9/6/22
El principito nos ha brindado múltiples enseñanzas, sin embargo hay una de ellas en la que merece la pena detenernos. Esta es la que dice así: lo esencial es invisible a los ojos. ¿Cuántas cosas se nos pasan por alto porque le brindamos una gran importancia a lo que vemos? ¿Qué es lo que se nos escapa por tan solo ver con los ojos, en vez de con el corazón? Disfrutemos con este bello capítulo de El principito.
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.
—Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella… —repitió el principito para recordarlo.”
¿Qué nos puede enseñar este fragmento del Principito?
¿Eres capaz de apreciar y dar valor a las pequeñas cosas del día a día, aún con el cansancio del final de curso, aún con las frustraciones y el agotamiento de estos días?
¿Eres capaz de detenerte en lo esencial y no solo en las apariencias de tu alrededor? ¿Eres capaz de "perder el tiempo" regando y cuidando lo más importante que tienes cerca?
TODO ESTO DIOS, LO PONEMOS EN TUS MANOS