Anteiglesias e Imágenes

AREXOLA 

Aixola-Arexola Hoy está formada por doce caseríos: Aixola- Abadeche, Jáuregui II, Jáuregui nagusi, Keristi, Martona, Patxiena, Untzena( en 1826 se llamaba “Heredad” y vivía en el Juan Antonio de Unzueta, su nombre primitivo quizá fuera Iturriaspikoa”), por la fuente ferruginosa que tiene delante . 

Arexola Goixenengo (dos viviendas), Leizterrena, Ereruena, Etxebarri, Bengoa éstos pertenecieron a la anteiglesia de Ibarra hasta el año 1.885 en que se incorporó a Arejola. la historia de esta anteiglesia está unida a la de la familia AREXOLA, que la formó y dio nombre. 

La casa solar de «Arexola» es, en la historia de Aramaiona, la más importante después de la de los señores del valle. Siempre es mencionada como de «parientes mayores», siendo la única que lleva este nombre, con la de «Garay», ubicada en Guraya. No cabe duda de que hay que considerarla entre las más antiguas del señorío. Aixola históricamente unido a la familia Arexola, que aparecen durante las luchas de banderizos. 

Aixola- En el S.XV ya encontramos noticias de Semerón de Olabe, uno de los ahorcados por el Señor de Barajuen. En 1.406 diez hombres de Aramaiona elegidos por los del Valle de Leniz para realizar el apeamiento de montes entre ambas comunidades, se cita a Juan López de Arejola, 40 años mas tarde, los hermanos Rodrigo y Diego de Arejola, unidos a los Garay de Gureya, tomaron por asalto la fortaleza de Barajuen y se la entregaron a Pedro de Avendaño, señor de Villareal y enemigo mortal de Gómez Gonzalo de Butrino, más tarde el señor de la casa solar, Martín Ruiz de Arejola fue preso en la fortaleza de Barajuen, a pesar de estar emparentado con él al contraer matrimonio con su hermanastra Maria González de Butrón. Otro Martín murió en la batalla de Gelbes junto a su hermano Rodrigo luchando en los ejércitos de Fernando el Católico, un 28 de Agosto de 1510. Otro Martín Ruiz de Arejola en 1.546 estaba de alcalde en la fortaleza de Barajen. Pedro Ruiz de Arejola en 1.590 es militar en los ejércitos reales de “Flandes, Indias y otras partes” casado en América”en la Iglesia de Sacatecas” en Nueva Galicia de las Indias, con Juana de Fuentes Frias y con el mucho dinero ahorrado, consolidó la herencia familiar, hizo casa nueva, fundó en la parroquia de Santa Marina una capellada con renta anual de 20 ducados (220 reales). Dotó opíparamente a sus tres hijos varones, pero la más afortunada fue su hija menor” la niña de sus ojos” con 2.000 ducados, más cadena de oro, etc...y el ajuar al casarse, de lo contrario solo serían 800 ducados sin más aditamentos y aún le sobró dinero para prestarle al rey, tres “quentos” 500.000 maravedíes que le rentaban 175.000 maravedíes al año, que sus sucesores siguieron cobrando hasta el año  1.851 cuando otro Pedro Martín, fue multado por la misma cantidad en el juicio que tuvo por el encierro de su hija Paula de 27 años cuyo autoritario y avaro padre de 74 años, dueño de Zabala, Kantokua, y Patxiena, no permitió que se casara con un chico de Ibarra llamado Domingo Ferran, escaparon a Bilbao pero el padre y el hermano le llevaron a casa encerrándola en un oscuro aposento sin luz ni ventilación, un feroz mastín cuidaba la puerta, le daban de comer por un agujero del techo, cuando al cabo de  ocho años fue liberada, estaba física y mentalmente atrofiada, ingresada en una casa de salud en Valladolid falleció a los cinco años. Sus padres estuvieron presos algún tiempo, y para que el hijo mayor pudiera ordenarse sacerdote, hizo una fundación y al morir con 85 años en 1.862 fue el primer enterrado en el recién construido cementerio de Arejola. Otro de sus descendientes, Juan Martín fue alcalde de Mondragón y murió en 1.923. 

Arriola está a 400 mts al N. El caserío Bengoa  fue considerado de los más importantes de Valle, rico en montes y tierras, su mayorazgo alardeaba que podía ir a misa a su parroquia de Zalgo a 1 km. sin salir de sus propiedades, pero uno de sus descendientes, Pedro Luis de Bengoa, jugador empedernido del pasado siglo XIX, que en tiempos de su padre la hacienda  era  “como la casa de las cien vacas”, pero él las dilapidó comiéndolas de una en una. 

El caserío Heredero, es la construcción mas interesante del barrio, el apodo se debe a una sustanciosa cobrada por su mayorazgo José Mázmela, en 1.806, fundó la capellada mas rica del Valle con 4.728 ducados y 1.214 reales de renta anual. Entre sus tres hermanos estaba Gervasio que formaba parte en los bares de Ibarra del cuarteto más famoso de jugadores de la historia por sus pérdidas, sin aclarar quién se llevaba sus dineros.  

