G.N:- Te dije que nunca me elegirían.
G.B:- ¡Uhhhh! Te juro que pensé que te iban a elegir.
G.N:- ¿Escuchaste eso o soy yo?
Ruido fuerte.
G.B:- No sos vos, yo también los escucho.
Ruido más intenso.
G.N:- Creo que me estoy moviendo.
G.B:- ¿Qué será?
G.N:- Seguramente será un terremoto, tené cuidado.
Todo comienza a moverse. Los dos gatos se caen en un carrito
G.B:- Negrito, no te veo.
G.N:- Estoy acá, creo que nos estamos moviendo.
Se caen en una alcantarilla. Unos minutos después…
G.B:- Por el olor debemos estar en la alcantarilla. Nos estamos moviendo en el agua.
G.N:- Sí. Definitivamente estamos en la alcantarilla.
G.B:- ¿Adónde vamos?
G.N:- No sé.
Una hora más tarde.
G.B:- ¡Nos desviamos!
G.N:- ¡Hay una luz!
Se escuchan unas voces.
M.C:- ¿Qué hacen estos gatos de la fortuna acá?
G.B:- ¿Quiénes son esos?
G.N:- ¡Shhhhh! No hables, es la mafia china.
G.B:- Dios, tráenos suerte.