Tipos de bombilla

  • Bombillas incandescentes: Son las más comunes. Al pasar la corriente eléctrica por su filamento, por su filamento, este se calienta y emite una luz brillante.
  • Tubos fluorescentes: Se basan en una tecnología eficiente que combina gases y sales que emiten luz al contacto con una corriente eléctrica. De hecho, llegan a consumir hasta un 80% menos que una bombilla incandescente sin mermar su capacidad lumínica y suelen durar entre 6 y 20 veces más. Su principal desventaja es que hay que esperar unos segundos para que se enciendan del todo, pero puedes elegir la tonalidad de la luz.
  • Bombillas halógenas: Son focos pequeños y con mucha potencia. Su rendimiento es muy parecido al de las incandescentes y duran más o menos lo mismo.
  • Bombillas de bajo consumo: Utilizan básicamente la tecnología de los fluorescentes pero en forma de bombilla, por lo que podríamos hablar de las mismas ventajas e inconvenientes.
  • Bombillas LED: Son la alternativa ideal hoy en día por su consumo y la cantidad de luz que emiten, pero también son las que tienen un precio más elevado. La luz no se concentra en un único punto, como pasa con la incandescente, y puede llegar a tener unas 50.000 horas de uso, es decir, que multiplica por 50 la vida de sus competidoras.