Iglesia de -Arexola

El templo parroquial está dedicado a la mártir gallega Santa Marina. En Arejola hay una ermita bajo la advocación de San Pedro de Letazur, situada en el camino a Ibarra. Está derruida y semiabandonada, pese a que es una de las construcciones más antiguas del Valle. Fue lugar de enterramientos. Aparecen  restos de tumbas cristianas en la loma de la Ermita de Letasur. Su descubrimiento (aunque era conocido por los vecinos de Arejola y Arriola) fue fortuito, al romper la tapa de la tumba una vaca que allí pastaba.

  AZKOAGA

La Anteiglesia de Azkoaga se compone de caseríos,  bien cuidados y renovados. Azkoaga está dividido en tres barrios, que llevan el nombre del caserío que las originó: Alzaga, Zabola, y Azkoaga. Aquí está la Iglesia, cuya construcción data de 1.540, obra que se hizo con materiales de nogal y castaño, secos y de primera calidad, solamente el retablo costó 21.000 reales, encima del sagrario la imagen de S.Juan Bautista, en los últimos doscientos veinte años no se ha hecho ninguna reforma. En 1.617 pasó por el Valle el Visitador de Calahorra  y mandó construir sagrarios  dignos en todas las iglesias de Valle. 

La Pila bautismal fue construida en 1.687. La Sacristía actual se construyó en 1.710 tras la destrucción de la anterior que no duró ni 100 años, azotada por los vientos del norte, buscaron un solar má adecuado, derribando la casa de la Serora y modificando el pórtico.  La Torre  fue construida 200 años después en 1.44 por el arquitecto José Antonio Garaizabal del caserío Arratibel de Barajen, costó 23.725 reales. Estaba de Cura Baltasar Lasaga del caserío del mismo nombre. Posteriormente los vecinos acordaron hacer una ”calera para adorno del edificio”. 

El Cementerio se construyó en 1.855 por orden del Gobierno a raíz de la epidemia de cólera, que causó muchas victimas, por lo que se prohibió seguir haciéndolo en el interior de los templos. De esa fecha son todos los cementerios de Valle. 

A esta parroquia corresponden la ermitas de S. Adrian, en el camino de Muru a Jarindo, tenía su Ermitaño y un monte de su propiedad, en el S.XVIII.  La actual ermita construída  en 1.977, con los materiales de la derruída a 200 m.  de su antigua ubicación. La Ermita de S. Águeda data de 1.779,  con retablo de madera tallada sin policromar e imagen moderna. Está en un montículo entre  los caseríos  Uriburu y Salturri. 

Un antiguo molino, reconvertido en “txoko” lugar de reunión de los vecinos. El caserío Azkoaga lo hallamos en el año 1.406, con motivo del  apeamiento de montes y heredades realizado ese año entre los valles de Aramaiona y Leniz. Los comisionados reunidos en misa oficiada por Martín abad de Azkoaga en la  Iglesia de Uncella juraron lealtad según su conciencia.. 

A finales del mismo siglo, hallamos a Teresa y Marina de Azkoaga presentando querella contra Juan Alonso de Múgica, señor del Valle, por haberlas violado en su pudor y haber ahorcado a su padre colgándole de las almenas de su castillo de Barajuen. 

Zuazua, caserío del barrio de Zabola, hermosa edificación del s.XVIII, poco modificada y la única del Valle que ostenta escudo de armas en su fachada principal. Sus tallas en las escalinatas y friso, su balconada, arcos y ventanas, y su porte señorial mereció ser incluido en la obra “El Caserío Vasco” de Baesclin, nos hablan de un caserío poco común, su aportación a la historia en momentos cruciales, eclesiásticos o civiles, como, notarios, escribanos, abogados de los reales tribunales, sacerdotes con títulos académicos, administradores del Conde, alcaldes mayores. Nuestra historia está llena de su presencia. 

Lasaga, antiguo solar de la edad media, las dotes de sus hijos se codeaban con las más ricas de Valle. Con la Guerra de la Independencia, y sobre todo la primera Guerra Carlista, el Ayuntamiento contrajo fuertes deudas con la Iglesia y particulares que les prestó dinero en momentos de apuro. Al llegar la paz, para pagar se sirvieron de los montes, previa tasación se iban rematando los lotes, que pasaron a engrosar los bienes de los compradores. Uno de los grandes beneficiarios fue este caserío, comprando montes en Gatxekarro, Arrupe, y Jarido. Los sacerdotes encargados de Azkoaga, Baltasar y Nicolás Lasaga, compraron Erdeire y Goixenengo, que a su muerte pasaron al heredero de Latxa. Nicolás estaba de párroco en Arejola cuando se siguió el juicio contra Pedro Martín, el padre de la “Emparedada” y tuvo que declarar en el mismo.  Nicolás Lasaga(II), sobrino de su homónimo estuvo de párroco en Azkoaga a partir de  1.871, fecha en que murió su tío, y sus hermanos Cipriano y Pedro víctimas de la epidemia de viruela, que asoló el valle. Murió  en 1.890 con 56 años y 19 de  sacerdocio, pero al margen de eso tuvo el quehacer principal de pagar las deudas contraídas por su hermano Pedro jugador empedernido y personaje curioso, hijo único de la primara mujer de su padre. Cuando se volvió casar, le puso pleito para que le entregara las legítimas que le correspondían por herencia materna y su padre que era alcalde y juez del valle le dio permiso y  nombró un juez suplente imparcial, recordándole que en justicia había que repartir ganancias y pérdidas, aunque no hubo avenencia siguieron viviendo en la misma casa, pero siete años más tarde su  padre ( Pedro ) llevó a los tribunales a su hijo por no se sabe qué líos de unos vales reales, tampoco hubo acuerdo pero siguieron viviendo juntos. 

