Autora: Paula Nailea Solís Torres Asignatura: Filosofía 2.º Bachillerato A Curso: 2025-2026
Profesor responsable: Andrés Armengol Sans Instituto: IES Cap de Llevant
¿Qué es la realidad?
Esta pregunta, aparentemente sencilla, ha acompañado al ser humano desde los inicios del pensamiento racional. La filosofía, cuyo nombre proviene del griego y significa “amor a la sabiduría”, nació en el s.VI a.C, cuando los primeros pensadores de la antigua Grecia, especialmente en Mileto (actual Turquía) y Atenas, empezaron a sustituir las explicaciones míticas por razonamientos basados en la observación y la reflexión. Su objetivo era comprender el mundo de manera lógica, coherente y crítica. De este modo, nació la filosofía, no como un conjunto de respuestas, sino como una forma de preguntarnos a nosotros mismos sobre todo lo que nos envuelve.
A partir de esta idea, he comprendido que las preguntas filosóficas no son científicas ni religiosas, ni pueden responderse con un simple “sí” o “no”. Son cuestiones más profundas, diseñadas para abrir la mente a diferentes perspectivas, generar dudas y desarrollar nuestra capacidad crítica. No buscan una única respuesta correcta, sino que nos invitan a reflexionar desde varios enfoques.
Aunque por ahora solo hemos desarrollado en profundidad la primera Situación de Aprendizaje (¿Cómo y por qué la realidad se convierte en un problema filosófico?) las otras tres (¿Siempre nos hemos definido de la misma manera como seres humanos?, ¿Cómo y por qué hemos construido la ética? y ¿Por qué es necesaria la política?) forman parte de la misma idea central. Todas amplían la pregunta inicial hacia aspectos esenciales de nuestra vida, porque la manera en que entendemos la realidad influye en todo lo demás: en cómo nos definimos como seres humanos, en las normas y valores que adoptamos para convivir y en los pensamientos sociales y políticos que construimos.
Aún no hemos profundizado en estas situaciones, pero es fácil ver su relación. Si cambian nuestras ideas sobre la realidad, cambian también nuestras ideas sobre nosotros mismos, sobre cómo debemos actuar y sobre cómo organizar la vida en común.
La filosofía está presente en todo este recorrido. Aunque a veces no lo parezca, nos acompaña desde la infancia hasta la vida adulta: cada vez que nos preguntamos “¿por qué?”, cada vez que dudamos, y sobre todo cada vez que buscamos razones. Además, su vínculo con la ciencia es innegable. Ambas nacen de la misma motivación: comprender el mundo de forma racional. La ciencia evolucionó a partir de estos primeros intentos filosóficos y, aunque hoy utilizan métodos diferentes, siguen compartiendo la misma curiosidad.
Reflexionar sobre estas ideas me ha hecho entender que pensar no es acumular información “vacía”, sino que debemos examinarla, cuestionarla y reconstruirla. Entiendo que preguntarme qué es la realidad no es más que el inicio del viaje; a partir de esa reflexión aparecen todas las demás cuestiones: quiénes somos, cómo debemos actuar y por qué necesitamos convivir bajo normas y estructuras comunes.
A lo que quiero llegar es que la filosofía no ofrece respuestas definitivas, pero sí nos encamina a algo muchísimo más valioso: el impulso de comprender, dudar y volver a pensar. Y puede que sea justo ahí donde realmente empieza cualquier aprendizaje. Por ello, he titulado este portafolio a nivel general: “Pensar es Preguntar”.
Con este portafolio me gustaría tener un espacio donde pueda pensar con autonomía y cuestionar cosas que normalmente acepto sin más. Mi idea es ir recogiendo todas las reflexiones que me han surgido mientras exploraba los temas propuestos en este curso escolar, cuestiones que me llamaban la atención y que, en muchos casos, no conocía.
He confirmado que somos seres muy curiosos por naturaleza, siempre llenos de dudas, y por este motivo creo que ”abrir la mente” es importante: nuestra forma de razonar es única, diferente a la de cualquier otro ser vivo, y desde niños intentamos comprender el mundo, preguntándonos el motivo de las cosas. Este trabajo es, en parte, un intento de seguir buscando esas respuestas de todo lo que me rodea. Por eso he intentado unir lo que voy aprendiendo con mi forma de ver la vida con 17 años.
En el fondo, lo que busco es demostrar que la filosofía no está solo en los libros, sino en las preguntas que nos hacemos cada día, por más sencillas que sean. Me gustaría compartir lo que este camino me ha aportado y, si además alguien llega a leerlo, quizá también pueda invitarte a reflexionar un poco conmigo.
Creo que pensar es encender la luz del conocimiento.