Estaba viendo la nave, ahí iba a vivir la mejor o peor experiencia de mi vida, pero eso depende de lo que suceda en el trayecto. Aún quedaba 1 hora para partir aunque se sintieran como 5 minutos, me tomé el tiempo para pensar en mis amigos y familia, que estarán pensando en este mismo momento, en el momento en el que estoy a un pelo de hacer lo más arriesgado que una persona puede realizar. Estarán orgullosos o con miedo, felices o tristes, no sé qué pensarían si algo me pasara en esta aventura. El viaje al centro de la tierra es lo que más aterra en este mismo instante.
Me metí en la nave, no me sentía preparada y estaba al borde de abandonar, pero luego pensé en que no va haber otra oportunidad cómo esta, aunque no sepa cómo puede terminar.
Ya era hora, estaba emocionada y no entendía NADA, pensé en las tareas que tenía sin entregar, pero al instante moví la cabeza bruscamente para deshacer ese pensamiento, no era momento para pensar en la tarea de Ana que tenía pendiente.
Ya estaba entrando por la corteza cuando me di cuenta que estaba en la litosfera, la corteza se había pasado volando, puede ser porque estoy muy emocionada o porque estoy muy asustada
2 horas después
Ya llegando al manto empecé a pensar que iba a ser aburrido el trayecto, ya que solo veía roca sólida, pero unos minutos después empecé a ver magma a mi alrededor, parece como roca fundida y viscosa, no se porque pero me dieron ganas de comérmela.
4 horas después
Escuché una voz saliendo de mis auriculares, hasta ahora no habían sonado, el sonido me decía que me estaban siguiendo y empezarían a transmitir en vivo lo que hacía.
-genial- pensé, ahora todo el mundo va a ver cada movimiento que haga.
Ya había llegado al núcleo externo, y la nave se empezó a calentar, ya había entrado en pánico, cuando me comunicaron que iban a enfriar la nave. El núcleo externo es muy líquido, y me parece asqueroso, no me pregunten por qué.
2 horas después
Logré llegar rápido al núcleo interno ya que, al ser líquido, el núcleo externo era fácil de atravesar. Estaba observando el material sólido y caliente del núcleo interno cuando los ojos se me empezaron a cerrar, empecé a escuchar la voz de mis auriculares diciéndome que no era hora de dormir, pero no podía evitarlo. Me estaba durmiendo, y lo sabía.