¿Qué hacer cuando debes tratar temas sensibles con tus hijos? Aquí encontrarás consejos prácticos para dirigir tus acciones en caso de que tengas que abordar temas delicados con ellos, sean niños, pre-adolescentes o adolescentes.
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Hay que apuntalar el bienestar mental de tus hijos, especialmente durante el confinamiento. En este artículo encontrarás consejos prácticos y sencillos para este fin.
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Padres, alumnos y educadores debemos distinguir el ciberacoso de otras formas perniciosas y dañinas que se encuentran en redes sociales. Igualmente importante es saber cómo contrarrestarlas.
Para ver la información, pulsa la flecha V situada a la derecha del apartado inferior Esto no es ciberacoso, pero igual hay que enfrentarlo.
El siguiente material proviene de la página web de la organización Common Sense. Algunas partes son una traducción literal y otras son una paráfrasis del artículo original, el cual puede consultarse completo en inglés en
https://www.commonsensemedia.org/blog/how-to-talk-to-kids-about-school-shootings
Cómo hablar con los hijos sobre tiroteos escolares.
Caroline Knorr 10/14/2019
“Tiroteo escolar” son dos palabras que ningún padre quiere oír jamás. A diferencia de otras conversaciones que los padres tenemos con los hijos sobre cosas horribles que salen en las noticias, hablar de tiroteos escolares es algo mucho más emotivo, tanto para el adulto como para su hijo.
Hay que enfocarse en ayudar a que los hijos entiendan la información que están recibiendo sobre el hecho, y al mismo tiempo permitirles expresar sus sentimientos y cuestionamientos.
Si tu hijo tiene menos de 7 años, considere que…
Los niños pequeños piensan de manera concreta, entienden mejor las ideas sencillas, y piensan que su familia inmediata es el centro de su mundo. Cuando viven situaciones estresantes, pueden mostrar comportamientos difíciles. Esto puede ser una señal que necesitan ser confortados, aunque no puedan verbalizarlo.
Qué decirles
Hágales preguntas abiertas.
Si sus hijos no saben qué paso, y no lo tratan con usted, no saque el tema a relucir. En caso de que ellos lo saquen, pregúnteles “¿Qué oíste?” o “¿Qué piensas que está pasando?”
Use oraciones sencillas.
Puede decirles “Alguien le hizo daño a unas personas.” Recuerde: si una situación es demasiado complicada para ser explicada, no lo haga.
No ofrezca demasiadas explicaciones.
Una vez que usted haya transmitido la información, espere a que su hijo haga preguntas y retome la conversación.
Asegúreles que ellos estan bien y que hay gente trabajando para resolver el problema.
Aunque usted se sienta incómodo con la situación, es importante que su pequeño sienta que una persona está a cargo y que la situación se resolverá.
Qué hacer
Intente que su hijo no escuche las noticias.
Aunque usted sienta la necesidad de tener información, intente ser discreto. Si no puede dejar de ver las noticias, intente que su hijo cambie su atención a otra actividad.
No muestre emociones fuertes delante de su hijo.
No tiene que volverse un robot, pero cuide no mostrar emociones fuertes delante de su pequeño. Comúnmente los niños se asustan cuando no saben por qué sus papás estan alterados. Si llegan a notar esto, asegúrese de decirles “Me siento mal por lo que oí en las noticias, pero no por ti.”
Permítale expresar sus sentimientos
Piense que al recibir noticias malas, algunos niños lloran, otros pueden tener rabietas y no saber qué hacer. Otros lo que quieren es simplemente estar con usted. Algunos prefieren hablar. También hay quienes deciden dibujar sus sentimientos.
Intente que sea un día normal.
Intente seguir su rutina típica para que su hijo sienta la seguridad de la cotidianeidad. Puede combinar esto con pasar más tiempo junto a su hijo.
Pre-adolescentes y adolescentes
En estas etapas, los hijos desarrollan sus creencias y valores morales, lo cual significa que pueden profundizar más en ciertos asuntos. Como están más expuestos a las redes sociales, a los amigos y a las noticias, reciben muchísima información – alguna de la cual es conveniente corregir. No es necesario planear con ellos una plática formal: a veces simplemente ver con ellos la TV puede prestarse para tener conversaciones de temas difíciles.
Que decir
Averigue qué es lo que saben.
