Con la enseñanza de la asignatura de música se pretende conseguir los siguientes objetivos de carácter educativo y formativo:
1- Orientar a los alumnos en el aprendizaje de las técnicas instrumentales elementales para ayudarles a adquirir hábitos de estudio.
2- Fomentar en los alumnos una actitud crítica seria en su forma de pensar y comprender valores y normas para manejar en la sociedad.
3- Dotar al alumno de capacidades musicales para expresar con claridad y rigor lógico, sus pensamientos, experiencias y trabajos.
4- Capacitar al alumno para que comprenda por vía de audición y lo básico de la instrumentación en distintos niveles, el acercamiento a todo tipo de manifestaciones musicales.
5- Preparar al alumno para que conozca y disfrute de nuestro acervo cultural y musical mediante la audición de obras musicales.
6- Fomentar en el alumno las inquietudes por el mundo que le rodea, por la música pasada y presente.
7- Desarrollar la conciencia musical con el fin de valorar la propia música y la cultura musical y no musical generado por ella.
8- Facilitar la transferencia de conocimientos adquiridos en música a las demás áreas o materias del conocimiento como muestra de la asimilación de los conceptos específicos de cada uno de los niveles; científico, humanístico, periodístico coloquial, profesional, literario, etc.
9- Estimular el gusto por la “buena música”, la sensibilidad estética para facilitar la comprensión artística y la capacidad creativa para que perdure.
10- Capacitar al alumno para que adquiera una madurez suficiente que le permita conectar con el mundo universitario y/o profesional.
Nuestra sociedad es consciente de que la música es imprescindible para la formación de los alumnos. Es esencial la vía procedimental y de la experiencia, aunque pertenezca a ámbitos distintos. En ello coincide la didáctica que se desprende de los documentos oficiales, al considerar que la finalidad de la enseñanza de la música sería dotar al alumno de los recursos de audición y práctica musical, de reflexión sobre los conceptos, y la historia de la música, con el fin de usar adecuadamente los diferentes lenguajes musicales en situaciones variadas. Se requiere un aprendizaje continuado, sistemático y estimulante, de forma que la música se convierta en un medio que domine la realidad y ayude a explicarla y a enjuiciarla. Decía Sastre… y A. Schaeffener.
El objetivo de todo estudiante de música y el principal interés de todo aprendizaje se situará en el estímulo por todo lo que le rodea y, en especial, por los sonidos.
Uno de los propósitos de la enseñanza de la música es propiciar en nuestros alumnos una competencia comunicativa, funcional e instrumental de la misma. Esta enseñanza con este enfoque se contribuirá más eficazmente a la formación integral del alumno, al conocimiento de los diferentes lenguajes musicales que rodean todos los actos humanos.
La música se ha de estudiar no sólo en sí misma, sino como una institución ligada al propio individuo con un carácter globalizado, integrador y usual. Dentro de ella hay que tener presente, las técnicas de trabajo, habilidades, estrategias y destrezas. Se ha de perseguir que el alumno adquiera un nivel de música óptimo que le facilite el análisis de las obras y la escucha activa. Para la obtención de este principio hay que adaptar los métodos didácticos, los recursos de seguimiento y los procesos de evaluación al alcance del alumno.