PARTE 1.
Hola, mi nombre es Hesteisy, tengo 321 años, soy una diosa con un poder bastante particular. Mi madre es Neftis, la diosa de la muerte y mi padre Eufrosine, el dios de la alegría. Nací un día soleado, muy soleado.
Mi poder es que luego de que yo te toque vas a vivir el día más feliz de tu vida, y mi debilidad es que luego de ese día, mueres sin excepción.
Es horrible no poder tocar a nadie, la única persona con la que me relaciono es con Harmonía, ya que no le importa el no poder tocarla no le molesta y podemos divertirnos igual. Todos en este mundo son mis enemigos, todos intentan matarme, pero no pueden, porque soy una diosa.
PARTE 2.
Hesteisy, hija de Neftis, la diosa de la muerte, y Eufrosine, dios de la alegría. Conocida por su terrible y hermoso don de tocar a las personas para que luego pasan su día más feliz de la vida, y para terminar después de 24 horas exactas muertos.
Un día, como todos, Hesteisy estaba practicando arquería con su única amiga, Harmonía. Se empezaron a escuchar ruidos muy fuertes, gritos, golpes. Las dos se asustaron y la amiga salió corriendo a buscar ayuda y averiguar qué estaba sucediendo. Hesteisy se quedó muda y no supo cómo reaccionar, sabía que venían por ella, todos la odiaban, todos querían que se fuera de este mundo.
Luego de unos pocos minutos se acercó un grupo de personas con hachas, fuego, y arcos, era el ruido que se escuchaba desde lejos, y ahora se escuchaba aún más, tanto que le dolían los oídos. Todo sucedió en un par de segundos cuando ella estaba atada a unas rocas junto al monstruo más temible del mundo, Caribdis. Ella intentaba salvarse, lo tocaba, pero no sucedía nada. Nadie iba a ir a salvarla, ya que moriría en el intento, ya daba por acabada su vida cuando el monstruo la empezó a atacar, pero armó fuerzas ya que ella era una persona muy fuerte y poderosa, tenía el poder de matar a alguien con solo rozarlo con el dedo meñique.
Se le formaron heridas por los rasguños y mordidas, pero ella podía soportarlo, podía con todo.
Luego de tocar al monstruo por 7ma vez, al horrible se le formó una sonrisa y se marchó, cantando una canción hermosa en un idioma que nadie entendía.
Hesteisy se soltó de las rocas y fue directo a las personas que habían intentado matarla. Las tocó a todas, con odio, por haber intentado acabar con su vida. Y todas murieron, contando al monstruo.
Después de eso nadie quiso intentar matarla, y se ganó el respeto de muchos mortales y dioses por matar al monstruo más temible del mundo.
Pero no todo es color de rosa, ya que los hijos de las personas que había asesinado intentaron matarla, no pudieron, pero la encerraron toda la vida en una torre oscura y sucia. Ella aún sigue ahí, esperando a que alguien la salve, aunque sabe que eso nunca sucederá.