Entrevista: El terremoto de Arica de 1868. “La gran catástrofe del sur”

Entrevistado

Alfredo Palacio Roa

Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla, España. Autor de varios artículos y libros sobre la historia cultural y social de Chile, destacándose en el estudio de las catástrofes provocadas por los riesgos naturales y las catástrofes antrópicas.

Pablo Moya Rojas

Magíster en Educación por la Universidad Central de Chile y Profesor de Historia y Geografía en la Universidad San Sebastián. 

Entrevistado

Semblanza de los entrevistados

Alfredo Palacio Roa es doctor en Historia por la Universidad de Sevilla, España. Autor de varios artículos y libros sobre la historia cultural y social de Chile, destacándose en el estudio de las catástrofes provocadas por los riesgos naturales y las catástrofes antrópicas. Entre sus publicaciones destacan Historia de un desastre, relatos de una crisis: Concepción, 1751-1765 (libro en coautoría con Mauricio Onetto Pavez); Fuentes para la Historia Sísmica de Chile (1570-1906); Historia ilustrada de los megaterremotos en Chile (1647-1906); Entre ruinas y escombros, los terremotos en Chile durante los siglos XVI al XIX.

Pablo Moya Rojas es Magíster en Educación por la Universidad Central de Chile y Profesor de Historia y Geografía en la Universidad San Sebastián. Ha desarrollado la mayor parte de su vida profesional en el Archivo Nacional Histórico de Chile donde fue encargado del Departamento de Educación y Vinculación con el Medio. Además, ha participado como ayudante de catedra e investigación en diferentes proyectos, entre ellos, el Proyecto FONDECYT de Iniciación N°11160157 cuyo investigador responsable fue Alfredo Palacios Roa

En esta ocasión el Equipo Coordinador de Red GERIDE conversó con los profesores Alfredo Palacio Roa y Pablo Moya Rojas, autores del libro “La gran catástrofe del sur. El megaterremoto de Arica de 1868 a través de sus noticias y grabados”.

Texto de la entrevista

Equipo Red GERIDE: El libro “La gran catástrofe del sur” conmemora el episodio que literalmente arrasó con la entonces ciudad peruana. Fue el primer megaterremoto que tuvo eco a nivel global, gracias a los grabados que se publicaron en diarios del mundo. ¿Podrían ayudarnos a entender un poco lo que pasó?

Autores: El libro, que fundamentalmente corresponde a una compilación de diferentes cartas, documentos y noticias (estas últimas publicadas en su mayoría en diarios peruanos y chilenos), describe los momentos de mayor tensión vividos por la población ariqueña durante el desarrollo del fenómeno geológico combinado, del 13 de agosto de 1868, y las acciones que emprendieron con posterioridad para sortear sus embates. 

Los grabados que acompañan a estos relatos, extraídos desde la prensa internacional de aquel entonces, son el complemento perfecto de aquella selección, ya que no solo ilustran las consecuencias del terremoto, sino también permiten visualizar los incendios que se provocaron en diferentes puntos tras el sismo y, especialmente, el tsunami que inundó las calles de la cuidad y provocó la muerte de decenas de personas junto con millonarias pérdidas. Esto, a nuestro parecer, hace que el mensaje que quiere transmitir a través del texto sea comprendido de mejor manera (una imagen vale más que cien palabras según el adagio), provocando que el impacto de la noticia haya quedado impreso en la retina de los lectores. Por lo mismo, frente a la dimensión de la tragedia, su noticia fue la primera de este tipo en ser ampliamente divulgada y así dar vuelta al mundo, puesto que encontramos ilustraciones en Estados Unidos, Inglaterra, España, Francia, y Australia: lo que demuestra el impacto y la notoriedad que causó. Hay que agregar que la imprenta y las comunicaciones por cable estaban lo suficientemente desarrolladas para lograr este cometido, de lo contrario probablemente esta noticia solo se hubiese conocido en el plano local.

Equipo Red GERIDE: ¿Ven reflejada hoy en día, en las acciones que el Estado ha tomado frente a los sismos más importantes, alguna de las lecciones aprendidas tras el terremoto que han estudiado por el Libro?

Autores: Consideramos que, si bien se ha avanzado con los años, por ejemplo, en el desarrollo de planes de mitigación y prevención e instalación de señalética, estos esfuerzos siguen siendo insuficientes y esporádicos ya que no han logrado calar hondo en la mayoría de la población. En este sentido, a nuestro juicio falta todavía incorporar el estudio de los sismos y sus consecuencias en los planes y programas educacionales con el fin de crear una verdadera cultura sísmica a edades tempranas. Se ha avanzado en la materia, se han generado grupos de estudio y diversas ONG, pero este esfuerzo debería ser sostenido en el tiempo, y así evitar que, ante la ocurrencia de nuevos desastres, el comportamiento de la población afectada sea más instintivo que planificado. Un ejemplo de aquello es lo que ocurrió con los restos del vapor de guerra norteamericano Wateree, que fue arrastrado por el tsunami (tanto por el de 1868 y el del 9 de mayo de 1877) y que marcó la altura máxima del avance de las olas; sin embargo, sus calderas, únicos vestigios que hoy se conservan, fueron trasladadas de su lugar original y colocadas a orillas de la carreta. Donde originalmente quedaron sus calderas, hoy, se levantan casas, las cuales, ante la ocurrencia de un nuevo tsunami, eventualmente podrían resultar inundadas. Esto demuestra que se debe reforzar la memoria histórica de estos acontecimientos para evitar que situaciones como estas se repitan en el futuro.

Equipo Red GERIDE: ¿En qué puede ayudar hoy estudiar un terremoto acaecido en 1868? ¿Por qué es importante recordar y entender lo que pasó entonces?

Autores: Somos de la firme idea que mientras más sepamos de nuestra historia sísmica, quizás podamos estar más preparados para enfrentar fenómenos que, por la disposición geográfica de nuestro país, se repetirán en el tiempo y esto nos obliga no solo a entender que vivimos en un país sísmico; sino que, independiente del sector de Chile en el que vivamos, siempre debemos estar preparados para enfrentar a esta poderosa amenaza. Por esta razón, en la introducción del libro nos hicimos la siguiente pregunta: ¿cuál sería el interés que podría despertar esta nueva compilación?, y la respuesta que encontramos fue sencilla: rescatar y poner a disposición del lector y los investigadores los grabados que acompañan el texto, el cual reconocemos que son poco conocidos. Pero, fundamentalmente, lo que nos motivó fue rescatar cartas que, por su mal estado de conservación se terminarán perdiendo (muchas de ellas se encuentran en microfilm que malamente se leen o en diarios que están en pésimo estado de conservación especialmente de los diarios que consultamos en Lima, muchos de los cuales ni siquiera nos los pudieron pasar por estar hechos "literalmente" polvo).


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