Batalla de Hastings

Batalla de Hastings

La batalla de Hastings fue el enfrentamiento entre las tropas del último rey anglosajón de Inglaterra, Haroldo II de Inglaterra, y el ejército del duque de Normandía, Guillermo el Conquistador. El encuentro sucedió el 14 de octubre de 1066 en la colina de Senlac, a 11 km al norte de Hastings, al sur de Londres. La batalla terminó en una victoria total y decisiva para los normandos, muriendo en ella Harold, lo que permitió a Guillermo adueñarse del trono inglés. Gracias al uso del arco largo o "longbow" el ejército de Guillermo consiguió derrotar a los caballeros ingleses de Harold. A partir de entonces Inglaterra quedó unida políticamente al Ducado de Normandía, en el norte de Francia. Las disputas en torno al gobierno de este último territorio serían las causantes últimas de la guerra de los Cien Años entre las coronas de Francia e Inglaterra.

Antecedentes

La campaña de Guillermo fue parte de las disputas sucedidas tras la muerte del monarca inglés Eduardo el Confesor, quien carecía de herederos directos. El duque normando basaba su reclamación en una promesa que le hizo el soberano anglosajón muchos años antes, tras apoyarlo durante su exilio.

En 1064 Guillermo obligó a jurar a Harold Godwinson, conde de Wessex, vicerregente del rey y cuñado de Eduardo, que le cedería el trono inglés. Sin embargo, éste nunca estuvo dispuesto a cumplirlo.​ El conde era un hombre con personalidad y capacidades que se fueron ganando el apoyo del rey y la nobleza hasta convertirse en el heredero de facto de Eduardo, aumentando su poder frente a posibles rivales en las islas, y hasta el propio Eduardo lo recomendó activamente ante el Witenagemot (asamblea general).

Tras la muerte del rey inglés el 5 de enero de 1066 Harold fue proclamado su sucesor y coronado al día siguiente en la Abadía de Westminster.​ Sin embargo, había otros pretendientes al trono. Además de Guillermo, que una vez enterado de la noticia y de que Harold había roto el "juramento" utilizó aquello como justificación para emprender una invasión, empezando a reunir un poderoso ejército entre sus propios hombres y sus aliados y mandando a construir o arrendar una flota de más de 500 barcos a partir de inicios del verano,​ estaba el reclamo de Harald III, rey de Noruega, pariente de Eduardo, quien se había mantenido en el trono inglés gracias al apoyo danés y noruego.

Además de este pretexto, Guillermo contaba con la ventaja moral que le brindaba el apoyo de la Iglesia de Roma (que buscaba aumentar su influencia en un reino sin religión oficial como Inglaterra).

Harold, que estaba decidido a defender su trono, movilizó a su cuerpo de élite, sus 4.000 huscarles, y a la milicia anglosajona, los fyrd, reuniendo a 4.000 de ellos (aunque en teoría podían llegar a 20.000).​ Repartió el ejército por toda la costa sur inglesa esperando el desembarco de los normandos. Ante la llegada de la época de cosecha, Harold licencia a sus milicianos el 8 de septiembre; sin embargo, fue entonces cuando su rival noruego desembarcó en el norte del país, uniéndosele también el propio hermano de Harold, Tostig. Mientras Harold reunía apresuradamente a sus hombres y se dirigía al norte a marchas forzadas,​ Harald derrotaba al conde Morcar de Northumbria en Fulford Gate el día 20. A pesar de esto Harold derrotó y aniquiló a los vikingos en la Batalla de Stamford Bridge cinco días después, muriendo en el combate Harald y Tostig.

En Francia en tanto, el duque Guillermo se había tenido que quedar en Normandía esperando la llegada de vientos favorables para poder zarpar. Llegado el 12 de septiembre pudieron partir hasta el pequeño puerto de Saint-Valery-sur-Somme y desde ahí a los quince días partir a Inglaterra, cruzando el Canal de la Mancha en sólo un día. El 28 de septiembre desembarcó en Pevensey (Sussex) con probablemente 6.000​ a 9.000 hombres.​

Se desconoce el número de caballos que traía el ejército de Guillermo, pero se sabe que fue una gran cantidad, no acostumbrada en la logística militar de la época. Hasta entonces nadie había embarcado tantos equinos con vistas a una invasión, pero a pesar de las críticas, Guillermo fue consciente del importante papel de la caballería en las operaciones militares. Este hecho resultó, a la postre, decisivo en el enfrentamiento con los sajones y determinante para la victoria normanda.

