Destinatarios: La contemplación de los cuadros, la narración oral de los mitos, la conversación en torno a unos y otros, la indagación acerca de tantos hilos como se nos abren es posible y estimulante a cualquier edad. Es posible en familia y es deseable también en el contexto escolar. El currículo de 1º de ESO subraya la necesidad de profundizar en el conocimiento del legado narrativo que se ha ido transmitiendo oralmente de generación en generación, con referencia explícita a los mitos y leyendas.
Objetivo: Reivindicación de un imaginario compartido, desde el convencimiento de que no hay que esperar a que niños y niñas crezcan, sean ya grandes, para ofrecerles el acceso a ese territorio. A su atractivo inevitable se suma el placer de la palabra compartida con el adulto, con los hermanos, con los compañeros de clase. Consideramos por tanto imprescindible que el papel del mediador se apoye en la narración oral, sin evitar palabras o expresiones que pudieran parecer lejanas o desconocidas. La "activación del filtro afectivo" y el propio contexto allanarán dificultades que en otro marco parecerían insalvables.
Tratamos de provocar familiaridad con las historias, con los artistas, con algunas de las más ilustres pinacotecas. La función de la educación literaria y artística es conducir a los museos, a las bibliotecas. Quizá por ello podría completarse la propuesta con la profundización en la educación artística dando algunas claves extra para la lectura de los cuadros.
Criterios de selección: son el fruto de la combinación de tres ejes: relevancia del mito, relevancia de la obra de arte, y atracción suscitada por el mito en niñas, niños y adolescentes (hemos debido prescindir de mitos relevantes que no han dejado una fuerte huella iconográfica, aunque también hemos rescatado algunos que, sin haber dado lugar a una obra maestra en las artes plásticas sí mantienen un poder de seducción muy fuerte entre los más jóvenes, como es el caso de Píramo y Tisbe). Por tanto, podemos decir que "son todos los que están" aunque no están, claro, todos los que son.
En cuanto a fechas de las obras de arte reproducidas predominan, inevitablemente, los siglos XVI y XVII: por una parte, por ser siglos en que con mucha frecuencia se vuelven los ojos hacia el legado grecolatino; por otro, porque la proyección que en el Renacimiento y el Barroco se hace de los mitos es siempre figurativa, narrativa, muy adecuada para los objetivos de esta secuencia. Naturalmente, se invita a rastrear en la iconografía posterior esperando que el conocimiento de la historiacontribuya a hacer más atractiva la obra. (El valor de lo "revisitado")
Proceso:
Metodología: Concebida la primera parte como juego, se trata nada más de compartir, de disfrutar, procurando que nada arruine esta "gratuidad". Quizá, y pensando ya en los contextos escolares, se pueda proponer luego la tarea, la elaboración de un proyecto de trabajo de más largo alcance, cuya concreción nazca del propio interés de quienes habrán de llevarlo a cabo:
De lo que se trata es de constatar el "espesor cultural" de estos mitos, la cantidad de alusiones, adaptaciones, reescrituras que han suscitado. Y confirmar cómo aún hoy siguen resonando, por ejemplo, en la publicidad. El hecho de compartir estos referentes se concibe como la mejor herramienta de una escuela inclusiva, emancipadora, que no siga segregando elites culturales que conocen, bien por familia bien por estudios posteriores, lo que es patrimonio de todos.
Nota final: la elección del nombre latino o griego se ha hecho, en cada caso, en función del más fuertemente arraigado en la tradición oral de cada mito.