Siendo Procurador General del Valle acudió a la corte de Madrid a un juicio que tuvo con el marqués de Torrecilla conde de Aramaiona. Murió en 1871 en una epidemia de viruela con 42 años, tras construir la casa Gatxekarro, engendrar ocho hijos y contraer deudas de unos 30.000 reales. Todo un record. 

De hecho entre las dos  Carlistadas hubo en Aramaiona jugadores impenitentes, que perdieron sus haciendas y cuyas “hazañas” y nombres han llegado hasta nuestros días, pero nunca supimos los de los ganadores. 

Labiena, es el caserío del sobrino de Mons. Tomas Axpe Uribe, Obispo Administrador de Cochabamba (Bolivia) nacido en 1.885 murió en 1.922, condecorado por el gobierno de aquel país y por el de España, el Valle de Aramayona le rindió  homenaje  con una placa conmemorativa en la fachada del caserío natal. 

En esta fotografía se puede observar la proximidad de estas dos anteiglesias,  Azkoaga en primer plano y Barajuen al fondo.  

 BARAJUEN

 Iglesia Parroquial:  

Iglesia de la Asunción en Barajuen, el barrio más antiguo de Aramaio.  

El templo data  en la documentación del 23 de febrero 1.550, la iglesia es perfectamente rectangular, con sus tres altares presididas por: La Virgen Madresedente de Barajuen con el Niño, talla grande y de expresión simpática de estilo románico, en ella han sido bendecidos, durante siglos, los niños enfermos o sus ropas. Sus campanas tocaban a rebato  (una de ellas fechada en 1.576) y  eran las encargadas de convocar a los baserritarras del Valle a las batidas del lobo, o contra los incendios, (igual que hoy en DIA) según un documento de: 1.406, “ a campanas repicadas” “según lo tienen de uso y costumbre” En la torre se instaló el reloj  en el año 1.850 (costó 4.000 reales) y sigue marcando las horas. El Cementerio fue construido en 1855, al mismo tiempo que los restantes de valle.

Barajuen: Situada en la colina de su nombre, se compone de caseríos bien cuidados, por sus 80 habitantes. Aquí estaba situado el inexpugnable Castillo de Torralde, cuyo dueño Gomez González de Butron, colgaba de sus almenas a sus enemigos. 

Es el barrio más antiguo con  su templo de la Asunción la construcción más notable.  Sus campanas eran las mas famosas del valle, las que mejor se oían en todos los rincones del valle, por su privilegiada ubicación y por su extraordinaria calidad. Una de ellas lleva la fecha de 1.576, eran las encargadas de convocar  a los baserritarras a las batidas contra el lobo, o contra los incendios. Según consta en un documento de 1.406. El templo actual data de 1.550. El reloj de la torre se colocó en 1.822. 

Aramaiona ha sido y es lugar de mucho arbolado, pero en Barajuen había un árbol desde tiempo inmemorial, el “so” bajo el cual se hacían las juntas más importantes de Valle, celebradas a campanas repicadas “según uso y costumbre” ya en 1.406 se nos habla de las Juntas Generales de Barajen, estaba ubicado entre la Iglesia y el caserío Eguzkitza, no se concreta la especie pero se supone ( por la tradición oral)  que era una encina (Artea) pues hace una veintena de años se secó la que había y fue sustituido por otro de la misma especie. 

En Torralde (Barajuen) había un castillo, propiedad del señor de Aramaiona. En las luchas de bandos que se sucedieron durante la edad media, los Oñacinos mandaban en Aramaio y esto fue trágico para el pueblo. Los prados y montes de Euskal Herria se mancharon con la sangre de los vascos y entre ellos también lucharon los de Aramaio. Si debemos mencionar algunos hechos, éstos son los más destacados: “En 1.443, Peru de Avendaño, Señor de Legutio, quemó 20 caseríos de Aramaio, antes de que Joanes de Mendiola le hiciera huir. Este hecho se narra en una canción de la época, "El cantar de Aramaiona". En 1.448, los Gamboinos de Oñate, dieron fuego a Arrasate. Era víspera de San Juan y, el Señor de Aramaio, Gomez Gonzalez de Butrón estaba dentro del poblado. Intentó escapar del fuego, pero lo mataron en el arrabal de Magdalena. Unos años mas tarde, su hijo Jon Alonso de Muxika, Señor de Barajuen, mandó a unos hombres de Aramaio a vengar la muerte de su padre. Dio la orden de matar a algunos arrasatearras. 

Se cuenta en Barajen que el abuelo de Lorenzo Mendizábal, al abrir los cimientos para un gallinero que pensaba edificar en el solar del castillo, encontró un sable con roña y con la empuñadura de oro, llevado a “vicinay” “para estudiarlo” nunca más se supo de él. 