Es probable que en estas edades sus hijos hayan oído sobre el tiroteo antes de regresar a casa del colegio. Pregúnteles: “¿Qué es lo que has oído?” En caso de que no sepan, puede abordarlos diciéndoles: “Hubo un tiroteo escolar. Se que te vas a enterar, así que quiero contarte lo que yo sé, para que luego podamos hablar de ello.”
Invítelos a que se expresen.
Los pre-adolescentes y los adolescentes estan aprendiendo a comunicar sus ideas, pero a veces necesitan un pequeño empujón. Hágales preguntas, comparta su información, o arranque la conversación con preguntas como “¿Tienes preguntas sobre esto?”, “¿Cómo te sientes por lo que sucedió?” y “¿Por qué te sientes así?.”
Lea sus señales.
En esta edad, a veces los hijos no quieren seguir la plática. Fíjese en su lenguaje no verbal y evite sobrecargarlos con información.
Comparta sus sentimientos.
Compartir con sus hijos lo que usted siente es recomendable, aún si ellos no se lo preguntan. Está bien si usted declara sentir tristeza, enojo, etcetera, además de que le permite modelar ante su hijo lo que es la empatía y la compasión.
Qué hacer
Promueva el que sus hijos se sientan seguros.
Este mensaje es importante para niños de cualquier edad: Dígales que están bien, que usted siempre estará allí para apoyarlos, y que las autoridades están investigando. Apuntale el soporte emocional diciéndoles ”Está bien sentirte triste —incluso está bien que no sepas exactamente cómo te sientes.”
Esté atento a la aparición de signos de ansiedad, preocupación generalizada, o estrés traumático.
Cuando pasan cosas feas, sus hijos pueden desarrollar un miedo a que lo mismo les pase a ellos, a su familia, o a su escuela. Deje que su hijo exprese todas sus inquietudes, aún si estas parecen no estar relacionadas con el evento o parecen no ser realistas. Hable sobre lo que está sintiendo y hable con él de estrategias para enfrentar el estrés intenso (tener pensamientos tranquilizantes, ejercicios de respiración, y actividades diversas). Repítale que usted siempre estará disponible para platicar con él. Si nota que su ansiedad va en aumento, consulte con su pediatra.
Ayúdeles a construir un camino.
La verdad es que nadie sabe qué hacer exactamente en estas situaciones. Su meta es enseñarles cómo pensar sobre estas situaciones y no tanto qué es lo que deben pensar. Esto es esencial para que ellos adquieran la habilidad del pensamiento crítico. Puede usar oraciones como “Me pregunto por qué pasan estas cosas,” “¿Qué conduce a una persona a hacer esto?”, “Qué le pasa a las familias, los maestros y otras personas que se ven afectados” y “¿Qué cosas podemos hacer nosotros?”.
Filtre las noticias, o véalas junto a ellos
Los pre-adolescentes y los adolescentes obtienen mucha información de fuentes como You Tube que, como bien sabemos, puede ser muy bueno o muy malo. Sugiérales que vean fuentes de calidad como Xyza: News for Kids o New York Times' The Learning Network, que manejan noticias de manera objetiva y apropiada para jóvenes. Si su hijo va a ver los noticieros, hágalo junto a él.
Promueva la acción.
Considere seriamente si su hijo puede involucrarse en acciones propositivas. [Algunas iniciativas son de caracter local], pero otras como DoSomething, Never Again, y March for Our Lives pueden ser una buena ayuda.
El siguiente material proviene de la página web de la organización Common Sense. Algunas partes son una traducción literal y otras son una paráfrasis del artículo original, el cual puede consultarse completo en inglés en
COMO TRATAR ASUNTOS DIFICILES CON LOS HIJOS
Uno de los trabajos más difíciles trabajos de un padre es cómo tratar asuntos espinosos con los hijos. Por temas espinosos nos referimos a cuestiones como la violencia, el racismo, las drogas y otros asuntos serios. Pero viviendo como estamos en estas épocas de teléfonos celulares, videos compartidos y noticieros las 24 horas, es importante que los padres tomemos el toro por los cuernos. Hacerlo provocará que nuestros hijos se sientan más seguros, más cercanos a nosotros y les enseñará cosas del mundo real. Y si además les enseñamos cómo obtener e interpretar información, cómo hacerse preguntas, cómo evaluar lo apropiado de sus fuentes de información, les estamos enseñando a ser pensadores críticos. Armando a nuestros hijos con conocimiento, compasión y carácter fuerte, les podemos dar las herramientas para que puedan vivir en un mundo difícil.