Al poner el pie en tierra, se cuenta que Guillermo perdió el equilibrio y cayó de bruces en la arena, frente a la mirada atónita de sus soldados. Estos interpretaron la caída como un mal augurio en su invasión. No obstante, uno de sus nobles se apresuró a salvar la incómoda situación diciéndole «Ahora tiene en sus manos la tierra de Inglaterra». Frase de oportunidad que inspiró al Duque de Normandía, quien pronunció unas palabras para, dando solemnidad a tan involuntario acto, tomar posesión de Inglaterra en tanto sostenía en su mano un puñado de arena de la playa.​

Posteriormente, sus tropas se dirigieron al norte hasta Hastings, en el camino de Londres, donde decidió acampar. Se construyó entonces un fuerte de madera de gran tamaño como base para las tropas hecho con materiales portátiles traídos desde Normandía en piezas. Guillermo empezó inmediatamente a saquear todos los pueblos y aldeas cercanas en busca de información, alimentos, forraje​ y llamar la atención de su rival.​

Las noticias del desembarco normando llegaron a oídos de Harold el 1 de octubre, cuando celebraba su victoria sobre los noruegos; de inmediato volvió a toda velocidad al sur reclutando hombres en el camino, hasta reunir probablemente cerca de 6.000 o 7.000 hombres, alcanzando Londres el día 11.​ A partir de ahí avanzó por el camino que unía Hastings con Londres, con el fin de bloquear la previsible marcha normanda hacia la capital del reino. Harold entonces llegó a la colina de Senlac, que había elegido anteriormente como posible campo de batalla durante el verano. La colina tenía una pendiente suave, con pantanos al sur y el arroyo de Atsen, los flancos oriental y occidental los protegían profundos barrancos cubiertos de maleza espesa y por el norte una colina aún más pronunciada le daba protección.

Ejércitos

Aproximadamente la mitad de las fuerzas anglosajonas (compuestas únicamente por infantería) estaban formadas por los huscarles(Housecarls), tropas de élite sajonas fuertemente armadas que dependían directamente del rey, siendo el resto miembros de la milicia rural, los fyrdmen o fyrd. El equipamiento bélico de los segundos, con escasas excepciones, era notablemente inferior al de los huscarles. Ciertos autores sostienen que si Harold hubiese llamado a la batalla a la milicia londinense, The Furth, habría ganado el combate sin problemas, pero el caso es que el rey inglés no lo hizo. Es probable que la falta de tiempo y las prisas por bloquear el paso a Guillermo le impulsaran a marchar a la batalla sin la demora que supondría esperar a que los londinenses acudieran a su llamada y se armasen. Por otra parte, acababa de aplastar sin problemas una sublevación en toda el área de Yorkshire, apoyada además por una invasión noruega; todo ello únicamente con los hombres que, en ese momento, estaban bajo su mando. Es probable que no creyera necesario llamar a más soldados, pues si su ejército había vencido a Tostig y Harald juntos, era de esperar que también lograra la victoria sobre Guillermo.

Sin embargo, había una importante diferencia entre los ejércitos normandos y los de los vikingos o los anglosajones. Mientras estos disponían de un ejército a la antigua, formado por infantería poco diferenciada o especializada en un método de lucha, el de Guillermo era un exponente de los nuevos ejércitos imperantes en Europa Occidental. Contaba con cuerpos diferenciados de arqueros y ballesteros, hombres de armas a pie y caballería pesada.​ Su caballería fue más efectiva gracias a la incorporación efectiva del estribo como adelanto tecnológico a través del cual los jinetes lograban mayor energía en el golpe de lanza. Además de sus vasallos normandos, Guillermo contaba también con los hombres y caballos aportados por sus aliados bretones (un tercio de su ejército), franceses y flamencos.

