El dibujo se utiliza de forma evidente en el mundo del arte, pero también en el trabajo, en los juegos, en la escuela y fuera de ella. El dibujo constituye una forma específica de comunicar, favorece la capacidad de expresar de forma visual ideas, temores, alegrías y sentimientos, el desarrollo de las facultades creativas y su conocimiento permite enriquecer las propias posibilidades de intervención en la sociedad y sobre el medio. 

Nuestras primeras huellas gráficas fueron realizadas precisamente con la mejores herramientas de las que disponíamos: nuestras propias manos, que - tal vez como "tributo"- dejamos "estampadas" en las paredes de las cuevas junto a dibujos y grabados con representaciones de animales y otros grafismos más abstractos que habría que interpretar como signos o muestras visuales de una incipiente conciencia como seres humanos en un mundo desconocido. 

El dibujo no sólo lo practican, como a menudo se piensa, algunos "artistas" o unos cuantos "dotados" sino, de alguna manera, todo el mundo, entre ellos tú.

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