A continuación ofrecemos algunos consejos de cómo proceder al abordar algún tema difícil con nuestros hijos, de acuerdo a distintos grupos de edad.
Niños de 2 a 6 años
A esta edad, los niños no tienen afirmados los conceptos abstractos, ni las relaciones causa-efecto. En el centro de sus vidas están sus parientes cercanos y ellos mismos (papá, mamá, hermanos, abuelos, inclusive la mascota de la familia), por lo que les preocupa sobremanera cómo una situación puede afectar a estas personas. Son muy sensibles al estado emocional de sus padres y les preocupa sobremanera el que sus seres queridos se alteren por algo que ellos hicieron. ¿Qué se puede hacer en casa?
· Mantenga los noticieros lejos de ellos. Limite en lo posible el que niños de esta edad estén expuestos a temas de violencia, masacres, sexo, etc. Apague la televisión, póngala en silencio, o busque que vean exclusivamente programas apropiados para ellos.
· Tranquilícelo con palabras y con gestos. Dígales “Estás bien. Papá y mamá están bien. Nuestra familia esta bien.” Los abrazos y apapachos también sirven mucho.
· Hable abiertamente de los sentimientos—de los suyos y de los de ellos. Dígales “Está bien sentir miedo, tristeza o confusión. Estos sentimientos son naturales y todos los experimentamos.” Incluso puede decir algo como “Estoy molesto, pero no contigo”
· Averigue qué es lo que saben sus hijos. Puede ser que sus hijos no comprendan muy bien la situación. Pregúnteles primero qué es lo que saben de la misma, antes de decirles usted algo.
· Utilice términos muy simples. Si se trata de un crimen violento diga “Alguien usó un arma y disparó sobre unas personas”. Si es un crimen de odio, diga “hay gente a quienes no se les trata como se debe”. Si es una violación, diga “un hombre le hizo daño a una mujer.”
· Use ideas y vocabulario que les sea familiar a los pequeños. Hágalos recordar una situación similar y reciente en sus vidas con las cual puedan establecer una relación. Ante un robo, puede decir “Un hombre robó algo en una tienda. ¿Recuerdas cuando alguien se robó tu refrigerio?
· Use términos muy básicos en lugar de “loco”, “deprimido” o “desquiciado”. Los pequeños entienden las emociones, pero no lo que es una enfermedad mental. Puede decirles que alguien estaba demasiado enojado, o muy confundido, y que necesitaba ayuda de los doctores. No utilice expresiones como “se le aflojó un tornillo.”
· Hágales saber que un adulto está a cargo de la situación. Dígales “Mamá y papá se asegurarán de que nada malo le pase a nuestra familia” o “Ya la policía va a agarrar al malo.”
Niños de 7 a 12 años
A esta edad, los niños ya pueden escribir y leer, por lo que están más expuestos a contenidos inapropiados. Además, los pre-adolescentes están en un proceso de separarse de sus padres, entrando en la pubertad, interactuando con medios electrónicos de manera más independiente y están entrando en contacto con video juegos violentos, pornografía, noticias en las que se relatan ataques masivos, y se ven expuestos a lenguaje de odio en línea. Tienen la necesidad de discutir estas cosas sin sentir pena ni vergüenza.
Estas son algunas recomendaciones
· Espere el momento apropiado para abordar la situación. En esta edad, los niños muy probablemente acudan a usted para decirle que han escuchado algo que les preocupa o que les da miedo. Es bueno que usted les diga que pueden hablar en cualquier momento, pero no es recomendable que usted los presione para que le cuenten algo.
· Averigue qué es lo que su hijo sabe. Pregúntele que ha oído, o si sus amigos en la escuela están hablando de algo en particular. Responda sus preguntas de manera simple y directa. No los bombardee con preguntas y con explicaciones, pues puede asustarlos más.
· Construya un espacio seguro de discusión. Dígale “Estos temas son difíciles de tratar, incluso para nosotros los adultos. Simplemente quiero que platiquemos. No me voy a enojar, y quiero que te sientas libre para preguntar lo que quieras.”
· Déles un contexto y una perspectiva. Los niños tienen que entender las circunstancias que rodean a una situación para poderle dar un sentido. Si están hablando de un tiroteo puede decirle “La persona que hizo esto tenía problemas en su cerebro que provocaban que tuviera pensamientos confusos.”
