Cuatro amigos se aventuran en un enigmático bosque, célebre por sus leyendas de desapariciones y crímenes antiguos. Entre risas y bromas, uno de ellos, el más reservado del grupo, se mantiene al margen, lo que despierta la curiosidad de los demás. Durante su exploración, una inquietante historia sobre un asesino que enterraba a sus víctimas en ese mismo lugar comienza a circular entre ellos, aumentando la tensión y el miedo. A medida que se adentran en el bosque, descubren vestigios de lo que parece ser un oscuro pasado: objetos semienterrados que corroboran la aterradora narración. Sin embargo, la atmósfera de camaradería se transforma en desconfianza cuando los amigos comienzan a notar comportamientos extraños en su compañero más callado. En un giro escalofriante, el amigo que parecía ser el más inocente revela su verdadera naturaleza: es el autor de las desapariciones. Las historias contadas no eran meras leyendas, sino relatos de sus propios crímenes. Los restos encontrados son las pruebas de su macabra colección, y ahora sus amigos están destinados a convertirse en las próximas víctimas en este inquietante juego mortal.
INTEGRANTES: Mariangel Zuleta, Ana Sofia Correa, Isaac Lopez, Valentina Cardona, Santiago Osorio.
Cuatro amigos deciden pasar la mañana explorando un bosque remoto, famoso por sus espeluznantes leyendas. Era un lugar denso, oscuro, y con una atmósfera que parecía detener el tiempo. El más callado del grupo, quien siempre parecía distante pero inofensivo, se mantuvo al margen de las bromas y conversaciones, observando desde las sombras, mientras los demás se reían y hablaban animadamente. Al poco tiempo de adentrarse en el bosque, uno de los amigos decide contar una leyenda local sobre un asesino que solía cazar a sus víctimas en ese mismo lugar. Según la historia, este asesino no solo mataba, sino que enterraba los cuerpos de las personas que se adentraban demasiado en el bosque, dejándolos en lugares estratégicos para que, si alguna vez eran encontrados, la gente sintiera el terror de estar caminando entre tumbas. La historia fascina y aterra al grupo, pero su curiosidad los lleva a buscar señales que confirmen la leyenda. A medida que avanzan, encuentran restos inquietantes: una vieja fogata con utensilios oxidados y objetos medio enterrados en la tierra, señales de que algo macabro había ocurrido allí hacía mucho tiempo.
Al principio, todos se lo toman a broma, pero la tensión comienza a crecer cuando empiezan a notar pequeños detalles que antes habían pasado desapercibidos: ruidos extraños entre los árboles, sombras fugaces y la sensación constante de estar siendo observados. En ese momento, el amigo más reservado parece especialmente incómodo, mirando a su alrededor con mayor inquietud. Sin embargo, no dice nada, solo sigue caminando en silencio, aumentando la desconfianza entre el grupo.
El ambiente se vuelve más pesado. Las risas se desvanecen y las bromas dan paso al silencio. Mientras los amigos tratan de encontrar el camino de regreso al campamento, uno de ellos se adelanta un poco para investigar una pequeña cueva que parece haber aparecido de la nada. Minutos después, su ausencia se vuelve alarmante. Los tres restantes deciden buscarlo, pero lo único que encuentran es su mochila abandonada y manchas oscuras en el suelo, como si algo violento hubiera ocurrido. Desesperados, los dos amigos restantes empiezan a sospechar que algo no anda bien. Empiezan a acusarse entre ellos, pero sobre todo comienzan a desconfiar del más reservado, quien hasta ahora había permanecido en silencio, mirando todo con una inquietante calma. Pero él sigue insistiendo que no sabe nada, que todo es una coincidencia y que deberían mantenerse juntos. Sin embargo, la tensión es insoportable.
A medida que se adentran más en el bosque, el segundo amigo desaparece. No hay rastro de él, solo un grito lejano que se corta abruptamente. El último amigo, ahora completamente aterrorizado, intenta escapar, pero es demasiado tarde. Todo empieza a encajar. El amigo que parecía el más inocente, el que siempre estuvo en las sombras, revela su verdadera naturaleza. Con una sonrisa fría y una mirada que ahora muestra su verdadera crueldad, el asesino se da a conocer. Había estado planeando todo desde el principio. No solo conocía la leyenda del bosque, sino que él mismo la había creado, perpetuándola con sus propios crímenes. Los restos que habían encontrado no eran de víctimas de un asesino antiguo, sino de personas que él mismo había asesinado en el pasado. El bosque era su campo de caza, y sus amigos no eran más que las últimas piezas en su retorcido juego. El primero de los amigos fue brutalmente asesinado de un golpe certero en la cabeza, aplastado contra las rocas cerca de la cueva que habían encontrado. El segundo, tras intentar escapar, fue atrapado y estrangulado con una cuerda que el asesino llevaba oculta, dejándolo sin vida mientras sus ojos se llenaban de terror. El último amigo, que creía haber escapado, fue cazado de la manera más atroz: atrapado entre las ramas del bosque, fue golpeado repetidamente, cada golpe lleno de una furia que había estado contenida durante años.
Al final, el asesino se quedó solo en el bosque, observando los cuerpos de sus antiguos amigos, ahora convertidos en parte del mismo escenario macabro que él había creado. Con cada muerte, reforzaba la leyenda del bosque, sabiendo que, con el tiempo, nuevos curiosos vendrían a investigar, y entonces, volvería a cazar. Los gritos de sus amigos resonaban en el aire, pero el bosque, como siempre, guardaría su oscuro secreto. El supuesto inocente nunca lo fue. Había utilizado su fachada tranquila para ocultar su verdadera identidad, convirtiendo a sus amigos en meros peones en su retorcido juego de terror. Y así, el bosque permaneció en silencio, testigo de una nueva matanza, mientras el asesino desaparecía, esperando su próxima oportunidad.
FIN