El flamenco, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, sigue siendo un gran desconocido entre nuestros/as estudiantes. Queda patente que, gracias a las nuevas tecnologías, presentan un amplio conocimiento de los diferentes estilos musicales actuales dominados por el mercado discográfico y las tendencias tecnológicas en auge, pero sin ningún tipo de arraigo en su contexto más inmediato.

Y es que desgraciadamente el arte flamenco, tan presente en el folclore de su entorno, es aún para minorías, por lo que precisa de proyectos que lo acerquen al aula y conecten la tradición y prácticas musicales de su entorno con los gustos musicales que se manifiestan en nuestro alumnado a través de diferentes perspectivas de estudio e investigación, y donde las TIC y los diferentes medios audiovisuales, así como el uso de las redes sociales, pueden jugar un papel relevante.

Dicha labor de investigación del patrimonio musical de una localidad es capaz de involucrar a todos los agentes de la comunidad educativa, estableciendo puentes entre la tradición y las distintas áreas del conocimiento que, desde el centro educativo, pretenden contribuir al desarrollo integral del alumnado.

Por otro lado, las letras flamencas recorren toda la gama de los sentimientos humanos: del jolgorio a la tragedia, de las alegrías a la pena. Sin duda alguna, suponen la expresión de las vivencias de los compositores y cantantes, así como fiel reflejo de la época que les ha tocado vivir. En definitiva, con las letras de algunas canciones se podría escribir un libro sobre Andalucía y su historia, pero ¿por qué no pueden suponer una evidencia de los tiempos actuales y su herencia cultural?