· Atienda su curiosidad. Si su hijo se topa con material para adultos en Internet, es tiempo de abordar con ellos formas que les permitan aprender temas sexuales de manera apropiada. Dígale “La pornografía es algo que algunos adultos ven. Pero no tiene que ver con el amor, ni con el romance, y puede darte una mala idea de lo que es el sexo. Puedo recomendarte algunos libros y también puedes platicar conmigo y hacerme preguntas.
· Muéstrese sensible a las emociones y al temperamento de su hijo. Comparta con él como se siente usted y pregúntele cómo se siente el. Dígale “Me dá coraje saber que alguien resultó herido” o “Me entristece saber que alguien no recibió la educación correcta, o la ayuda que necesitaba para evitar esto.” Y pregúntele: “Y tú ¿cómo te sientes?”
Impulse en su hijo el pensamiento crítico. Haga preguntas abiertas que le inviten a pensar más a fondo en torno a temas serios. Pregunte “¿Qué oíste?”, “¿Qué piensas?”, ¿Por qué piensas eso?”
¿Cómo protejo la salud mental de mi hijo en esta pandemia?
Por Caroline Knorr, Senior Parenting Editor de Common Sense
Common Sense y Survey Monkey encuestaron recientemente a 800 jóvenes americanos para saber cómo estaban manejando sus vidas ante la pandemia de coronavirus. Obviamente, están estresados. Pero también declararon:
· Estar preocupados por su escuela. Noventa y cinco por ciento de los jóvenes de 13 a 17 años encuestados han sufrido la cancelación de clases, 41% no van a la escuela en absoluto y más del 25% declara que es muy difícil encontrar un lugar óptimo para estudiar en su casa.
· Estar preocupados por sus familias. No solamente les preocupa que alguno de sus seres queridos se contagie, sino también se apuran por las finanzas familiares.
· Sentirse solos y desconectados. Cuatro de cada 10 declaran sentirse “más solos que de costumbre” y un número parecido dice sentirse “tan solo como de costumbre”. Aunque ahora textean más y usan las redes sociales, extrañan la presencia física de sus amigos.
· Poner más atención a las noticias. A diferencia de la época anterior a la pandemia, más jóvenes recurren a portales de noticias que a sus amigos o familiares para obtener información.
A pesar de esto, hay algunos rayos de luz que nos pueden dar pistas a los adultos sobre cómo apoyar a nuestros hijos en estos tiempos difíciles.
Su familia ahora es más importante. Los jóvenes declaran que se sienten más conectados a su familia. Para robustecer esto, podemos aconsejar planear actividades como ver en familia la televisión, jugar juntos, o simplemente tomar fotografías y decorarlas.
Mandar mensajes y entrar a redes sociales son como salvavidas. Aparentemente, estos recursos les ayudan mucho en estos tiempos. Si sus hijos todavía no los usan, puede permitirles usar su teléfono para conectarse por Face Time con un amigo o pariente. Inclusive, permítale usar el video chat para conectarse con personas importantes de sus vidas. Estas conexiones son vitales.
Hable con ellos. Esto es importante para quitar algo de la presión que sus hijos están sintiendo. Hable con ellos sobre lo que escuchan en las noticias y explore cómo se están sintiendo. Aquí van algunas ideas:
Invente rutinas que les den una sensación de estabilidad. Proponga noches de cine familiar, torneos de juegos o video conferencias con familiares o amigos. Haga de las comidas espacios creativos (cenas con menús de desayunos, comidas basadas en canciones, o comidas con platillos de un solo color. Es más, que sus hijos aporten ideas y ayuden en la elaboración de la comida.
Dese cuenta que sus hijos están perdiendo fechas que son importantes para ellos. Por ejemplo: ceremonias de graduación, bailes, fiestas, cumpleaños. Estas son cosas importantes para los adolescentes. Remárqueles que esto va a pasar, y prométales que celebrarán con ellos estos eventos importantes.
Comparta con sus hijos cómo es que usted se siente, y pregúnteles cómo se sienten ellos. Cuando algo en las noticias le provoque a usted enojo o tristeza, expréselo abiertamente, y mejor si clarifica cuál fue el “disparador” de su emoción. Esto le “dará permiso” a su hijo para identificar y expresar sus emociones, y le dará pistas de cómo puede expresarlas. Escuche cuidadosamente. Es muy natural que un padre quiera hacer que su hijo se sienta bien, pero es también super importante que usted simplemente los escuche. Puede decirles: “Estás triste. Yo te entiendo.”
Busque ejemplos positivos. A pesar de los nubarrones en el horizonte, trate de ser optimista. Diga cosas como “Mucha gente se está comportando como verdaderos héroes en el combate al coronavirus”, o “Vamos a ver cómo podemos ayudar”, o “En tiempos como éstos, hay que pensar en aquello por lo que debemos estar agradecidos.”
Promueva la discusión. Sus hijos van a obtener mucha información y mucha desinformación (especialmente si recurren a YouTube o a las redes sociales). Pregúnteles “¿Qué has oído de nuevo hoy?” y “¿Qué piensas de eso?”. Si se topa con algo que parece de dudosa calidad, dígale “Vamos a consultar otras fuentes para corroborar esto.”
Simple y sencillamente…sea usted mismo(a). De verdad, sus hijos lo que necesitan en este momento es que usted sea su padre/madre. No esperan que usted sea un super-héroe. El darle a sus hijos un soporte emocional es lo que les ayudará a sentirse seguros y amados. La escuela, los amigos, las buenas nuevas—todo esto regresará con el tiempo.
No es ciberacoso, pero….
Elgerma, C. (2018) It´s Not Cyberbullying, But… en Common Sense Media, https://www.commonsensemedia.org/blog/its-not-cyberbullying-but … October 1, 2018, recuperado el 17 de octubre de 2018.
…Aunque los insultos, la exclusión, e inclusive la agresión abierta no siempre pueden considerarse ciberacoso, de todas maneras causan dolor. El ciberacoso se define como el acoso repetido y focalizado hacia una persona durante un periodo de tiempo a través de medios digitales de comunicación.
El mejor remedio para estas situaciones desagradables es la prevención y la educación: enseñarle a nuestros hijos que significa ser amable, respetuoso y sobre todo un ciudadano digital responsable. Esto puede prevenir muchos problemas desde una edad temprana. No obstante, si el problema aparece, es bueno que los padres entiendan lo que está pasando y sobre todo, de qué manera pueden ayudar.
[Las siguientes son algunas acciones problemáticas asociadas a comportamientos que se despliegan en los medios electrónicos hoy en día].
Ghosting (fantasmeo). Consiste en que los amigos cortan el contacto y dejan de responder a los mensajes de una persona…En lugar de resolver un problema cara a cara, los chavos pueden elegir simplemente ignorar a la persona objeto del ghosting.
Cómo manejarlo. El que lo ignoren a uno es algo fuerte. En lugar de tomar la consabida postura de “Si te ignoran, es que en realidad no son tus amigos”, los padres deben mostrar empatía con su hjijo y averiguar cómo se siente. Si pueden hacerlo, anímenlo a tener una conversación cara a cara con quienes están haciendo el ghosting. Si no pueden hacerlo, dígale a su hijo que no se preocupe por tener contestación de sus compañeros a toda costa. Quizás los propios compañeros se acerquen. Y si no lo hacen su hijo estará libre para seguir su camino.
Subtweeting (Indirectas) Cuando usted tuitea o postea algo concerniente a una persona específica pero no la menciona por nombre, está mandando indirectas. Generalmente, las indirectas calan fuerte y a veces pueden tornarse crueles. Puesto que la persona afectada no es nombrada, se viene a dar cuenta por un tercero que le avisa que se están refiriendo a ella.
Cómo manejarlo. Si su hijo se dá cuenta que le están mandando indirectas, puede hacer varias cosas, dependiendo de quién sea el causante del subtweeting. Si se trata de un amigo que de repente le ha dado la espalda, es momento de tratarlo con él frente a frente. Si por el contrario se trata de alquien a quien no conocen o con quien tienen conflictos, lo mejor es ignorarlo. Enfrascarse en una guerra en Twitter (o en cualquier otra plataforma) generalmente hace que el problema empeore.
Cuentas falsas. A veces los chavos crean cuentas falsas a nombre de otra persona y utilizan dichas cuentas para meterla en problemas o herir sus sentimientos. La mayor parte de las veces, no hay manera de saber quién creó la cuenta falsa. Lo que es peor, aún si se logra cancelar la cuenta falsa, el responsable de esta acción puede crear una nueva.
Cómo manejarlo. Enfrentar un caso de cuentas falsas es frustrante. Lo que hay que hacer es defenderse, denunciando el hecho y pidiendo que se cancele la cuenta falsa. También es bueno que el chavo afectado le cuente a sus amigos lo que está ocurriendo, para de esta forma evitar que el responsable siga viendo esta acción como algo divertido.
