El ferrocarril de Jerez-Sanlúcar-Bonanza, del que todos hemos oído hablar, el que los mayores recuerdan con cariño y nostalgia, y que se hizo famoso por aparecer en la película de Antonio Molina, El pescador de coplas, también conocido en Sanlúcar como el tren del barrio alto y tenía su estación de llegada donde hoy se encuentra el colegio Blas Infante.
El tren que llegaba desde Jerez a Bonanza, no se inauguró hasta el día 30 de agosto del año 1877. Fue una de las primeras concesiones ferroviarias españolas, la estación de Sanlúcar se encontraba en el Barrio Alto. Al principio la línea tuvo 25 Km entre Jerez y Sanlúcar, más tarde se construyó el tramo de Sanlúcar al Puerto de Bonanza. Durante el primer mes, este último tramo de la línea se sirvió con un ferrocarril remolcado por fuerza animal, hasta que se pudo inaugurar el 12 de septiembre de 1884, siendo clausurada el 6 de Octubre de 1965. Los apeaderos fueron dos: Las Tablas en el término de Jerez y Huerta de Iraola, en Sanlúcar, que tuvo como única finalidad facilitar el acceso del Cardenal Segura, Arzobispo de Sevilla, a su hermosa finca de recreo.
Durante años el tren continuó funcionando, llevando gente hasta Jerez, hasta las viñas, al campo Jerez, y lo primero en desaparecer fue el que llevaba desde Bonanza al muelle, tal vez por la decadencia del puerto bonancero, aunque sus vías estuvieron en las calles durante muchos años, hasta que desapareció en los años setenta cuando se arreglo la infraestructura del barrio de Bonanza.
Pero un decreto del día 17 de diciembre del año 1964 era el que había de traer la mala noticia para la ciudad, la decisión de la extinción de la línea férrea que unía Jerez de la Frontera, con Sanlúcar de Barrameda, llegando hasta Bonanza y el cierre se argumentaba en el “signo especialmente deficitario de la explotación”.
Aun había de durar el recorrido del tren de Jerez – Bonanza hasta el 6 de octubre de 1965 en que Renfe lo dio por finalizado y decidió disponer el cerrojazo. Habían sido 88 años del que hoy sólo nos queda alguna foto desteñida y algo estropeada. Ni siquiera había llegado al siglo.
Hace unos años, el Ayuntamiento de la ciudad decidió colocar en una de las rotondas que se encuentran en el recorrido del tren del barrio alto, muy cercano a donde estaba la estación, una locomotora como homenaje a ese tren tan sanluqueño.
Añadimos algunos de los aspectos de la concesión otorgada a Marcelino Carrero y Portocarrero, insertados en una comunicacion del 2º Congreso de Historia Ferroviaria presentado por Rafael Ruiz ( FFE), donde resume algunos aspectos de la ley de concesión aprobada el 8 de marzo de 1830, entre los que destacaremos:
-Las máquinas de vapor y otras piezas necesarias para la explotación del camino de hierro quedan libres de los derechos de entrada en España.
-Se comprarán dos máquinas de vapor, llamadas caballos de hierro destinadas a correr por el camino, dos coches prolongados llamados ómnibus y dieciocho carros de transporte para conducir los vinos. También se obliga a comprar y establecer en Rota un barco de vapor para establecer la relación con Cádiz y viceversa.
– El capital necesario para esta empresa es de 200.000 pesos fuertes distribuido en 4.000 acciones de 50 pesos cada una.
-Para poder votar en la Junta Administrativa del Camino que estará formada por tres individuos hay que tener cinco o más acciones y sólo puede ser nombrado individuo de la junta administrativa el accionista que tenga quince o más acciones. También serán vocales natos del camino el Sr. Calero y el Capitán General de Andalucía que es Juez
Protector de la empresa.
-El dividendo de las acciones será del 5% anual y si después de repartir este dividendo hubiera otra utilidad se repartirá.
-Pasados 25 años después de establecida la empresa, concluirá el privilegio exclusivo del Sr. Calero y éste cederá en beneficio del Crédito Público de España la mitad de sus beneficios.
En 1854 se solicitó el ferrocarril de Jerez á Bonanza, a cuya obra se prestó la empresa del ferrocarril de Jerez al Trocadero, sin resultado alguno.