Como atestigua el Evangelio, la gente presentaba niños a Jesús para que los bendijera y les impusiera las manos. Los padres cristianos desean también vivamente que se imparta a sus hijos una bendición semejante. Más aún, en las tradiciones de los pueblos es tenida en gran estima la bendición impartida a los hijos por los mismos padres.
Ello puede hacerse en determinadas circunstancias de la vida de los hijos, o también cuando la familia se reúne para hacer oración o para meditar la sagrada Escritura.
Si se halla presente un sacerdote o un diácono —principalmente con ocasión de la visita que los pastores hacen a cada familia en unos tiempos fijos y determinados, para bendecirlas—, a ellos incumbe entonces más adecuadamente este ministerio de bendición.
Por tanto, el rito que aquí se propone pueden utilizarlo el sacerdote o el diácono, los cuales, respetando los principales elementos y la estructura del rito, adaptarán cada una de sus partes a las circunstancias concretas del momento.
Rito de la presentación de los niños de tres años y acción de gracias
RITOS INICIALES
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
La gracia de Dios Padre,
que nos ha hecho sus hijos adoptivos,
esté con todos ustedes.
R. Y con tu Espíritu.
La vida es uno de los mayores dones que recibimos de Dios, sólo superado por el don de nuestra Redención. Esta costumbre de dar gracias al Altísimo por la vida de cada niño es uno de los motivos que nos reúnen hoy.
N., la comunidad de los que creemos en Cristo nos unimos a tu familia, para elevar esta acción de gracias a Dios, por los años de vida que te ha concedido.
Oremos.
Dios todopoderoso y eterno,
míranos con bondad
y concédenos presentarnos ante ti
con un corazón agradecido
y dispuesto a confiar siempre en tu providencia.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
EVANGELIO
El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 13-16
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
EXHORTACIÓN A LA INICIACIÓN CRISTIANA
¿Están dispuestos a luchar todos los días para recrear un hogar cristiano para sus hijos, donde se les de atención a todas sus necesidades físicas y espirituales, y dónde ellos puedan ver en ustedes buenos ejemplos de vida?
R. Sí, estoy dispuesto.
¿Están ustedes dispuestos a seguir educando a sus hijos en la fe y en el respeto y cumplimiento de la ley de Dios y del Evangelio, a asociarlos a la vida de la Iglesia, sobre todo en la participación en la misa dominical, y a que, a la edad que corresponda, reciban y frecuenten los sacramentos?
R. Sí, estoy dispuesto.
PRESENTACIÓN DE LOS PADRES
Lo padres, hacen la señal de la cruz en la frente de su hijo(a).
Oración del papá
Dios y Padre nuestro
Te presento, con total gratitud a mi hijo(a),
el/ella es el mejor aroma de mi vida,
Desde su nacimiento es bendecido(a) por ti, Señor.
Concédele siempre la alegría que da la lluvia del cielo,
el sustento que da la fertilidad de la tierra.
Que su vida sea servicio a la sociedad que tanto le necesita,
que aprenda a ser hermano(a) de sus hermanos,
un(a) buen(a) hijo(a) mío(a)
y sobre todo un(a) hijo(a) amadísimo(a) por ti Señor. Amén
Oración de la mamá
Dios de profunda ternura,
yo no sé cómo mi hijo(a) fue tomando forma en mi seno;
no he sido solo yo, quien le ha dado el aliento y la vida,
no he unido yo los miembros que componen su cuerpo.
Has sido tú Señor, Creador de cuanto existe.
Por tu misericordia,
que mi hijo(a), mire la inmensidad del cielo
y la belleza que hay en toda la tierra,
que así crezca en tu sabiduría
delante de Ti
y de todos lo que le rodearán a lo largo de toda su vida. Amén.
ORACIÓN DE BENDICIÓN
Señor, Dios nuestro,
que de la boca de los niños
has sacado la alabanza de tu Nombre,
mira con bondad a este(a) niño(a)
que la fe de la Iglesia encomienda a tu providencia.
Que, así como tu Hijo, nacido de la Virgen,
al recibir con agrado a los niños, los abrazaba y los bendecía,
y nos los puso como ejemplo,
así también Padre,
derrama sobre él (ella) tu bendición,
para que cuando llegue a mayor,
por su buena conducta
y con la fuerza del Espíritu Santo,
sea testigo de Cristo ante el mundo actual
y viva plenamente la fe que profesa
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
R. Amén.
Al final de la oración,
si el niño ya ha sido bautizado con anterioridad,
se puede rociar al niño
junto con sus papás y padrinos
con agua bendita.
Fieles a la recomendación de Nuestro Salvador nos atrevemos a decir:
Padre Nuestro…
Oremos.
Jesús, el Señor,
que vivió en el hogar de Nazaret,
permanezca siempre con su familia,
la guarde de todo mal
y les conceda que tengan
un mismo pensar y un mismo sentir.
R. Amén.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu Espíritu.
Jesús el Señor, que amó a los niños,
los bendiga y los guarde en su amor.
R. Amén.
La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. Amén.
A servir con nuestra vida
a Dios y a los hermanos.
Vayamos en paz.
R. Demos gracias a Dios.
“Su padre lo abrazó y lo cubrió de besos” (Lucas 15, 1-3. 11-32)
Yo les enviaré de parte del Padre al Paráclito, el Espíritu de verdad que viene del Padre, él les hablará acerca de mí. (Juan 15,26)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. (Juan 6, 56)