Además de mantener la estabilidad del clima, la Luna marca el ritmo de la Tierra (las subidas y las bajadas de las mareas), lo que afecta la variedad de maneras en que usamos el océano para alimentarnos, viajar y recrearnos.
La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Con un diámetro ecuatorial de 3474,8 km, es el quinto satélite más grande del sistema solar, mientras que en cuanto al tamaño proporcional respecto a su planeta es el satélite más grande: un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa