Arte Óptico
El Arte Óptico es un movimiento pictórico nacido en Estados Unidos en el año 1958, conocido mayormente por su acepción en inglés: Op Art; abreviación de Optical Art o Op-Art. El Arte Óptico es una corriente artística abstracta, basada en la composición pictórica de fenómenos puramente ópticos, sensaciones de movimiento en una superficie bidimensional, engañando al ojo humano mediante ilusiones ópticas. Se utilizan estructuras de repetición con un orden claro. Frente a otras tendencias racionales, el Arte Óptico se basa en principios científicos rigurosos con el fin de producir efectos visuales inéditos. Se trata de un arte impersonal, técnico, en el que queda abierta, a veces, la posiblidad de que el espectador modifique la configuración que ofrece. Surge como una derivación de la abstracción geométrica.
Las obras del Arte Óptico interactúan con el espectador provocando una sensación de movimiento virtual mediante efectos de ilusión óptica, situación que desencadena una respuesta dinámica del ojo y una cierta reacción psicológica derivada de su apariencia sorprendente. Se utiliza para ello la construcción de perspectivas que el ojo no puede fijar en el espacio; el efecto Rubin, que descubre convexidades a partir de figuras que comparten sus contornos; el efecto moaré, surgido por la interferencia de líneas y círculos concéntricos junto a otras ilusiones perceptivas de inestabilidad, vibración o confusión.
Caracterizaron al Arte Óptico las creaciones compuestas por patrones de repetición de líneas, cubos y círculos concéntricos, en los que predominaban el blanco y negro y la contraposición de colores complementarios. Mediante la repetición de formas simples y un habilidoso uso de colores, luces y sombras, los artistas ópticos lograban en sus obras amplios efectos de movimiento, brindándole total dinamismo a superficies planas, las cuales terminaban siendo ante el ojo humano espacios tridimensionales llenos de vibración, movimiento y oscilación.
El Arte Óptico se caracteriza por varios aspectos:
La ausencia total del movimiento real, todas sus obras son físicamente estáticas, lo cual lo diferencia del Arte cinético.
Se pretende crear efectos visuales tales como movimiento aparente, vibración, parpadeo o difuminación.
Usa los recursos de líneas paralelas, tanto rectas como sinuosas, contrastes cromáticos marcados, ya sea poli o bicromáticos, cambios de forma y tamaño, combinación y repetición de formas y figuras, entre otros recursos ópticos. Usa también figuras geométricas simples, como rectángulos, triángulos y circunferencias en tramados, combinaciones o formaciones complejas.
En muchos casos el observador participa activamente moviéndose o desplazándose para poder captar el efecto óptico completamente.
Se usa el acrílico para obtener superficies lisas, limpias y muy bien definidas.
El artista del Arte Óptico no pretende plasmar en su obra sensaciones o situaciones, no existe ningún aspecto emocional en la obra.
El Arte cinético-lumínico es, de hecho, uno de los desarrollos del arte óptico. La novedad radica en la introducción del movimiento real como uno de los componentes de la obra. En la modalidad "lumínica" se introduce también la luz (artificial generalmente). Aquí la materia artística ya no es la tela, el pigmento, etc., sino el espacio, la luz y el tiempo. Como el proceso de fabricación es objetivo, tecnológico, la obra puede repetirse, serializarse, careciendo de importancia la idea de "unicidad". Muchas discotecas, escaparates y ambientes comerciales son, en realidad, aplicaciones "prácticas" de experiencias artísticas cinético-lumínicas.
OBRAS DE ARTE ÓPTICO DE ANTONIO LIZARAZU BALUÉ
La Óptica es, por definición, la parte de la ciencia que mejor entra por los ojos. El mundo se presenta ante el observador en una sucesión de imágenes dotadas de formas geométricas, color, simetría y movimiento. Y el ser humano aprovecha toda esa información para aprehender el pulso natural de la vida.
Las artes plásticas son, sin duda, la sublimación perceptual del sentido de la visión, y en buena medida, su fuerza y carácter se basa en los fundamentos que permiten describir la naturaleza de la luz y su interacción con el ser humano.
En la obra gráfica presentada por Antonio Lizarazu Balué encontramos un despliegue alegórico del ente luminoso. La luz, descompuesta en colores casi espectralmente puros, se reconstruye en torbellinos pulsantes, en repetidos dobleces espaciales que acentúan la simetría de la composición. La sucesiva disminución de la escala espacial remeda composiciones fractales, inherentes a la geometría de los objetos naturales, y los colorea con explosivas volutas de arco iris.
Dos son los elementos básicos de la obra gráfica presentada: el color y la simetría, y ambas son partes constituyentes del entorno natural que soporta a la descripción de la luz.
Con estos dos elementos el autor representa estados visuales de impresionante matiz onírico: esencias de pensamiento visual, secuencias caleidoscópicas donde la pureza y fuerza de los colores se aposenta en la geometría para ocupar el lienzo, como fluyendo.
Me ha llamado la atención el formato: todos son cuadrados, y sin embargo en la obra hay un desarrollo, a veces muy sinuoso, hacia el círculo. Tiene su gracia y su fuerza expresiva... Como estoy casi seguro de que el autor no se habrá dado cuenta tiene más valor, porque de forma intuitiva ha manejado conceptos y formas que son de carácter más "universal". Y si lo ha hecho a posta, pues enhorabuena por saber manejar esas ideas.
Francisco Javier Alda Serrano
Catedrático de la Escuela Universitaria de Óptica.
Universidad Complutense de Madrid. España.
Arte Digital - Digital Art
Serie: "Arte Óptico"
Medidas: 1 metro x 1 metro sobre papel fotográfico
Arte Digital - Digital Art
Serie: "Arte Óptico"
Autor: Antonio Lizarazu Balué
Op Art - Arte Óptico - Optical Art - Arte Cinético