La implementación de cuestionarios virtuales, como Quizzis, pueden ser de gran utilidad en casos de evaluación continua de aspectos conceptuales. Según la profesora Santillán, esto no solo puede potenciar la actividad sincrónica, también permite incrementar la atención del alumno.

En el caso de cursos como los relacionados a Ingeniería, se pueden implementar herramientas que permitan desarrollar preguntas calculadas, a fin de evaluar a los estudiantes en su capacidad de identificar y resolver problemas. En la experiencia del profesor Franco, esta estrategia le ayudó a reducir los problemas de plagio.

Otra estrategia que se puede realizar es reducir las evaluaciones a solo dos: una de entrada y otra de salida. Esto fue aplicado por la profesora Osorio, quien tomó la primera prueba 8 horas antes de iniciarse el curso y se enfocaba en la parte analítica. En el caso de la segunda, que cubría el desarrollo de un trabajo de campo, no incluía respuestas únicas a manera de darle al alumno la posibilidad de razonar. Como resultado, no solo se redujo el plagio, también se incrementó la retroalimentación.

Apelar a los aspectos personales puede ser otra forma de enfocar la evaluación. Tal fue el caso del profesor Tintaya, quien inicialmente identificó los resultados del aprendizaje del curso parar crear un producto que le permitiera evaluar los resultados. Se pidió a los alumnos que grabaran un video a partir de una reflexión acerca de cómo los estudiantes habían socializado en política en su propia historia de vida, esto en base a los conocimientos aprendidos en clase. Los resultados fueron positivos.