Los tests de valoración de la Condición Física serán los que componen esta batería, que a continuación fundamentaremos a nivel educativo y explicaremos en qué consiste cada una de las pruebas.
En general, podemos utilizar los test físicos con tres propósitos o enfoques, todos ellos válidos a lo largo de la Enseñanza Secundaria. En primer lugar, se puede enfocar el uso de los test para que los alumnos conozcan cómo se utilizan y para qué sirven (su valor formativo). En segundo lugar, estas pruebas pueden ser utilizadas para comparar el nivel de forma física de los alumnos con baremos (normogramas) obtenidos en estudios nacionales e internacionales, por ejemplo los publicados en el 2005 por Ortega FB y colaboradores del grupo AVENA (Alimentación y Valoración del Estado Nutricional de los Adolescentes españoles: http://www.estudioavena.es/) . El propósito último de este enfoque es el de concienciar a nuestros alumnos de la necesidad de tener un nivel mínimo de condición física (en adelante, CF) saludable para evitar diversas enfermedades, de entre las que destacan las cardiovasculares, según los estudios de Ruiz (2007)2 y Ortega (2008)3 en sendas tesis doctorales, así como multitud de artículos científicos, de entre los que destaca el publicado por este grupo en 2008 en la prestigiosa revista International Journal Obesity: Ortega FB, Ruiz JR, Castillo MJ y Sjöström M (2008). Condición física en infancia y adolescencia: un poderoso indicador de salud. Int J Obes. 32, 1-11). En tercer lugar, se pueden emplear para comprobar el grado de mejora de alguna capacidad física básica o de la CF tras un plan de acondicionamiento. Este último enfoque será interesante en 4o de ESO y Bachillerato.