Compartir fotografías y posts que pueden causar molestias. Los pre-adolescentes y los adolescentes gustan de tomarse selfies y fotos grupales. Pero a veces ocurre que se toman fotos que pueden ser divertidas en el momento, pero que luego pueden provocar un sentimiento de pena cuando son compartidas con otros, o incluso alteradas con leyendas fuera de lugar. Esto lo hacen personas que lo consideran chistoso o bien que asumen que todos con quienes la comparte lo considerarán gracioso. Las fotos comprometedoras y los posts comprometedores, en lugar de causar risa pueden provocar sentimientos de pena, vergüenza y humillación en la persona afectada.
Cómo enfrentarlo. Lo mejor es que los padres ayuden a sus hijos a que pidan permiso a otras personas si pueden compartir fotos en las que aparecen ellas. No obstante, esto no ocurre siempre. Recuérdele a sus hijos que piensen en el impacto que una foto puede tener en otras personas ANTES de que la compartan. También conviene que los chavos le soliciten a sus amigos que eliminen las fotos comprometedoras en cuanto se den cuenta que se han hecho públicas. Es obvio que si ya se compartió muchas veces, será imposible “cazar” cada copia, pero hay que enfatizarles que lo más probable es que el incidente será de vida corta y pronto desaparecerá.
Rumores. Las plataformas sociales son el caldo de cultivo perfecto para impulsar rumores. Las mentiras pueden esparcirse rápidamente y por muchos lugares antes de que la víctima se entere de lo que está ocurriendo. Una vez que un rumor se ha esparcido, es prácticamente imposible detenerlo.
Cómo enfrentarlo. La respuesta depende del tipo de rumor. Si se trata de un rumor en el que se involucra a otras personas (por ejemplo que su hijo le “bajó” la novia a alguien más y esto puede provocar un pleito), hay que notificarlo a la escuela. Si el rumor es embarazoso pero no es probable que cause un pleito, su hijo puede escribir una respuesta. Anímelo a que responda UNA sola vez y que ignore los comentarios a su respuesta. Igualmente, puede negar el rumor de viva voz, de manera personal, y esperar que las aguas retomen su cauce.
Exclusión. A un chavo le puede impactar muchísimo el ver una fotografía de todos sus amigos juntos, pero estando el ausente. Generalmente, estas fotos no son intencionales, pero en ocasiones sí lo son.
Cómo enfrentarlo. No recomendamos responder en línea. Anime a que su hijo hable personalmente con el amigo que subió la foto y le haga saber por qué se sintió mal. Promueva que use oraciones que comiencen con el pronombre “Yo” (Por ejemplo “Yo me sentí mal al ver esa foto porque…” y evitar oraciones como “Eres un baboso…”). Si su hijo puede expresar sus emociones de manera honesta, es muy probable que descubra que el responsable de la acción lo hizo inadvertidamente. Sin embargo, si fue hecho a propósito, entonces quizás sea mejor alejarse del PO (posteador original).
Crear problemas (griefing). Recuerda usted al chico tremendo que golpeaba con la pelota a otros niños y que les ponía apodos? Ahora niños de ese tipo participan en videojuegos, y en lugar de golpear con la pelota, se roban el tesoro que no es de ellos, interfieren a propósito con el personaje de otro jugador, y amenazan a los demás en el chat. Esto es lo que se conoce como “griefing”. Si su hijo juega con otras personas en línea, es probable que se enfrenten a esta situación en algún momento.
Cómo enfrentarlo. Antes de que su hijo empiece a jugar con extraños anónimos, asegúrese que conozca las formas de reportar y de bloquear a jugadores que están siendo crueles a propósito. Aconséjele no pelearse en el chat, pues esto posiblemente no resuelva nada y haga escalar la agresión. Algunos videojuegos tienen comportamientos más tóxicos que otros, por lo que hay que aconsejar a su hijo que juegue videojuegos en los que los participantes sean respetuosos y en donde los moderadores no toleren estos comportamientos.
· Lenguaje de odio. Más que ciberacoso, lo que los adolescentes enfrentan más es el lenguaje de odio. Este lenguaje es parecido al ciberacoso, pero tiene como propósito causar daño por características personales tales como la raza, pertenencia a un grupo étnico, nacionalidad, religión, orientación sexual o sistema de creencias. A diferencia del ciberacoso, que es persistente, el lenguaje de odio puede ser un evento único. Aún y cuando su hijo no sea el objeto de comentarios basados en el lenguaje de odio, puede sentirse señalado si forma parte del grupo al que se hace alusión..
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