ETXAGUEN

Esta es la iglesia de Etxaguen  situada a los pies de las peñas de Arangio por su vertiente sur y junto con Olaeta, es el barrio que a mayor altura está, a casi cuatro km. de Ibarra, al estar cerca de la peña es la que mas nevadas soporta, una de ellas en 1.732 el peso de la nieve hundió el techo de la Iglesia. Es un lugar estratégico para contemplar el bello paisaje y  apropiado para ir al monte, ya que es una de las entradas al Parque Natural de Urkiola. Se puede visitar un viejo molino recientemente arreglado, así como varios caseríos antiguos. Uno de ellos, Uribarren Goikoa, ha sido propuesto para ser declarado monumento. Uribarren es el caserío de los pocos que siguen manteniendo su apellido desde su fundación, es curioso que  en la historia nunca falta un “Domingo” de Uribarren ocupando un puesto preeminente de: alcalde, procurador, sacerdote, o regidor.... su casa solar es la más curiosa y pretenciosa de barrio, con sus detalles de arcos y ventanas. Uribarren siente en sus cimientos la caricia de un regato que se lanza saltarín por las laderas abajo camino de Ibarra, un puente de piedra sobre él lo comunica con el templo parroquial. 

La Iglesia Parroquial de S. Miguel, es de las de menor dimensión, pero de las más bonitas del Valle. Ya se menciona su existencia en 1.526 con motivo de la boda de una hija del caseríoLabeaga con Domingo de Saola. Los vecinos fueron los que con los años costearon las obras con trabajo, cariño y fe. En Aramaiona exceptuando las ermitas actuales de S.Pedro, S. Andres, y Santa Águeda, no conocemos edificio alguno que haya sido costeado por algún Indiano o ricacho del Valle.  En 1.215 Bartolomé de Arriola se comprometió a realizar la obra, con materiales aportados por los vecinos, acarreando a pie de obra, piedras, maderas de castaño viejo y nogal para las tallas. A la derecha tenemos una buena imagen de S. Pedro de la época del renacimiento, a la izquierda a Ntra. Sra. Del Rosario, policromada, y presidiendo el altar, S.Miguel, fueron pintadas y redecoradas en 1.767. El coro es de 1.272 con balaustrada y pasamanos frontales torneados.  La campana más antigua es de 1.754 y la otra de 1.828. Para cubrir los gastos de construcción de  la actual casa cural  Juan Domingo de Uribarren tuvo  que vender, con permiso de Obispo,  unas vinajeras de plata, regalo de un antepasado suyo. 

Dentro de la jurisdicción de esta Iglesia de  Echaguen tenemos la Iglesia de Santa Cruz en las peñas de Aranguio a más de 1.000 m. de altitud, la primera referencia en las actas de Ayuntamiento la tenemos en 1.697 con ocasión de una batida de lobos y otros animales nocivos y se manifiesta la necesidad de contratar a un cantero y un carpintero que por 998 reales de vellón arreglasen la ermita para evitar la completa destrucción. En esta ermita el culto está muy ligado a proteger la agricultura del Valle contra la amenaza de las tormentas, pues, según la leyenda popular, ”Santa Bárbara, Santicrutz: Jauna, erruki, zakiguz....Iñuzentien ogixe, Jauna, miserikordixe.....”, La rogativa anual que desde tiempo inmemorial aún hoy día se sigue celebrando el primer domingo de Mayo, con caldo y fiesta después de la Misa. El caserío Muru  está hoy en día convertido en Agroturismo. 

Etxaguen y Gantzaga están vinculados a leyendas de tesoros. Hay cantidad de tesoros escondidos en Aramaio, casi todos ellos en las peñas de Orixol. Pero, solamente se ha encontrado uno, en las peñas de Ilumbe: un gran cencerro repleto de monedas de oro, del tesoro de los soldados de Napoleón. Las tropas napoleónicas pasaron por aquí, y cuenta la historia que los soldados solían ir a jugar a una bolera que había cerca del caserío Urdungio, en donde apostaban con monedas de oro. estas monedas de oro provenían de un tesoro del que se habían adueñado en tiempos de guerra y que quedó oculto en las faldas de Orixol, en donde todavía está esperando a ser descubierto por algún afortunado. 

UNCELLA   

Es la más guipuzcoana de nuestras anteiglesias, situada en el vado entre Murugain y Asensio, cruzado por uno de los caminos mas antiguos y principales de Aramaiona que subía de Arrasate por Murugain, subía a Asensio y S. Adrian, Jarindo y llegar a Cruceta para bajar a la Llanada Alavesa. Por este camino pasó S. Francisco Javier a caballo,  cuando se dirigía a Lisboa para tomar el barco que lo conduciría a la India, pero siglos antes que él, más de un romero camino de Santiago de Compostela y miles de pastores cruzaban el monte con sus rebaños.

Uncella se compone de dos barrios; Zuña, el más numeroso, cuyo solar más antiguo seria el caserío  Baroiena. 

