 1981, el lugar el gimnasio de la Secundaria 118, en donde empezó a nacer un gran sueño y una gran ilusión, que consistía en la fundación de la Secundaria 275. Para enero de 1982, se abren por primera vez las puestas de la Secundaria 275, en el lugar que actualmente conocemos.
Como todas las escuelas en su comienzo, carecía de un nombre, un escudo y un himno que le dieran una identidad propia y cuando se hacía referencia a la escuela era únicamente por el número que le había asignado la Secretaria de Educación Pública, de acuerdo a la secuencia de construcción.
En el año de 1986, estando reunidos los profesores del plantel con la directora fundadora la Profesora Guadalupe Carranza Mercado, se manifestó la inquietud y el deseo de que la escuela contará con un nombre y un escudo, a lo que respondió que existía un reglamento para asignar nombre a los planteles oficiales y que los interesados podrían consultarlo y elaborar sus propuestas.
Inmediatamente el Profesor Antonio García Estrada, puso manos a la obra. Su propuesta consistía en que la escuela se llamara Fuego Nuevo, ya que era uno de los rituales más importantes celebrados por los mexicas y otros pueblos mesoamericanos y uno de los lugares más significativos donde se llevaba a cabo dicha ceremonia era el Cerro de la Estrella, uno de los símbolos más importantes de la delegación Iztapalapa, donde se encuentra enclavada la secundaria.
La idea para el escudo, consistía en poner el paisaje más característico del oriente de la Ciudad de México, hacia donde se localiza la delegación Iztapalapa y son los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl; al centro, se colocó fuego que emite luz y precisamente ésta, desde la antigüedad, ha sido sinónimo de conocimiento, de saber y la obscuridad de ignorancia; así la escuela es fuente de conocimiento y de luz. Por último, se le agregó el lema Educación para Superar la Sociedad, propuesto por el Profesor Plácido Esquivias Ayala.
Por desgracia, esta propuesta se guardó en un cajón y ahí se quedó por largo tiempo, y no fue hasta el año de 1993 y siendo director el Profesor Emiliano Fernando Rioja Gamboa, cuando se retomó el tema de asignarle un nombre y escudo a la secundaria. Desafortunadamente el nombre de Fuego Nuevo ya había sido asignado a otra escuela y quedo descartado por lo que a propuesta del Profesor Raúl Romero González se le asignó el nombre de José María Velasco, quien fue un ilustre naturalista y pintor mexicano que plasmó en su obra pictórica hermosos paisajes de la ciudad de México, entre ellos los volcanes Popocatépetl e Iztaccihuatl, por lo que el escudo propuesto se adaptaba muy bien al nuevo nombre. Y para octubre de 1996 y en un aniversario más de la escuela se llevó a cabo el evento por el cual se le da el nombre propuesto a nuestra secundaria.
Regresemos una vez más al pasado, y en esta ocasión al año de 1988, en donde el Profesor Tomás Villa Rivera, echa mano de su creatividad y de su ingenio que da como origen la letra y música de Himno de la Escuela Secundaria Diurna Número 275, y que es cantado todos los lunes desde el año 2005, a fin de darle un mayor sentido de pertenencia a la comunidad estudiantil y docente.
Nuestra historia no está terminada y cada segundo dejamos una huella en ella. Y como dice el coro del Himno de la Escuela Secundaria Diurna 275 "Adelante marchemos unidos..."