Amor cortés


  1. Visualiza estos dos vídeos y comprende las ideas principales. (Apúntalas en tu site).

2. Lee el texto y expresa tu opinión sobre la idea principal. Busca las palabras que no entiendas en el diccionario. (Redáctalo en tu site)

3. DEBATE sobre los comportamientos del vasallaje sentimental (en clase o meet)

4. Elabora una COMPOSICIÓN LÍRICA siguiendo las convenciones del amor cortés. (mínimo 8 versos. Más abajo tienes instrucciones y ejemplos para inspirarte)

El papel de la mujer en el amor cortés

En el artículo de hoy vamos a hablar del tema del amor cortés, una corriente cultural y literaria desarrollada en Aquitania en el siglo XII y que tendría gran extensión en la Edad Media, llegando incluso a permear en literatura posterior como es el caso de la lírica renacentista.

El amor cortés, en apariencia, servía como vehículo literario usado por los nobles para su propio entretenimiento, pero también para justificar su preeminente posición social. Y aún más, el amor cortés era un ejercicio muy similar al vasallaje, empleado para fomentar las virtudes caballerescas que más apreciaban los nobles.

Y es que el amor cortés es un juego hecho por hombres y para hombres.

Al principio, una podría pensar que la mujer es quien tiene el poder en el amor cortés, pues aparte de que en la escala social ella está por encima de él, es ella quien decide si acepta o no las atenciones del joven amoroso, siendo el hombre el que debe humillarse y desvivirse para lograr la aceptación femenina. Sin embargo, una vez la mujer acepta la ofrenda, la mujer pierde la libertad al tiempo que el enamorado se convierte en siervo, pues según los contratos vasalláticos imperantes en su sociedad y a los que imita el modelo del amor cortés, un don debe recompensarse con un don similar. El señor debe devolver al vasallo todo lo que recibe de éste. Así, la mujer se ve obligada a entregarse al hombre por completo. En este caso, la mujer funciona como un sujeto pasivo, que no puede disponer libremente de su propio cuerpo, y que debe entregarse a quien la corteja como premio por un servicio leal.

En realidad, todo el tema del amor cortés buscaba el realce de los valores de la virilidad: debía redoblar su coraje y su tesón. La mujer entonces servía como un cebo, como trofeo de un juego en el que el hombre llevaba las de ganar. La mujer no podía salir de su rol pasivo, puesto que hacerlo equivalía a ser degradada y caer en desgracia por un entorno que constantemente la juzgaba buscando la mínima desviación para criticarla.

La mujer, en este modelo, también mejora en sus virtudes, solo que en este caso son virtudes asociadas a lo femenino: requería también de ella coraje y prudencia, dominio de sí misma. Debía reprimir sus impulsos, corregir sus defectos de mujer, la ligereza, la duplicidad y la codicia excesiva. El amor cortés sirvió por tanto para formar a las mujeres, para reprimir lo que las volvía inquietantes a los ojos de los hombres, encerrando los gérmenes de su nocividad en el desarrollo de figuras preestablecidas, trasplantándolos a la gratuidad de la diversión. La mujer mejoraba, sí, pero de forma accesoria, orientando su aprendizaje al dominio de su cuerpo y su honestidad sin salir de los cánones establecidos.

Y una vez acabado el juego, regresaba al papel encomendado a su género: volver bajo el dominio del hombre del que dependía.




MATERIAL PARA HACER LA ACTIVIDAD 4


Características del amor cortés

La La teoría del amor cortés supone una concepción platónica y mística del amor, que se puede resumir en los siguientes puntos:

  • Origen cortesano de la Dama, ella reside y se encuentra en un lugar físico determinado, corte señorial, castrum o burgo, pertenece a la élite urbana.

  • Total sumisión del enamorado a la dama (por una transposición al amor de las relaciones sociales del feudalismo, el enamorado rinde vasallaje a su señora). Esto origina el "sufrimiento gozoso".

  • La amada es siempre distante, admirable y un compendio de perfecciones físicas y morales.

  • El estado amoroso, por transposición al amor de las emociones e imaginería religiosas, es una especie de estado de gracia que ennoblece a quien lo practica.

  • Los enamorados son siempre de condición aristocrática (aunque también es común que el enamorado sea de condición social más baja que la amada).

  • El enamorado puede llegar a la comunicación, con su inaccesible señora, después de una progresión de estados: suspirante (fenhedor, en occitano), suplicante (precador), oyente (entendedor) y amante (drut).

  • Se trata, frecuentemente, de un amor adúltero. Por lo tanto, el poeta oculta el objeto de su amor sustituyendo el nombre de la amada por una palabra clave (senhal) o seudónimo poético.




Ejemplos de composiciones de amor cortés:


SONETO A LAURA

Paz no encuentro ni puedo hacer la guerra,

y ardo y soy hielo; y temo y todo aplazo;

y vuelo sobre el cielo y yazgo en tierra;

y nada aprieto y todo el mundo abrazo.


Quien me tiene en prisión, ni abre ni cierra,

ni me retiene ni me suelta el lazo;

y no me mata Amor ni me deshierra,

ni me quiere ni quita mi embarazo.


Veo sin ojos y sin lengua grito;

y pido ayuda y parecer anhelo;

a otros amo y por mí me siento odiado.


Llorando grito y el dolor transito;

muerte y vida me dan igual desvelo;

por vos estoy, Señora, en este estado.

Francesco Petrarca (1304-1374)




ACORDAOS POR DIOS, SEÑORA


Acordaos por Dios, señora,

quánto ha que comencé

vuestro servicio,

cómo un día ni una hora

nunca dexo ni dexé

de tal officio.

Acordaos de mis dolores,

acordaos de mis tormentos

qu’e sentido,

acordaos de los temores

y males y pensamientos

qu’e sufrido.


Acordaos cómo en presencia,

me hallaste siempre firme

y muy leal,

acordaos cómo en ausencia

nunca pude arrepentirme

de mi mal.

Acordaos cómo soy vuestro

sin jamás haber pensado

ser ajeno,

acordaos cómo no muestro

el medio mal qu’e passado

por ser bueno.