EL COMPLEJO DEL ACHAPARRAMENTO DEL MAÍZ

El cultivo de maíz enfrenta a varios agentes patógenos (hongos, bacterias, virus, spiroplamas, fitoplasmas, etc.), Entre estos, los espiroplasmas y fitoplasmas pertenecen al complejo del achaparramiento del maíz, mismo que en los últimos tiempos ha causado importantes daños en nuestro medio.

Conociendo al vector

El Espiroplasma Kunkelii es un procariota motil sin paredes celulares. Es un anaeróbico facultativo y su área de hábitat en la planta está limitada al floema pero puede ser cultivado en algunos medios artificiales. Esto se confirma por la prueba ELISA o visualmente con microscopio y lo transmite (vector) el insecto denominado Dalbulus maidis o comúnmente denominado chicharrita.

Entrando en detalle, el Dalbulus maidis o chicharrita es un cicadelido del orden homóptero, es decir, un insecto chupador que tiene que chupar para poder transmitir la enfermedad hacia el hospedero, en este caso el campo de maíz.

Estos insectos normalmente aparecen en época seca, de allí aparece la alta densidad poblacional que suele tener y con el hospedero paralelo. El ciclo de vida de este insecto está entre los 35 a 45 días (de su fase huevo a adulto), más un periodo adicional de un mes donde el insecto adulto logra colocar una cantidad de huevos para prolongar el ciclo de su vida. Existen varios hospederos alternativos los cuales son gramíneas como el maicillo, la bremura, y el sorgo (sorgun bicolor).

El experto aseguró que la chicharrita por el tipo de sangre que posee, es decir, hemolinfa está sujeto a la temperatura donde habita. Así, en nuestro medio, los huevos viven entre 4 a 9 días. La ninfa de 15 a 18 días pasando por 5 instares es un hemimetábolo (ciclo incompleto) y el adulto 35 días. En resumen, con temperaturas altas, el insecto tiene un ciclo de vida mas corto o mas acelerado y en temperaturas frías entran en diapausa y/o alargan más el ciclo de vida en amplitudes de temperaturas ya citadas.

El ciclo de la enfermedad

El ciclo de la espiroplasmosis en maíz comienza desde que el insecto logra penetrar en la planta de maíz con su aparato bucal. A las dos semanas de esto, se comprobará un rayado en el cultivo, el cual variara dependiendo del estadio en que se encuentre este. Si el cultivo es pequeño quedará con enanismo y si el estadio es más avanzado se percibirán estrías pequeñas, u otros síntomas ya que dependerá del material su tolerancia y ambiente favorable al desarrollo del cultivo y de la cigarrita.

En el complejo de achaparramiento del maíz entran en juego enfermedades como espiroplasmas y fitoplasmas cuyos síntomas en el cultivo son amarillamiento o enrojecimiento de la planta de maíz (hojas, tallos y mazorca) dependiendo del grado de afectación contraída.

La Espiroplasmosis es una enfermedad presente en los cultivos locales hace mucho tiempo cuando se realizaba solo siembras en verano. Esta se extendió luego de empezar a realizar siembras en invierno y/o zafriña (hace ya 20 o 22 años atrás cuando se implementa en invierno el cultivo de maíz.)

Las siembras tempranas de maíz se hacían generalmente entre octubre y primeros días de noviembre para tener rendimientos altos. Pero a partir de la implementación de las siembras de invierno en las zonas Central, Este y Norte es que la enfermedad presenta un foco fuerte de infección y expansión. La razón para esto es que los veranos son poco húmedos y los inviernos comienzan secos y esto es el habitad precisa para el insecto portador (chicharrita).

Desde Abapó (zona Sur), pasando por el área Central (Pailón, el área Central-Este- Norte (San Julián, Berlín, Okinawa, Aguaí y Colonia Piraí) son las zonas más afectadas por la Espriplasmosis dejando en los últimos cinco años afectaciones en los cultivos que llegan hasta la inutilización de los terrenos afectados.

Controles

Sobre los controles empleados, en el periodo de presencia de esta enfermedad en campos cruceños prevalecieron los manejos químicos, que deben darse de manera anticipada, pues si el insecto ya hizo contacto en el cultivo con su saliva estos ya serán de poca efectividad.

El manejo se torna en integrado cuando evitamos la siembra de monocultivo dentro de esa propiedad o la zona respetando fechas de siembra. Esto es muy difícil porque al ser la siembra de maíz continua durante todo el años, eso motiva que existan hospederos continuos.

Ante esta situación Jorge Cuéllar recomienda dejar un vacío sanitario y usar materiales con cierta tolerancia como es el caso de NIDERA NS-70 y el Dekalb-392. No hay información oficial sobre tolerancia en los materiales que se siembran en Santa Cruz características que debería ser mencionada para estar preparados para un mejor manejo del cultivo.

Recalco que estoy hablando de materiales con cierta tolerancia, no de materiales resistentes. Aparte hay que hacer los manejos de época y tratamientos de semilla.

El tratamiento de semilla se da con imidacloprid o Thiametoxam, y realizar las primeras tres aplicaciones consecutivas, También se puede usar Dinofeturan, Thiacloprid o Acetamiprid. Todos ellos deben ir acompañados de un producto de contacto, en especial un Piretroide, que si bien no es el mejor aliado para combatir gusanos, es un buen complemento para el control de chinches y chicharritas, todo dentro de un manejo químico integrado.

En ese sentido, INTERAGRO propone el uso de tratamientos de semilla como PROTEMAX (Thiodicarb+Imidacloprid) + 3 micro elementos esenciales para el arranque del cultivo de maíz. Es recomendable hacer el control en los estadios V2 y V3 empezando con un producto de contacto (ya que no esta desarrollo el maíz para hacer aplicaciones tempranas de sistémicos recomendados piretroides por ejemplo FASTAC (alfacipermetrina) de la línea BASF.

Las aplicaciones van en función de la necesidad o el monitoreo que se pueda realizar. La detección de la plaga radica en que es un insecto pequeño (no mayor a 3 mm). Esta detección se puede hacer con trampas de plástico y aceite. No existe un umbral económico exacto para la detección y control. También recomendamos usar insecticidas para chicharrita cuando realizamos control contra Spodóptera frugiperda, porque hablamos de manejos integrados.

Hacer hincapié en que los maíces BT presentan una mayor sensibilidad al ataque de chicharritas, quizás por razones genéticas y por falta de control, porque no efectuamos control sobre otras plagas y nos confiamos además estos no son certificados para su uso en Bolivia por entidades oficiales, ojalá se otorgue la licencia o permisos para su uso es una herramienta y opción para el control del cogollero.

Las dosis recomendadas por el experto, el tratamiento de semillas de Protemax esta entre 2 a 2,5 kg/100 kg. de semillas. Las aplicaciones de Imidacloprid (3,50 ml/ha al 35%); Thiiametoxam (250 a 300 gr/ha al 25%) y al 70 % 150 a 200 gr/ha. Los productos TS no son los mas apropiados para realizar controles foliares ya que su formulación se hace difícil la absorción en la planta ya sus cristales esta formulados para hacerlo de forma lenta en TS y esa razón nos hace aumentar la dosis del producto no es falta de control es la poca eficiencia por formulación y condiciones ambientales para su absorción.

Todas estas aplicaciones se tienen que hacer con aceite y un producto de contacto. Se deben alternar estos productos (activos) manteniendo sus dosis y no provocar resistencia en un futuro cercano.

Ing. Jorge Cuellar

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