Tres días después…
G.B:- ¿Che, no hay nada para hacer acá?
G.N:- Sí, mirar cómo reponen los gatos.
G.B:- No, pero me refiero a movernos, jugar, no a mirar.
G.N:- No, entonces no tenemos nada que hacer.
G.B:- ¡Shhhh! Nos mira alguien.
Entra Messi al negocio.
DUEÑO:- ¿Lo puedo ayudar en algo?
MESSI:- Sí, quiero dos gatos, uno dorado y otro blanco.
DUEÑO:- Lo siento. No hay más dorados.
MESSI:- Entonces estos dos, ese blanco y ese negro.
G.,B:- ¡Nos compran!
G.N:- ¡No me lo puedo creer!
El dueño mete en la caja a los gatos y se lo da a Messi.
Seis horas después…
G.N:- ¡Qué linda casa!
G.B:- Sí, mucho mejor que el negocio. Hay muchas cosas de oro como esa pelota, el balón de oro.
G.N:- Y tiene como cinco…
G.B:- y hay tres nenes con un perro jugando en una cancha en el patio.
G.N:- ¡Y tiene pileta!
G.B:- ¡Vamos a la pileta!
G.N:- No, vamos a jugar al fútbol.
G.B:- Ok. Vamos mejor a jugar al fútbol.