El tamaño de las fuerzas enfrentadas no está claro, las estimación varían enormemente entre ellas, en la siguiente tabla se muestran las cifras dadas por diversos autores respecto del número de hombres de los ejércitos:

Bajas

Fuerzas en combate

Comandantes

Beligerantes

Detalle del Tapiz de Bayeux (10731083)

Resultado

Coordenadas

Lugar

Fecha

Más de 2.000 muertos

Desconocidas, estimaciones varían entre 4.000 y 30.000

Haroldo II de Inglaterra

Gyrth de East Anglia †

Leofwine de Kent †

Victoria normanda decisiva

Alrededor de 2.000 muertos y heridos​

Desconocidas, estimaciones varían entre 3.000 y 30.000

Infantes armados con lanzas, espadas y hachas de combate, las armas con que lucharon los huscarles de Harold en Hastings

La batalla

Preparativos

Guillermo fue informado rápidamente de los movimientos de sus enemigos: como estos habían llegado al final del día era obvio que descansarían esa noche y atacarían sorpresivamente a la mañana siguiente. Sabiendo esto, el duque se les adelantó y marchó con sus hombres al amanecer,​ llegando a los pies de la colina. Antes de marchar Guillermo les dijo a sus hombres: "No lucháis solo por la victoria, sino también por la supervivencia". La frase era muy cierta, ya que sus hombres no tenían muchas oportunidades de cruzar con éxito el Canal de la Mancha si eran derrotados.​

Era la mañana del 14 de octubre cuando ambos ejércitos se desplegaron para la batalla. Los normandos quedaban por el terreno obligados a atacar de frente y cuesta arriba, lo que otorgaba una gran ventaja de partida a las fuerzas anglosajonas. Harold dispuso en los flancos a los Fyrd, mientras que en el centro se apostaron los veteranos y bien pertrechados huscarles, apoyando sus defensas con una línea de estacas afiladas de madera adelante.​

Por su parte, Guillermo dispuso a los arqueros (armados tanto con arcos normales como con el arco largo —longbow—, cuerpo especializado que sería la estrella de los ejércitos ingleses posteriores) y a los ballesteros en primera fila, seguidos por la infantería. Por último, situó la caballería (la conroi), comandada por él mismo, en la retaguardia. Los infantes y jinetes bretones se dispusieron en el flanco izquierdo, mientras que los franco-flamencos se dispusieron en el flanco derecho, todos ellos protegidos a su vez por las líneas de arqueros y los normandos mismos en el centro.

Primera fase

A las nueve de la mañana las tropas de Guillermo iniciaron su subida de la colina; los arqueros que iban delante iniciaron una lluvia de flechas sobre el enemigos, esperando debilitar las filas enemigas, sin tener mucho éxito. Mejor le fue a la respuesta de los sajones, quienes lanzaron jabalinas, flechas y hachas arrojadizas llamadas franciscas. Tras esto se produjo el choque entre ambas fuerzas. Cerca de las diez y media, los sajones finalmente forzaron a huir a los bretones, quienes fueron los primeros en chocar porque su pendiente era la más suave; tras esto los fyrd les persiguieron. Guillermo tuvo entonces que auxiliarlos con su caballería, los sajones quedaron aislados en campo abierto y cogidos por sorpresa por tropas mejor equipadas, resultando aniquilados. Después de esto ordenó retroceder a sus otras dos divisiones.​

Segunda fase

Tras fracasar la infantería Guillermo decidió usar su caballería pesada, comandada por él mismo y su medio hermano Odo de Bayeux, apoyados por los arqueros e infantes, avanzando de forma más lenta y deliberada, pero también más entorpecida por que el terreno estaba resbaladizo por la matanza previa. Durante dos horas se sucedieron los ataques, cada vez que los normandos lograban abrir una brecha los sajones la cerraban y les lanzaban una lluvia de proyectiles.

Mapa que muestra los despliegues iniciales de los ejércitos en la batalla de Hastings.

