Estaba lista, todo preparado para mi más grande travesía. Todos mis compañeros me dijeron que me estarían siguiendo de cerca. No sabía muy bien cómo, nadie me había informado de una cámara, tampoco sabía si eso se podía hacer, pero bueno. Estaba demasiado nerviosa para pensar en esto, aunque sabía que tenía una respuesta lógica. Me subí a la nave y examiné. Podía ver infinidades de botones que, en algún rincón de mi mente, sabía para qué servían. Frente a mis ojos, la taladradora que debía cavar el hoyo en el que me encontraría minutos más tarde. Momentos después, el miedo se apoderó de mí y se manifestó en una visión de la nave completamente destruida mientras la lava se colaba por las ranuras de esta. Cerré los ojos con fuerza, para volver a abrirlos dentro de esta misma, pero esta vez, reluciente y ordenada. Me puse a memorizar todo lo que debería hacer en cada una de las capas cuando una voz resonó en el parlante de la nave.
—Estamos listos para comenzar, presione el botón azul a su derecha para darnos el permiso de activar la taladradora instalada en su nave. Repito, estamos listos para comenzar, presione el botón azul a su derecha para darnos el permiso de activar la taladradora instalada en su nave.
Acerqué mi tembloroso dedo índice de la mano derecha a los controles, lo apoyé sobre el botón azul, tomé un profundo respiro e hice presión. La aventura había comenzado.
Capa 1:
La taladradora comenzó a excavar en la tierra, y rápidamente el cielo azul empezó a verse más y más lejano. Me enderecé en mi asiento y me concentré en lo que veía. Dentro de poco debería enviar un informe completo de las condiciones en la corteza. Así que comencé a escribir en mi computadora portátil. Todo a mi alrededor consistía en roca sólida, lo que me informaba que no había ingresado por mar, sino por tierra. Alrededor de la hora y cuarto, la voz volvió a resonar entre los metales.
—Le informamos que, oficialmente, hemos pasado el manto de corteza y la litosfera. Estaremos esperando su informe en el transcurso de los próximos treinta minutos. Repito, le informamos que, oficialmente, hemos pasado el manto de corteza y la litosfera. Estaremos esperando su informe en el transcurso de los próximos treinta minutos.
—Ya era hora —bufé al tiempo que enviaba el informe que acababa de completar y abría un nuevo documento, lista para escribir sobre el manto—. Menos mal que era la más delgada y que ellos no pueden escucharme a menos que presione el botón verde...
Capa 2:
El transcurso en el manto duró cinco horas, y durante las primeras dos solo logré divisar roca sólida. Por un momento, creí que esta capa sería igual de aburrida que la corteza, pero a partir de la tercera hora, comencé a divisar magma a mi alrededor, no podía creerlo, era maravilloso y terrorífico a la vez. Una vez más, transcurridas las cinco horas, la voz me comunicó que había pasado el manto y que debía enviar mi informe. Lo hice y me dispuse a observar.
Capa 3:
El núcleo externo fue la parte que más me disgustó del viaje. Fue un periodo de tres horas y media que pasaron como un video en cámara lenta. Es una parte líquida que no fue muy placentera para ser francos. Sin embargo logré escribir un informe completo y relativamente largo en menos de dos horas y media.. Luego de tres horas, la voz resonó. Pero no para avisar que había atravesado el núcleo externo, sino para informarme que en la superficie, eran las dos y veintitrés minutos de la mañana. Así que me dieron el permiso de dormir media hora. Agradecida, recliné el asiento y me dormí. Mis sueños, gracias a dios, no fueron caóticos como los de las noches anteriores, la verdad, es que no soñé nada. Media hora más tarde, la voz me despertó.
—Hora de despertar! Acabamos de pasar el núcleo externo, es hora de que envies tu informe. Siguiente y última fase: el núcleo interno. En esta deberás activar el enfriador que está instalado sobre tu cabeza junto a la palanca roja. Repito, hora de despertar! Acabamos de pasar el núcleo externo, es hora de que envíes tu informe. Siguiente y última fase: el núcleo interno, la cual se estima que durará cuatro horas. En esta, deberás activar el enfriador que está instalado sobre tu cabeza junto a la palanca roja.
Me froté los ojos y miré hacia adelante. “Ya casi se termina” pensé extrañando mi hogar.
Capa 4:
Lo primero que hice cuando divisé algo sólido, fue activar el enfriador. Inmediatamente sentí el frío helado, pero luego de unos minutos el calor empezó a sentirse muy fuerte. Así que baje la temperatura del ambiente con la palanca roja. El resto del viaje duró cuatro horas y todo fue sólido, igual que al principio. Con algunos relieves e irregularidades pero muy parecido. Transcurridas las cuatro horas, envié mi informe, pensando que es muy raro que no lo hayan solicitado pero no hubo respuesta. Me intenté comunicar muchas veces con la superficie, pero no hay respuesta. Estoy atrapada acá abajo y se me acaba el oxígeno. Por favor alguien, ¡¡¡¡¡ayuda!!!!!