Recomendaciones

Para que estas iniciativas sean más eficaces, quienes están al frente dan algunas pautas sobre lo que es más adecuado donar y lo que, directamente, no resulta útil. A continuación, una guía con esas recomendaciones


Comida:

Se debe donar, sobre todo, comida que pueda ser consumida sin necesidad de cocinarse. El mejor ejemplo son las latas de conserva y los alimentos precocinados, como las sopas instantáneas, además de leche, café, cacao, te, yogures que no requieran refrigeración y frutos secos. También hay una gran necesidad de productos para bebés, como leche en polvo o cremas. Igualmente, se solicitan alimentos como galletas, chocolate y barras energéticas. No se pueden enviar, por su fragilidad, alimentos en botes de cristal porque, además de romperse, pueden estropear otros que vayan en el mismo embalaje. Igualmente, hay que evitar los productos perecederos y aquellos que, sin serlo, necesitan de cocción, como la pasta y el arroz.

Ropa, menaje y material de cámping:

El frío ucraniano y el hecho de que miles de personas se están refugiando en lugares inhóspitos obliga a mandar gran cantidad de ropa térmica. Se piden sobre todo calcetines, guantes, camisetas térmicas, impermeables, chaquetas polares y paravientos. En la medida de lo posible debe ser ropa nueva que tenga puestas las etiquetas, ya que es un requerimiento de aduanas para que pueda llegar antes la ayuda. Se necesitan sobre todo tallas grandes para los civiles que están en el frente y necesitan esa ropa de abrigo. Pero también prendas de este tipo para los niños. También se requieren sacos de dormir, mantas, esterillas, tiendas de campaña, colchones hinchables, hornillos y mochilas.

Higiene:

Se precisan todo tipo de productos de higiene personal, toallitas húmedas (con y sin alcohol), pañales y demás material para los bebés, como biberones. Igualmente, se requieren compresas, tampones, papel higiénico, jabón, cepillos y pasta de dientes.

Medicamentos y demás material sanitario:

Las entidades que se encargan de las recogidas están demandando alcohol, vendas, talco, agua oxigenada, antisépticos, gasas, suero fisiológico, esparadrapo, tiritas, guantes de látex o vinilo, mascarillas, suero, antiinflamatorios, antibióticos, jeringuillas, paracetamol, ibuprofeno, enantyum, naproxeno, amoxicilina, antidepresivos o corta hemorragias. Igualmente, se piden tijeras, tubos nasofaríngeos, adhesivos oclusales, yeso adhesivo, agujas y parches para neumotórax, mantas térmicas, parches antiquemaduras, torniquetes y sedantes. Por otra parte, se precisan camillas plegables, camillas blandas, productos para frenar sangrados (ácido tranexámico, hemostáticos), para tratar alergias (epinefrina), para prevenir náuseas y vómitos (ondansetrón) o para neutralizar los efectos de opiáceos (naloxona).

Según apuntan desde la oenegé farmacéutica Farmamundi, puede haber un problema con la recepción de medicamentos. Señalan que la solidaridad espontánea y repentina suele llevar, en las crisis sanitarias, a recoger medicamentos. Pero estos «a veces no acaban llegando al país en cuestión». ¿Por qué? Dan cinco razones: las donaciones de medicinas tienen que estar basadas en la necesidad de los receptores. Deben provenir de una fuente fidedigna y ajustarse a las exigentes normas de calidad europeas e internacionales (por ejemplo, no sirve donar un medicamento que tengamos en casa, aunque esté sin abrir), no se pueden incluir medicamentos que hayan salido del canal farmacéutico, deben tener una caducidad superior a los quince meses y estar en un idioma fácilmente comprensible por los profesionales de salud del país receptor. Y, además, los envíos deben cumplir con la reglamentación internacional de transporte de mercancías y deben ir acompañados de la correspondiente autorización de exportación emitida por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Por ese motivo, aunque ven buena intención en la recogida de material sanitario, advierten de que no es fácil enviarlo allí y señalan que lo mejor es hacer donativos en efectivo a distribuidoras de medicamentos sin ánimo de lucro.

Material de protección:

Se pide ropa y redes de camuflaje, cerillas impermeables, velas, mecheros, cuerdas, silbatos, botas militares, prismáticos, linternas y pilas, chalecos antibalas, cascos, baterías extraíbles para móviles, mochilas y rodilleras u otro material ortopédico.

Material de embalaje:

La entidades demandan celo, cinta de precintar y cajas de cartón. Y piden que el material que se done vaya bien embalado, separado según su tipología y con la cajas rotuladas, de manera que su distribución pueda ser más ágil y eficaz.