Tercera fase

Cerca de las trece horas, los flamencos y franceses empezaron a huir de la colina, cansados de la lucha. Su comandante, Eustaquio, con el estandarte papal los reagrupó y conminó a regresar a pelear. Guillermo había perdido su caballo y estaba luchando a pie cuando se propagó el rumor que había muerto, Eustaquio le dio un caballo y el duque se quitó el casco ante sus soldados y gritó: "Miradme bien. ¡Todavía estoy vivo y por la gracia de Dios aún resultaré vencedor!". Sin embargo, en ese momento los anglosajones estaban a punto de ganar la batalla, lo que habrían logrado de haber mantenido su línea indefinidamente.

Cuarta fase

Cerca de las catorce horas, Guillermo decidió retroceder y reagrupar a sus hombres, dándoles de comer. Harold utilizó ese tiempo para acortar su línea, que se hallaba muy diezmada por las bajas; sin embargo, seguía manteniendo la ventaja. El ejército normando había perdido un cuarto de sus hombres y muchos de sus caballeros tenían que luchar a pie por la falta de caballos.

A las quince horas se inició el último ataque normando, que tardó media hora en llegar a la cima de la colina, porque la ladera estaba llena de residuos. El duque había ordenado a sus arqueros que dispararan lo más alto posible, mientras que sus restantes tropas atacaban la línea de escudos sajones. Ésta finalmente empezó a flaquear y a romperse en algunos sectores.

Los normandos empezaron a lanzar ataques para luego retirarse, motivando a los milicianos sajones a perseguirlos, para que luego los caballeros montados rodearan a sus enemigos e impidieran que recibieran auxilio; de este modo unidades enteras de sajones fueron masacradas y su muro de escudos empezó a perder demasiados hombres como para reemplazarlos, abriéndose brechas imposibles de cerrar.

Una vez rota la línea los normandos entraron en masa, atacando el interior del ejército sajón. Cerca de las cuatro de la tarde la fuerza sajona se deshizo en varios grupos separados. Cerca de una hora y media después los fyrd empezaron a huir a los bosques o a retirarse en tanto que los huscarles continuaron resistiendo hasta que los masacraron. Un gran grupo se reunió en torno al estandarte de su rey continuando de forma desesperada su resistencia. Finalmente Harold fue muerto por una flecha y con él cayeron sus principales comandantes.

Los últimos sajones que quedaron resistieron hasta que pudieron escabullirse en los campos cercanos de Oakwood Gill, donde se reagruparon y emboscaron a los normandos enviados en su persecución y para asegurar los bosques cercanos. Así lograron matar a Eustaquio de Bolonia.

Durante el resto del día y en los sucesivos hubo escaramuzas entre los sajones supervivientes y las tropas normandas, que fueron enviadas a asegurar los bosques de los alrededores. La batalla había finalizado con una indiscutible victoria normanda.

Consecuencias

Guillermo aplastó cualquier resistencia hasta llegar a Londres, donde se coronó rey de Inglaterra el día de Navidad de 1066 en la Abadía de Westminster. La mayoría de los reyes ingleses y luego británicos han continuado esta tradición.

Inglaterra, especialmente en el norte y centro, fue devastada durante los nueve años siguientes por las guerras entre los normandos de Guillermo y los sajones, apoyados otra vez por los daneses. Finalmente, el ahora rey Guillermo I el Conquistador se hizo con el control absoluto del reino e introdujo numerosas reformas en Inglaterra, a imagen y semejanza de las que imperaban entonces en Francia y países limítrofes.​ Las tierras de los nobles sajones que se negaron a someterse fueron repartidas entre los caballeros normandos del rey, que pasaron a administrarlas en calidad de señores feudales. Se construyeron también numerosos castillos en Inglaterra,​ edificados tanto por su función como baluartes frente a escoceses (derrotados y sometidos a vasallaje por Guillermo en 1072) y galeses, como instrumentos para someter de forma más eficaz al pueblo inglés.

