Eulalia provenía de una familia muy pobre que vivía en Zacatecas, México, en 1890. Debemos destacar que consiguió el título de profesora, pero su ambición iba más allá de esto, ella buscaba la igualdad y consideraba que este sólo había sido el primer paso.
En este tiempo el movimiento feminista comenzaba a ganar atención, y Eulalia no iba a quedarse atrás, se unió entusiasmada. Formó parte de varios comités educativos por E.E.U.U. a fin de llevar a su país los nuevos avances científicos.
Esta joven entusiasta se especializó en filosofía e historia y fue nombrada directora del Dto. de Arqueología del Museo Nacional, llevando a cabo una ardua labor, siendo la primero mujer en dedicarse a esta ciencia.
Tras cometer un error en una excavación que estaba llevando a cabo, su prestigio decayó estrepitosamente debido al conservacionismo de la sociedad de ese entonces; pero es un claro ejemplo a seguir para toda mujer y para el movimiento feminista. ¡¿No es increíble su historia?!