Junto al caserío Apikoetxe se halla la ermita de S. Miguel que data de 1.646. La tradición afirma que es anterior a la Iglesia de S. Pedro y sirvió de parroquia  hasta su construcción. En 1.925  se hallaron losas de tumbas antiguas en terrenos colindantes y sirvió de parroquia en los años posteriores a la Guerra Civil,  pues quedó totalmente destruída la Iglesia parroquial. Del caserío Sakone, el patriarca  de clan Domingo de Alzaga era prior y canónigo  de la Iglesia Colegiata de Santa Maria intramuros de Briviesca con título de Doctor. En 1.658 estando en Roma consiguió el privilegio para la ermita de Sastiña, pero más famoso fue su sobrino, Domingo de Ormazabal  Alzaga-Zakona heredero del caserío, emigrado a América almacenando ricas fortunas, en Argentina y Perú. Nacido en Mayo de 1.665 y un mes más tarde  se casaron sus padres en el caserío Zakone siendo vetados por la Iglesia. Entre 1.714 y 1.727 realizó viajes  a Buenos Aires para cobrar herencias de indianos fallecidos. Fue reconocido por su riqueza y generosidad, él abonó  71.902 reales de los 85.104 reales de la Iglesia. Donó también una heredad a la parroquia y dotó con 400 ducados a la famosa Cofradía que llegó a contar con 180 miembros de los valles de Aramaiona y Leniz. Sus tíos consiguieron dos Bulas del papa Clemente XI, el año 1708. 

Zerain, hermoso caserío al sur de Uncella, salta a la primera pagina de la historia allá por el  siglo XVIII, cuando uno de sus hijos residente en Méjico, Pedro Ruiz de Mázmela, envía una carta (cuyo original se conserva en el archivo familiar de Goikoerrota), desde los Álamos, reino de Nueva España, con motivo del fallecimiento de su padre.  

En 1406 los mayordomos de Uncella convienen en edificar la nueva iglesia en tres años,  de nave única y rectangular, costeando los gastos con el producto de  las primicias de años sucesivos. Posteriormente se le fueron agregando la torre, el pórtico, sacristía y ochavo. En 1.687 construyen el retablo copiando el de Azkoaga, tocando arrebato para que acudieran los que estaban interesados y capacitados para realizar la obra, usando los materiales de costumbre, castaño bravo para soportes y nogal para tallas.

Parte del retablo original se conserva en el Archivo Histórico Provincial. Apenas cuarenta años después, al fervor del oro recién importado de las Indias, decidieron derribarlo y levantar otro de nueva hechura, más a tono con la categoría que por entonces había adquirido la parroquia con las  Bulas de Clemente XI, la Cofradía mas boyante de la zona. Su coste fue de 550 ducados, cuarenta años mas tarde lo doraron, La imagen titular de S. Pedro a tamaño natural.  

Durante la Guerra Civil la mala puntería de unos artilleros ineptos ocasionó destrozos imperdonables.

 

 Iglesia de Uncella (Vista posterior) 

Un obús incrustado en los muros de la Iglesia 

En la torre de la iglesia instalaron una ametralladora, dominando los caminos y decidieron callarla a base de cañonazos, destrozando la casa cural, caseríos Elejalde y Elejoste y parte de la cubierta y la bóveda, los chiquillos, gitanos y humedades tras el desconcierto de la posguerra hicieron el resto.

El estado provisional en que se reabrió se ha prolongado hasta el día de hoy, el altar y la imagen de María fueron traídos de Arechavaleta de restos de otros derribos, en el lugar de retablo se abrieron dos ventanales instalando vidrieras, el estado general es lamentable. Contemplando el exterior vemos aún las heridas de los cañonazos en el lado Norte y en el Este está visible un obús, incrustado sin peligro al estar explotado.  

URIBARRI                

Uribarri  Es la primera con la que topamos al bajar  el Valle por la carretera que nos une con Legutiano, parándonos a contemplar el maravilloso paisaje desde el mirador de Cruceta, es bastante extensa, su barriada más poblada es Gureia, por ella cruzaba uno de los caminos más importantes del valle, que le unía con la llanada alavesa, otra barriada es  Zubieta, separada por un regato que baja de las faldas de S. Cristóbal y en medio el centro parroquial. 

Es a partir del S.XVI en que comienzan los Libros Parroquiales cuando tenemos datos de la casa solar de los  Garai, en cuyo escudo reza ”Garain altuan nago, erria gordeago” parece un reto al castillo de Barajuen, es así como en 1.443, Pedro Ortiz de Garai y su hijo Juan, apodado “Latz” por su gran corpulencia, se hacen con la fortaleza de Barajen mientras su odiado ocupante está luchando en Vizcaya y se la entregan a su mayor enemigo, Perú de Abendaño, señor de Villareal. “Apuntes históricos de Salinas de Leniz” citan la decisiva intervención en la recuperación de la Virgen de Dorleta (o castillo) robada  en 1.367 por los ingleses en su retirada  de la batalla de Nájera, robando a su paso la  imagen muy venerada en el entorno. La noticia corrió como la pólvora, repicaron las campanas de los Valles de Leniz y Aramaiona y fue Pedro Ortiz de Garai, al frente de un improvisado ejército, quien obligó a los ingleses a devolver la imagen tras dar muerte a varios de ellos. A raíz de este hecho se la añadieron al escudo las rosas de Lancáster. En 1.406 fue alcalde del Ayuntamiento. 

GUREIA, casa solar junto a la ermita de Santiago, su hacienda era de las mas extensas de Uribarri, fama le dieron los  militares de alta graduación, como Juan José Leaniz-Barrutia, capitán de Artillería muerto en Bedoña con 56 años en la primera Guerra Carlista, (en 1.834).  

