El advenimiento inevitable del justiciero de la democracia: Internet
Todas las civilizaciones han desarrollado su cultura y evolución, gracias a un factor en particular, la comunicación. Es así, como mediante el intercambio de ideas de Europa a américa, se fundaron los que hoy conocemos Estados Unidos de América. Pero no se trata de fijarnos en una que otra civilización, nación o territorio en particular, sino más bien prestar atención al medio que facilitó dicho progreso, el medio de comunicación.
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La cuestión se trata, más bien, de cómo las personas interactúan unas con otras, y en este sentido, de la forma en que cada sujeto interpreta dicha comunicación. La sociedad, como el interior de un cerebro, puede ser caótica e incluso en ocasiones, errática. Pero también, bajo ciertas condiciones puede ser un mar calmo de ideas que reposan y se activan en función a la intención que les otorga su interlocutor.
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Cuales son entonces, los condicionantes necesarios para garantizar que dicha comunicación es justa y libre? Y que el medio por el cual se dispone no está intervenido antojadizamente.
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Son entonces 2 cosas, el completo entendimiento de la relevancia vital que significa mantenernos comunicados y relacionándonos como especies; y por otro lado, las garantías y certezas que damos por sentadas, al utilizar uno que otro medio de comunicación.
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En la antigüedad, a los dioses se les atribuía una capacidad posible solo para ellos, la telepatía. Incluso, en nuestro tiempo ha sido una aspiración cultural que se ha retratado en diversas obras tanto audiovisuales como escritas. Ahora bien, bajo el actual marco científico y tecnológico sería iluso creer la factibilidad real y natural de esta habilidad entre los seres humanos, (aún cuando si notamos dicha simbiosis en el reino vegetal e incluso a nivel celular en nuestro sistema nervioso), pero que incluso en caso de existir, de seguro estamos lejos de entender.
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No obstante todo lo anterior; existe una nueva forma de comunicarnos. De entablar relaciones y de movilizar naciones, y lo son las sociedad digitales (o mal encarnadas, redes sociales). Estas, carentes de una centralidad directiva, y provistas de diferentes características creativas, han permitido llevar al mundo material, las más recónditas ideas que Platón nunca se hubiese imagino concebibles en el mundo de las ideas.
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Es hoy mas que nunca, en plena pandemia y globalización de los nuevos medios, que las personas hemos estado “"unidas” y conectadas más que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad. La democratización de las redes de telecomunicaciones como la fibra óptica o el 5G, junto a su costo en descenso, se han convertido hoy en las nuevas carreteras de la conciencia, y así, en la hoja de ruta hacia la nueva era.
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Dios no ha muerto ni se manifiesta entre las redes sociales; ya que nada ni nadie, supera al Tiempo.
En Santiago, a 03 de julio de 2020
A mis Colaboradores,
En momentos como hoy, en los que nos enfrentamos como humanidad ante un cambio de era, en donde los viejos paradigmas de nuestra sociedad se comienzan a desmontar y van dando paso a nuevos entendimientos sobre cómo se construye, educa, produce y desarrolla la sociedad del futuro, es que el conocimiento y más aún, su propagación se configura como el cimiento de esta nueva era.
La Asociación CON-CIENCIA, nace el año 2015 como fruto de una incesante búsqueda de igualdad y justicia en materia educacional, poniendo principal atención en el rol que jugarían las, para ese entonces, “nuevas tecnologías” y que hoy en esta crisis ya comenzamos a reconocer como herramientas básicas para nuestro nuevo desarrollo diario.
Escribo esta carta, sintiéndome profundamente agradecido por todos ustedes quienes confiaron a lo largo del camino, en que nuestra Misión es posible. Hoy, tras evidenciar en los hechos, se ha demostrado que la ciencia es un motor de desarrollo esencial para lograr una sociedad más íntegra, justa y sostenible; y entendiendo que mi rol aquí ya ha acabado, me es gratificante anunciar mi renuncia definitiva e indeclinable a mi calidad de miembro activo de la Asociación. No sin antes, proponer el siguiente desafío:
La juventud, entendida como aquella etapa del crecimiento humano en donde los límites se desdibujan y los sueños son un sinónimo de lo posible, es para CON-CIENCIA la etapa del desarrollo humano en que como organización, nos hemos comprometido a acompañar y liberar de los obstáculos e ignorancias innecesarios para su plena realización, en un mundo de cambios e incertidumbre.
Internet, entendido como un espacio intangible e ilimitadamente extensivo, forma parte de los ingredientes principales en nuestra concepción de un mundo en donde todas las desigualdades que históricamente han perseguido a distintos sectores de la sociedad, son dejados atrás y dan paso a una verdadera democratización del conocimiento; en la medida claro, que se resguarda su libertad e igualdad de acceso y disponibilidad.
La colaboración digital, en este nuevo contexto surge como una suerte de chispa que moviliza conciencias personales y las pone a disposición de un propósito colectivo, capaz de catalizar y transformar las habilidades e intereses individuales, en capacidades potenciadoras del colectivo; entendiendo que el beneficio del conjunto depende y se retroalimenta del individual.
En este sentido, es que como Comunidad debiéramos aspirar a servir de puente y punto de encuentro de las futuras generaciones, que ven en la socialización y apropiación de las STEAM, un motor de desarrollo para alcanzar una sociedad más íntegra, justa y sostenible.
El proyecto que aquí planteo a los futuros socios, busca materializar este propósito, y construir a partir de la intersección de estos conocimientos, un espacio virtual tangible, en donde se visibilice la construcción colectiva de esta Comunidad, y deje en evidencia, cómo el futuro del trabajo y del sistema educativo, deben nutrirse ineludiblemente de los Nuevos Medios y las tecnologías de la Información y la Comunicación; ahora, un derecho humano.
Y como bien lo hubiese dicho Nietzsche; así despierta el ser Humano, más no, el superhombre.
Nicolás Riquelme Castillo
Fundador |
Comunidad Nacional de Ciencia e Innovación, CON-CIENCIA