La huella humana en la Isla Robinson Crusoe (Archipiélago de Juan Fernández) entre los Siglos XVI y los Albores del Siglo XVII: Una Impronta para el Futuro

Fernando Venegas Espinoza - Autor
Sergio Elórtegui Francioli - Autor

Autores

Fernando Venegas Espinoza. Doctor en Historia, Universidad de Chile. Académico Universidad de Concepción. Director del Programa de Doctorado en Historia y editor de la Revista de Historia de la Universidad de Concepción


Sergio Elórtegui Francioli. Biólogo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Doctor en Ciencias de la Educación, Pontificia Universidad Católica de Chile. Postdoctorado en Biogeografía, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.


Texto de los autores

El objetivo de la ponencia es problematizar la relación sociedad ambiente en espacios insulares. En este caso, se trata de enfocar la atención en el Archipiélago de Juan Fernández, grupo de islas que pertenecen a Chile, situadas, en su punto más próximo al continente, a 670 km de San Antonio, puerto de Santiago, su capital.

La ponencia se basa en un artículo recientemente publicado en la Revista de Historia Ambiental Latinoamericana (Brasil), y que ha sido construido a partir la interdisciplina que propone la Historia Ambiental, en este caso, combinando la micro y macrohistoria, con las ciencias naturales. En términos metodológicos, se ha combinado el trabajo de campo, con la revisión de documentación original que se encuentra en el Archivo Nacional Histórico de Santiago de Chile, fuentes que permiten abrir nuevas perspectivas para comprender el poblamiento inicial en una de las islas del Archipiélago: Robinson Crusoe (conocida en el pasado como Isla Más Atierra o Santa Cecilia). También utilizamos Sistemas de Información Geográfica e imágenes para reconstruir el paisaje original. Se trata a su vez de una publicación que inicialmente se enmarcó en el proyecto Anillos PIA SOC 180040, Financiado por ANID, y que hemos postulado ahora, para continuar su desarrollo, hasta el año 2000, al Fondecyt Interdisciplinario, también de ANID.

Concretamente, el estudio nos ha permitido demostrar que la ocupación de la Isla Robinson Crusoe, entre 1574 y 1616, tuvo dos etapas. La primera de ellas estuvo caracterizada por la introducción de ganado, predominando el caprino (Capra hircus). En términos temporales se extendió hasta aproximadamente 1590. Una segunda etapa comenzó en 1591 con el inicio de la explotación económica de la isla, tanto a partir de la extracción de recursos pesqueros, la explotación de los lobos marinos, la captura de langostas y la tala de sus bosques. Esta última actividad alcanzó dimensiones significativas, pudiendo comenzar a decaer después de que un fallo judicial la prohibió, alrededor de 1603. 

Nuestro análisis se concentra en dimensionar los alcances ambientales de esa ocupación. En el caso de la ganadería caprina, se debe considerar que prácticamente no estuvo sujeta a la acción de depredadores durante un siglo, lo que permitió su multiplicación a un número que pudo ir de 10 mil a 20 cabezas. Su impacto sobre la flora nativa fue dramático, particularmente en el SO de la isla. 

Un segundo alcance enorme lo tuvo la explotación de la madera, que fue talada por “indios hacheros” que fueron dejados en la isla solo con ese fin. Sobre un total de 2.500 ha de flora disponible, la tala pudo afectar unas 900 ha. Es decir, alrededor de un tercio del ecosistema arbóreo. Esta actividad se concentró en el NNO de la isla.

La trascendencia de este estudio es que permite ajustar las estimaciones que se han realizado por investigaciones realizadas por la ecología histórica, fundamentalmente por Stuessy (2020), otorgándole mayor protagonismo a la acción antrópica en los procesos erosivos de la isla por sobre los factores naturales. Un segundo aspecto, es que posibilita también pensar en nuevas hipótesis de trabajo, que si bien nacen de este lugar en particular, pueden tener un alcance más global. La hipótesis es que los impactos humanos sobre los ecosistemas no necesariamente son incrementales con el paso del tiempo,  sino que dependen de la fragilidad de los mismos. En el caso del Archipiélago de Juan Fernández esto es elocuente, toda vez que, por ejemplo, la introducción de cabras (misma modalidad ocurrida por ej. en Azores, Madeira o Canarias), tuvo un impacto sobre el espacio cuyas consecuencias se dimensionan hasta el presente y que son irreversibles. En la actualidad, a pesar de que en la isla existe una ocupación permanente, la acción articulada de ecologistas, políticas públicas y la comunidad, permite dimensionar que el impacto humano sobre el medio es menor, a pesar de encontrarnos en un contexto de hegemonía de las lógicas capitalistas de producción en términos globales.

Para más informaciones sobre el tema véase el artículo: 

https://www.halacsolcha.org/index.php/halac/article/view/553

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Bibliografía General





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