Aldekoa,: La nota relevante de este caserío es la imagen del S.XVI, de la Virgen de traza típica de las Anunciaciones,  talla pintarrajeada y estropeada por las inclemencias del tiempo, la familia la cuida con mimo desde tiempo inmemorial. 

Ermita de S. Cristóbal

El templo actual es del S.XVI, Pedro de Urigoitia consta como cantero con sus 300 carros de piedra para la obra, tras  construcción, del coro, el pórtico, se hace el ochavo o presbiterio, en 1.764. La Pila Bautismal se rompió en 1679 por un derrumbe de la bóveda.

 

La singular torre  de 1.828 obra del arquitecto José Antonio Garaizabal del caserío Arratabe de Barajuen, con forma de media naranja de piedra de sillería traída de Asensio, con la cruz  fabricada por Pedro Medina en su herrería de Ibarra, se cuenta que su hijo se prestó a subir la torre a colocarla en el agujero correspondiente, subió decidido, pero  al llegar a lo alto, victima del  vértigo se cayo y se mató.

 

El retablo mayor dedicado a S. Esteban, obra de Juan Munar de Elorrio.

 

La casa cural de Uribarri es la mas sobresaliente entre las de su clase en Aramaiona, la fachada con piedra de sillería y madera traída por los feligreses de Albina.

 

Los Uribarri fueron muy pródigos en hijos entregados al servicio de la Iglesia, casados y clérigos se dedicaron con entusiasmo a tan benemérita labor, debía ser consigna familiar y fiel a ella, en 15.49 el bachiller Pedro Martínez de Ullibarri párroco de Zalgo y beneficiado de Ullibarri y Arejola, cuando Baltasar su criado desea hacerse sacerdote, lo dota con un manzanal, arca, cuba y cama, para ayudarle en sus buenos propósitos. Quince años después se aclara que es su hijo de madre soltera, a partir de ahí consigue licencia del rey FelipeII para “donar e dexar ”400 ducados y poderes para administrar sus bienes a su muerte y como no quiso ser menos que su padre, al que sustituyó en los beneficios de Uribarri y Arejola, también tuvo su hijo sacerdote (PedroII). Luego vino el Concilio deTrento y mermó la lista de candidatos a clérigos. 


La ermita de S.Cristóbal, lugar muy visitado y balcón privilegiado para contemplar el Valle, situada en la campa del mismo nombre en el camino de Cruceta hacia Aranguio, cuenta con una de las Romerías mas arraigadas del Valle en el segundo domingo de Julio.


Marixeka: Con ese nombre se conoce la ermita dedicada a la Virgen de la Anunciación, fue derribada en la Guerra Civil y reconstruida con los piedras traídas de S. Adrian e inaugurada con gran éxito popular en 1.981, se celebra la romería el primer domingo de Septiembre, y los meses de verano su campa suele estar muy concurrida.

GANTZAGA 

Bajo las peñas de Izpizte, al Oste de la loma de Ipiztikoarriaga está Gantzaga con  sus caseríos desperdigados por la ladera del monte, con el torrente del viejo molino, hoy convertido en vivienda. Todos los caseríos han sido renovados sin perder la identidad.  En la plaza hay una bañera labrada en piedra, que recoge el agua de la fuente. La primera cita es de 1.406, cuando Juan Abad de Ganzaga es testigo contra el señor de Barajuen. En 1547 la serora, (o fraila) de la parroquia ordena en su testamento que “su  cuerpo sea enterrado en la huessa de su  casa en la Iglesia de S. Millan de Ganzaga”. Los caseríos punteros fueron, los Amilburus dedicados a carpinteros, canteros, comerciantes o músicos, los de Garai, Uribarren, Oruna. etc. Martín de Liaza fue uno de los que construyó la iglesia de  Barajen. El maestro campanero Mames Ballesteros del caserío Garratz fundió las campanas de la iglesia en 1.830.                  

El caserío Urdunguio saltó a primera plana de las crónicas de guerra, porque dio cobijo al famoso guerrillero carlista Cura Santa Cruz, a quien condujo a la cueva de Izpiste hoy conocida como el “ balcón del Cura Santa Cruz”, el pastor del caserío le llevaba algo de alimento y le tenía al tanto de la marcha de las pesquisas de quienes le buscaban. Junto a la iglesia parroquial, hay una piedra caliza a medio labrar, aunque a primera vista parece un esbozo de sarcófago o un abrevadero, los caseros siempre la han tenido como la bañera que estaba labrando el cantero para Antonio Cánovas del Castillo cuando fue asesinado por el anarquista italiano Angiolillo, en el vecino Balneario de Santa Águeda en 1.877. 

La Iglesia de S. Millán, es modelo único en el Valle, sin torre ni espadaña, es de considerables proporciones, excesivas para el barrio que lo construyó. No se sabe la fecha de su construcción, pero como ya vimos en 1.547 la serora fue enterrada en ella y en 1.565 tuvieron que hacer campanas nuevas, usando como material  las campanas rotas y un quintal de cobre nuevo. Está edificada sobre roca viva de modo que le sirve de pavimento, en 1.613 le adosaron la casa cural, cuatro años mas tarde le hicieron el sagrario y el retablo.  En 1.684 para evitar las incómodas ”corrientes de aire y peligro de que lleve el Santísimo Sacramento y ni pueda estar encendida la lámpara”, se decidió cerrar el muro y la bóveda” con crucería de piedra arenisca y cierre de toba y ladrillo”, por los canteros Agustín de Garaizabal y José Martín de Amilburu, el retablo es de madera de nogal seca y buena, construída en seis meses por 40 ducados, el sagrario es uno de los mejores del Valle, con imágenes de la Ultima cena, sobre ella la imagen de S. Millán. En la parte trasera tenemos un hermoso coro de roble con balaustres torneados y talla de arte popular en sus pasamanos, finalizado en 1.669. La iglesia es muy especial, al no tener torre y está propuesto para declararla monumento arquitectónico. Gantzaga, otro tranquilo barrio situado en las faldas del Orixol.  

