Sabula y otros cuentos

Sabula y otros cuentos,

de Luis Domingo.


Con la plática de los ancianos, los canecillos y capiteles del claustro han tomado vida y han mudado la piedra caliza por el calor del relato oral. Son ahora las figuras calientes, de carne y hueso, recordatorio perenne de la historia verdadera, la literaria, generadora del mito y la leyenda de sus habitantes, con sus querencias, sus miedos y sus deseos.

Lo podemos leer en el primer párrafo del nuevo libro de nuestro querido amigo, compañero y maestro en tantas cosas, Luis Domingo, nuestro Donlu, que ha vuelto a las andadas y nos regala a todos Sabula y otros cuentos, recién publicado por la editorial Niebla, y que está disponible en nuestra biblioteca (gracias, Luis).

El autor, castellano, con bastante de andaluz y un poco de cualquier lado, afortunadamente incorregible, nos deleita, en una serie de historias breves (lo breve, si bueno…) que comparten espacio y ambiente (el pueblo de Sabula, inexistente pero muy real), y que constituyen retazos de una sabia vida atemporal. Sus palabras rotundas, sus personajes certeros y acertados, sus lugares, y todo en el libro destila, de una forma sutil pero constante, el amor de Luis por la tierra y las gentes. Historias que se nos antojan pasadas, pero que realmente están por encima del tiempo y del espacio, y que adquieren una dimensión cuasi arquetípica.

Las figuras inmutables de la piedra románica de la vieja Castilla -lo eterno, lo inmutable- gracias a la presencia y a las palabras de los ancianos que, al sol y al cobijo de ellas, charlan día a día y les traspasan su alma, se convierten en inmortalmente humanas.

Como cada historia que nos cuenta Luis.

Otros libros suyos son: El reino de Sabula (2004), La afrenta de Corpes (2014), Félix Grande, un hombre bueno (2016), Retablillo de Lázaro y su amo, y lo que sucedió en Sauquillo (2017), A la sombra de Juan Ramón: Francisco Garfias (2019).

Es nuestro amigo, además, el alma del Certamen internacional de relatos breves Fernando Belmonte, que celebramos en Trigueros con la colaboración del Exmo. Ayuntamiento y del IES Dolmen de Soto.

Nuestro reconocimiento, nuestra amistad y nuestra admiración a quien repite una y otra vez: escribir es siempre un gozo deseable. Y añadimos: y leerte, Luis.