El ejército se reformó a imagen y semejanza del normando​ y el cristianismo​ fue elevado a religión oficial del reino de Inglaterra, donde hasta entonces había convivido junto a toda clase de cultos paganos de origen celta, germano o vikingo. La Iglesia romana también consiguió importantes lotes de tierra y un gran número de siervos que trabajasen en sus nuevos monasterios. Finalmente, los nobles normandos pasaron a ser una clase social totalmente separada del resto de la población: eran los únicos que podían ser nombrados para cargos de responsabilidad y los dueños de numerosos privilegios, entre ellos la propiedad de los bosques y el permiso exclusivo para recoger leña o cazar en ellos (algo que, hasta entonces, había sido una actividad libre en la isla).​ Los nobles pasaron a ser los dueños absolutos de la vida de sus siervos, a los que podían castigar como quisieran si no respetaban las leyes que se les imponían. Un cambio fundamental entre la relativamente mayor igualdad anterior y un sistema de tipo feudal.

La naturaleza electiva de la monarquía fue abolida y sustituida por otra hereditaria, por lo que a la muerte de Guillermo este fue sucedido por sus hijos Guillermo II y posteriormente Enrique I. Los descendientes de Guillermo trasladaron cada vez más la base de su poder a Normandía, a la que consideraban una parte más de su reino; esto condujo a la larga al prolongado enfrentamiento con Francia conocido como Guerra de los cien años, pues los franceses seguían considerando el ducado de Normandía como una parte de su país donde el rey de Inglaterra no era más que un señor feudal al servicio del monarca francés como cualquier otro.

Notas

  1. The Medieval state: essays presented to James Campbell. John Robert Maddicott, David Michael Palliser & James Campbell. Continuum International Publishing Group, 2000, pp. 76:

Figura representando a Guillermo el Conquistador tras ser coronado rey de Inglaterra, en el museo de Bayeux

Caballería normanda a la carga

      1. The German scholar Wilhelm Spatz had by then estimated troops on each side at much more than 6000-7000, while J. H. Round's refusal to accept the palisade which Freeman had posited along the English front had led to the belief that the latter must have consisted of a continuous lenght of shield-wall, which was, if we accept consisted William of Poitiers's repeated setatements on the density of the English formation,(6) many ranks deep. F. H. Baring guessed that it might have numbered 20,000 to 30,000 men, and, as he thought this impossible, concurred with Ramsay that the English had occupied not the bulk of the ridge at the start of the battle but simply its crest. (7)

      2. W. Spatz, Die Schlacht von Hastings (Berlin, 1896), pp. 30-33 (...)

      3. (7) J. H. Ramsay, The Foundations of England (2 vols, London, 1898), ii, 24-6; F. H. Baring, "On the Battle of Hastings", appendix B of his Domesday Tables (London, 1909), pp. 217-22. Baring's map (see pp. 7) of the field and the dispositions of both sides remains the best available on the contours of the site. Ramsey (ii. 16) assessed the French at 5000, Baring (pp. 219) at 8000 to 10000, and the English at 10,000 to 13,000, "many of them...rustics".

  1. The Battle of Hastings: sources and interpretations. Stephen Morillo. Boydell & Brewer, 1996 , pp. 74:

      1. A scholarly consensus seems to have settled on 6,000-8,000 combatants on each side, but this figure is merely a guess based upon the topography of the ridge upon which the English deployed and the manner in which we believe they fought.4

      2. (4). R. Allen Brown, "The Battle of Hastings", Anglo-Norman Studies 3 (1980), 10. If we generalize from the five-hide rule, Harold could call on 14,000 fyrdmen from English's hides, carucates, and sulungs. From those shides that probably received his summons - East Anglia, Northamptonshire, Hampshire, Berkshire and the "home counties" - he could raise about 5900 soldiers from some 29,000 hides. In comparison, Henry II a century later could call upon the service of 5300 English and 1200 Normad knights. The Norman arriére-ban, which never seems to have been called upon in the twelfth century, could in theory turn out a force of 2500 knight in 1172. Thomas Keefe, Fiscal Assessment and the Political Community under Henry II and His Sons, Berkeley 1983, 73-74, 86. Given these figures, the estimates of 6,000-8,000 might be on the high side. But cf. Bernard Bachrach, "The Military Administration of the Norman Conquest", Anglo-Norman Studies 8 (1986), 2-4, 24-25, which argues strongly for a Norman army of 14,000 men, 10,000 of whom were combatants.