OLAETA

Olaeta, es caso especial entre las anteiglesias de Aramaiona, principalmente porque está lejos y fuera del Valle, colindando con Otxandio, esta circunstancia es fundamental para entender su historia. Asentada en la meseta al pie de los montes de Anboto y Arangio, se encuentra a mayor altitud que el resto de los barrios y un clima bastante más frío y húmedo, con caseríos esparcidos por un radio de más de tres km. El rió Atxin cruzando de N. a S,  es el que alimentó las herrerías que originaron el poblado, tierra de  frondosos hayedos y robles, (junto al caserío Goikola había un haya de 42 pies de circunferencia y en Aretxandieta otro de 24 pies y con tres de sus ramas de a doce pies cada una daba para un carro de carbón, escurridizas truchas y abundante pasto para ganado, es probablemente el mejor rincón de Aramaiona para veranear tranquilamente al frescor de la naturaleza, las extensas llanadas son un lugar apropiado para pasear y gozar del paisaje. Allí podremos encontrar una de las entradas al Parque Natural de Urkiola. El nombre original era Muxuca-Olaeta, que traducido a romance significa: las herrerías de Música, apellido del señor de Aramaiona que es el que las construyó. Ya en 1.373 Juan Alfonso de Mugica y Aramaiona tenía en producción  en “Albina”, toponímico que comprendía los montes altos desde Urkiola hasta Jarindo, Cruceta, incluyendo también Olaeta, posteriormente fueron los de Olazar y Iñora, junto al rio Atxin, la de Aurtola, y mas tarde (1.565) Trojaola y Goikola, con la industria de los ferrones vino la de los carboneros con abundante madera, ganaderos con mucho pasto para sus reses, ovejas y caballos.  

La mayoría de sus caseríos llama la atención por su amplitud. El caserío Atxin en el siglo XIX, era propiedad de Juan José Leniz Barrutia, Capitán de Infantería, muerto en Bilbao en 1.834 con 54 años durante la Primera Guerra Carlista, ése año lo arrendó su viuda con todo el ganado y 20 colmenas. Mención especial merece la venta de Gomilaz, antiquísima, situada en el lindero de Aramaiona, Ochandiano y Villareal, pero perteneciente a Olaeta, era uno de los puntos clave para el cobro de las “sisas” al vino y licores que ingresaban en el Valle, lugar de reunión de los representantes de los tres municipios. Por su distanciamiento geográfico con el resto del Valle, condicionó su organización civil y canóniga, siendo la única anteiglesia, con ingresos propios, de impuesto de vino consumido y de la explotación de las canteras, lo que suponía un ingreso anual de 1.800 reales en  el  S.XVIII, a partir de 1.580 tenían a un “fiel” representante del Ayuntamiento para convocar Juntas de vecinos, e impartir Justicia, con atribuciones de prender,  soltar, o traer preso a la cárcel del  Valle a quien juzgaran digno de ello. 

En Olaeta,  cobra especial significado como un pueblo cercano como Ochandiano/Otxandio, se opone al vecino valle alavés de Aramaiona en un largo contencioso por la zona denominada “El Limitado surgió en 1.457, cuando Elvira de Leiva, Vda. De Gómez Gonzalo de Butrón, muerto en el incendio de Mondragón y madre de Juan Alonso de Mugica y Butrón señor de Aramaiona” por quitar de pleitos y cuestiones”, hizo gracia “ para siempre jamás al Concejo de la Villa de Ochandiano y a los vecinos, al uso e frutos....”,  de todo orden (pasto, madera, tierras de labranza etc....), de un terrena de 600 hectáreas, bien “Delimitado”, que arrancaba en la Ferreira de Basaguren, y llegaba a la venta de Gomilaz, pasando por Amazola y la Ferreira de Aurtola, desde aquella lejana fecha no han cesado los pleitos por dichos terrenos entre Aramaiona y Ochandiano. El S.XVIII fué el siglo de los pleitos, largos y sonados, pues a causa de  la distancia  no podían hacer uso del médico, maestro o reloj, pero sí tenían que abonar dichos servicios, por lo que en 1.736, los 292 reales a pagar entre cuatro y ocho reales entre los 46 contribuyentes, se negaron, y fueron llevados a juicio y su alcalde (juez) Francisco López Echevarria condenado. El procurador se presentó en la Anteiglesia para cobrar, aunque fuera vía embargo y fué recorriendo los caseríos acompañado por el ”fiel” y el merino, requisando los bienes en proporción a la deuda de cada cual, recurrieron a la Real Chancillería de Valladolid, reclamaron al Diputado General de la Provincia pero no se les hizo ningún caso.

