LA PELORQUERÍA
Bernarda - Alejandra
Mariana - Cristina
La Zapatera - Inés
Yerma - Dena
Mariana y La Zapatera están en la peluquería chismeando y quejándose de Bernarda
Mariana: Buenas tardes. Estoy aquí porque necesito un cambio de estilo ¡RADICAL! (Ve a la Zapatera y se dirige a ella) ¡Pero bueno mi zapaterita cuánto tiempo!
Zapatera: ¡Mariana! Te he echado mucho de menos
Mariana: Yo también. ¿Qué tal está todo por aquí?
Zapatera: Muy bien, no sabes la de cosas que han cambiado por aquí
Mariana: Cuéntame por favor
Entra Bernarda
Mariana: (susurrando a Zapatera) Bueno… la que faltaba
Zapatera: (susurrando a Mariana) no hay persona que quiera ver menos
Zapatera y Mariana le dedican una falsa sonrisa a Bernarda
Bernarda: Buenas tardes. Chico, hazme alguna cosa bonita, ¿quieres?. Tengo el compromiso de mi hija, ya sabes, ha encontrado marido, (mirando a Mariana) cosa que a otras les cuesta bastante.
Mariana: (Susurrando a la Zapatera) Pero esta ¿quién se cree que es?
Zapatera: (susurrando a Mariana) Es una tremenda víbora, no puede ser más venenosa…
Mariana y La Zapatera siguen hablando entre susurros y Bernarda ojea una revista
Entra Yerma
Yerma: (Tímida) Buenas tardes, perdone la tardanza.
Mariana: Pero bueno qué sorpresa que estés aquí.
Yerma: ¿Lo dices por algo?
Mariana: Solo me parece raro, como no se te ve muy a menudo fuera de casa…
Yerma: (Avergonzada) Ya, es que estoy ocupada con las tareas del hogar… y mis cuñadas están en casa, así que no me dejan mucho tiempo libre sola.
Bernarda: ¿Ah sí? ¿Y eso por qué? ¿No vive tu marido contigo?
Yerma: Sí bueno, pero está todo el día trabajando en el campo y ha hablado con ellas para que estén conmigo. Él me dijo que es para que no me sienta sola en casa, pero creo que es para que me vigilen. Dice que últimamente salgo mucho de casa, pero la verdad es que solo me veo con mi amiga Marta.
Bernarda: Bueno, tranquila. Que cuando vengan los niños te quitarán muchísimo tiempo. (susurrando) Bueno si los llega a tener.
Zapatera: Niños para que, bastante tienes ya con aguantar al marido
Bernarda: Bueno tu lo dices porque como tu marido está a punto de irse al otro barrio lo de los hijos ni te lo planteas
Mariana: Bueno ¿y qué pasa? ¿Ahora es obligatorio tener hijos para realizarse como mujer?
Bernarda: Cualquier mujer decente los debe tener.
Mariana: Bueno, de decencia vas a hablar, tal y como te han salido las hijas.
Bernarda: Bueno pero tengo dos hijas casadas y bien guapas.
Zapatera: Si, si, casadas pero porque lo de compartir se les da muy bien
Bernarda: ¿Qué intentas decir?
Mariana: Venga corazón, que no lo intentes tapar, que sabemos que dentro de tu casa hay más líos que en Telecinco
Zapatera: Que en tu casa no te aburres.
Bernarda: Y tú fuera de la tuya tampoco
Yerma: (desanimada) No… si es que, Bernarda tiene razón… una mujer que no tiene hijos no puede ni de lejos ser una mujer completa
Mariana: Pero qué dices mujer… ni que estuviésemos en el siglo XVIII, ¡modernízate!
Zapatera: Claro, (mirando a Bernarda) porque que tengas hijas no significa ni de lejos que seas una mujer decente
Bernarda: Perdona? Pues que sepas que gracias a mis hijas mi vida es mucho mejor y más entretenida
Mariana: Sí, sí, sí tu vida será más entretenida, pero la tuya y la de todo el pueblo
Zapatera: Normal que sea más entretenida con la que tienes liada…
Bernarda: (enfadada) Pero bueno ¡ya vale! ¡En mi casa no pasa nada que no pase en todas las casas!
Zapatera: Bernarda, que en tu casa se líen todos con todos no significa que eso pase siempre
Bernarda: Bueno, y si pasa algo tampoco es de vuestra incumbencia, cada uno en su casa sus cosas. Encima ni que vosotras estuvierais para hablar… Una fresca y la otra, una solterona a la que nadie aguanta
Mariana: Soltera y a mucha honra, yo no necesito a un marido ni a nadie, me valgo por mi misma y no necesito que nadie me diga lo que tengo que hacer
Zapatera: ¿yo? ¿Fresca? Mejor fresca que una víbora caliente
Mariana: si bueno, caliente ella y toda su familia.
Bernarda: pues no sé quién os habrá contado todo eso, porque pese a todo mis hijas son lo más decente, todas casadas o a punto de ello, no como a vosotras que no os aguantan.
Mariana: (gritando enfadada) ¡Si? ¿Segura? Porque a mí quién me cuenta todo precisamente es Angustias, que como no te aguanta se desahoga conmigo, que para algo es mi novia.
Abandona la peluquería