Había una vez un árbol muy triste porque el viento se le había llevado todas las hojas.
Dos niños se le acercaron y le preguntaron que por qué estaba triste. El árbol les dijo que estaba triste porque el viento le había llevado todas las hojas y tenía mucho frío.
Entonces los niños, tuvieron una gran día. Fueron al cole y colorearon en distintos papeles hojas de todos los colores para ponerle al árbol y que así, no tuviera frío.
Gracias a la ayuda de los niños y niñas del cole, el árbol se puso muy contento y no volvió a tener frío.