Las dos Guerras Carlistas tuvieron mucha incidencia en la zona, sin olvidar a los franceses que se comieron la mitad de los bueyes y tuvieron que intensificar el cultivo de maíz y patata como alternativa al cierre de las herrerías y de hacer carbón, tras la tala de montes de robles y hayas, los limpios montes ofrecían buenos pastos para ganado lanar. Tras años tranquilos, florecieron la viejas rencillas y el 16 de Abril de 1.924 se pidió a la Junta Administrativa de Olaeta, avalada con 37 firmas, solicitar la segregación del Ayuntamiento de Aramaiona e incorpora ración al de Ochandiano, basando la petición en la lejanía del primero y cercanía del segundo, con el que tenían todos los servicios e intercambios, después de seis años la Diputación Foral de Alava, arregla la carretera y se retira la petición de segregación, Olaeta acepta, felizmente para Aramaiona. Olaeta se enorgullece de poseer la mejor cruz de Valle, tallada a piedra con escenas de la Pasión, construida (por 300 reales) al mismo tiempo de la casa Garro. En1.885 trasladaron a la plaza el manantial de agua ferruginosa que se hallaba a 5700 pies de distancia en el lugar de “Arria”, usando cañería cocida de piedra y arcilla, atravesando la heredad  de Trojaola, con un coste de 26.532 reales abonados a Manuel Vaquero su realizador en 1.842, Pantaleón Elorza de Aramaiona construyó un molino aprovechando el agua de las regatas “Cantera” y “Uraozo”.

En Agosto de 1.572 los vecinos Domingo de Trojaola y Francisco de Arechandieta, mayordomos de la Iglesia nueva de Ntra. Sra. de la Concepción que aún está por hacer, compran el solar de Domingo de Arecheta, por 10 ducados. Los vecinos cansados de ir hasta Ochandiano, deciden unidos edificar su propia Iglesia, no tienen dinero pero saben que lo ganarán gravando el vino de sus tabernas con un impuesto especial y entusiasmados atacaron el doble frente, levantamiento de jarras de vino y levantamiento de muros, en tres años coronaron el empeño, con su flamante Iglesia, hecha con sus propias manos.

Diecisiete años y más de 4.000 reales, les fueron en disgustos en pleitos con los de Ochandiano, que no estaban dispuestos a perder sus diezmos,  primicias, y feligreses, apelaron al Visitador General de Calahorra, Doctor Santiago de Abendaño, y ante unas jarras de vino a cargo del Bachiller de Olaeta, Martín de Abásolo, el alcalde y cuatro curas de Ochandiano, haciendo de Escribano el Notario Apostólico, Juan Pérez de Lamiquiz, en 22 capítulos constaba la autorización de la Parroquia, pila bautismal, Santísimo estable y enterramientos, misa los domingos y fiestas, vísperas a las tres de la tarde y misa de difuntos todos los  lunes del año y los sábados en honor de Ntra. Sra. Patrona del barrio, quedando firmado el documento ante el Vicario Tomas Baeza, la victora final del acuerdo perdura como centenaria costumbre casi hasta nuestros días. La obra fué planeada y realizada por el Aramaionés, Juan de Garaizabal y costó 180 ducados, a partir de 1.720 se enlosó la Iglesia y se construyeron los retablos.

El reloj que aun hoy funciona fue montado en 1.877 por Esteban Echebaster. Una nota del libro de Fábrica correspondiente al año 1.709 dice: ”la Iglesia de Olaeta no tiene primicias ni renta alguna, sino limosna voluntaria que ofrecen los vecinos para aliviar los gastos, con  facultad de Su Majestad para imponer “sisa” al vino. En 1.687 con motivo de la visita del Obispo de Calahorra Pedro Lepe, dice que se halla limpia y decente y surtida de ornamentos precisos, pero llamó su atención la detestable ignorancia, por el descuido que el cura tiene de la obligación de enseñársela, obligándole a que todos los domingos a toque de campana se junten y les instruya y enseñe los misterios principales de la fe, muchos vecinos cohabitaban juntos en promesa de matrimonio sin estar casados....., mandó que ninguna persona haga eso so pena de excomunión, ordeno que en la Iglesia, coro, o sacristía, no se tuviera almacenado granos, frutas o cosa alguna que no sea de la Iglesia. En Agosto de 1.592 se pagan 4 reales al organista de Ochandiano por tocar el Clavicordio (instrumento antiguo, parecido al piano de cola).

En 1.700 el cura llama la atención a los Coros de Santa Águeda por el abuso en el repique de campanas, prohibiendo semejante abuso. La casa cural construída en 1.747 costeada por el barrio con el usual impuesto del vino. El cementerio es de 1.846, un año antes de la epidemia, que no les pilló desprevenidos como al resto del Valle.

La fiesta que se celebra de “El limitado”. El tercer domingo de Septiembre, el ayuntamiento en corporación acompañado por numerosos vecinos de la villa recorre todos los mojones del término municipal, levantando acta de la situación de los mismos ante el barrio aramaisoarra de Olaeta. La visita adquiere un marcado carácter festivo en torno a la ceremonia de comensalía celebrada por los numerosos asistentes que, en determinados puntos del recorrido (Tantaibakar, Aspikuarri, Olaeta, etc.) consumen el vino y los bocadillos proporcionados por el ayuntamiento.