Editorial

Sobran razones

Por Fernando Sarmiento Santander, Coordinador Nacional Redprodepaz.

Más de 30 días cumple el Paro Nacional en Colombia, siendo las juventudes las principales protagonistas del gran estallido social y la resistencia en las calles. El Comité Nacional del Paro, aunque no representa la diversidad de voces que conforman la movilización, presiona para que avancen los diálogos con el gobierno de Iván Duque. Se trata de un escenario político, económico y social brumoso, en el que se combinan factores de gran complejidad para el país.


A los efectos de la pandemia del Covid en la economía y la salud de los colombianos, se suma el descontento social frente al ejercicio de gobierno, que ha venido creciendo desde las marchas de finales de 2019. Los acuerdos de ese entonces, referentes a asuntos pensionales, laborales, de educación e implementación de la paz, no han sido cumplidos por parte del Ejecutivo, y hoy se recogen y se amplifican en la actual protesta.


La bruma del escenario se hace más densa con la impopularidad del actual mandatario (76%)[1], cuyo mentor y partidarios políticos le van retirando sus respaldos. Y a medida que crece su desaprobación, crece el recurso de ‘la mermelada’ para tratar de sostener sus propósitos. Por esta vía, logró sostener al actual ministro de Defensa, Diego Molano, que había sido llamado por moción de censura al Congreso por sectores de la oposición; las dos cámaras negaron la moción, legitimando el uso desproporcionado de la fuerza pública. Los ojos del mundo están puestos sobre la situación de DD.HH. en el país, haciendo mérito para una visita de la CIDH.


Durante su período, el Presidente Duque ha asignado a sus allegados políticos y personales en las direcciones de los entes de control, como la Fiscalía, la Procuraduría e incluso en la Defensoría del Pueblo. Ello, sumado al clientelismo del legislativo, ha puesto en vilo la premisa democrática de la separación de las ramas del poder público, lo que deriva, en las actuales circunstancias del Paro Nacional, en una ausencia de control político y contención de la violencia estatal.


Como Redprodepaz nos hemos preguntado por estas causas profundas en las regiones del país, con las cuales hemos llegado a reconfirmar la necesidad de abrir un escenario de diálogo que avance hacia un gran consenso nacional para la tramitación de las demandas expresadas en la movilización social. Vemos la urgencia de superación de la inequidad que subyace a la pobreza, el desempleo, la cobertura insuficiente en los servicios de salud, educación y alimentación digna. Factores como la corrupción y la violencia social y política han profundizado la inequidad en el país. Desde allí, son comprensibles todas las demandas sociales, que deben ser puestas en el orden del día de la agenda del diálogo nacional y regional.



[1] https://www.elespectador.com/politica/desaprobacion-del-presidente-ivan-duque-llega-al-76-invamer-poll/. 6 de marzo de 2021